La lucha por el control del Gobierno Mundial: Totalitarismo contra Anarquía.

gobierno mundial

Estamos contemplando la lucha a muerte de tres sistemas de gobierno por el control mundial: el Totalitarismo, la Anarquía, y tristemente, ocupando la última posición, la Democracia. La batalla se desarrolla en el mercado.

Es un artículo un poco extenso, pero creo que merece la pena leerlo. Si andáis cortos de tiempo os recomiendo que peguéis un salto directamente a La reacción anarquista.

Razones históricas

Emperador Carlos V de Alemania y I de España
Emperador Carlos V de Alemania y I de España

La historia viene de lejos. Comenzó con el mercantilismo, allá por el S. XVI cuando se empezó a extender la idea de que el beneficio de uno sólo es posible gracias al empobrecimiento de otro. Esto desencadenó la lucha de las naciones por acumular metales y recursos naturales, a través de la guerra, el expolio y el colonialismo. Lo que en principio era una idea referida a los estados, acabó contagiándose a comerciantes y prestamistas.

La Historia no dio la razón a los mercantilistas, y fuimos los españoles y los portugueses, los que lo ejemplificamos más claramente con nuestro propio fracaso. La conquista de América supuso que el oro americano inundara la economía española y el emperador Carlos V, y su hijo Felipe II, destinaron todos estos recursos al gasto fundamentalmente para la guerra con otros estados, la construcción de palacios y similares, y la adquisición de bienes suntuosos. El Norte de Europa e Inglaterra, se especializaron en la elaboración de manufacturas para abastecer a estos países ricos, y en la medida en que el oro americano dejó de fluir, se fueron haciendo cada vez más poderosos. Gran parte del oro americano acabó en las manos de prestamistas que convirtieron el préstamo a interés en un negocio.

Francisco de Quevedo. Gracias a frasesmania
Francisco de Quevedo.

Como decía Francisco de Quevedo, en Poderoso caballero es don dinero:

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

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En el S. XVIII, el capitalismo se había impuesto al mercantilismo. Permanecían los imperios coloniales fruto de la etapa anterior, pero el poder pertenecía a aquellos países que había desarrollado la industria y la actividad manufacturera. Esto hizo que los economistas de la época (Cantillón, Quesnay, Adam Smith,…) desarrollaran sus teorías económicas defendiendo que la riqueza de las naciones surge del trabajo: los fiosiocratas atribuían la riqueza a la tierra, y los que después acabaron llamándose Escuela Clásica, a la industria. Sin embargo, los industriales de la época y los prestamistas no olvidaron aquel principio de que el beneficio de uno es el empobrecimiento de otro.  La competición mundial por el dominio de la industria supuso la aparición de la fragmentación social por el lugar que el individuo ocupaba en la cadena de valor. Así la antigua división en estamentos, nobleza, clero y plebe, se acabó transformando en nobleza, burguesía y proletariado.

La falta de equidad en la distribución de la riqueza supuso la aparición de dos grandes fuerzas en conflicto: por un lado, la de los hombres ricos ( que era sinónimo por aquel entonces de hombres poderosos más que de poseer riqueza) y por otro, la de aquellos que luchaban por su subsistencia.

niño asustado

Thomas Malthus enunció: «Un hombre que nace en un mundo ya ocupado, si sus padres no pueden alimentarlo y si la sociedad no necesita su trabajo, no tiene ningún derecho a reclamar ni la más pequeña porción de alimento (de hecho, ese hombre sobra). En el gran banquete de la Naturaleza no se le ha reservado ningún cubierto. La naturaleza le ordena irse y no tarda mucho en cumplir su amenaza.» Thomas Malthus

De aquí nace lo que hoy conocemos como lucha de clases que se acabó concretando en dos líneas de discurso ideológico: el liberalismo y el socialismo. Liberalismo no es sinónimo de «ser de derechas» y socialismo no es sinónimo de ser de izquierdas, aunque, esta idea se ha consolidado en nuestros tiempos. Ambos discursos tienen extremos que van desde la anarquía al totalitarismo, pasando por la democracia.

La crisis del 29

Echad un vistazo a la wikipedia. A principios del siglo XX, el poder se había transferido de la industria al sistema financiero. Más importante que controlar los medios de producción orientados a la industria, era controlar la emisión de moneda. Anteriormente, una de las causas de la guerra de la independencia de Estados Unidos, fue precisamente que los colonos no aceptaban la emisión de moneda con interés asociado, por ser moralmente inaceptable. Sin embargo, con la crisis de 1929, se produjo el primer golpe de Estado Mundial.

crisis 29

Las entidades financieras más poderosas consiguieron el ideal mercantilista, acaparar todo el oro. Antes del 29, los valores bursátiles no paraban de crecer y se convirtió en una práctica habitual solicitar un crédito al banco para invertir en bolsa. Sólo era necesario garantizar el préstamo con fondos entre un 10% y un 20% de lo solicitado, y en todos los contratos se incluía una clausula, que el dinero podía ser exigido en cualquier momento por el banco con 24 horas de antelación.

La banca de Estados Unidos por aquellos entonces estaba constituida en su mayoría por pequeños bancos con fondos en oro como garantía del papel moneda. El inmenso negocio que suponía este tipo de créditos, les hizo solicitar préstamos a bancos con mayores reservar de oro, que también incluían la clausula de las 24 horas. El riesgo parecía pequeño, porque durante décadas la bolsa no paraba de crecer, hasta…. el martes negro (29 de Octubre de 1929).

Muy en resumen (por eso os digo que miréis la wikipedia), cayó la bolsa de forma dramática entre otras cosas porque los grandes bancos «cerraron el grifo» y simultáneamente sus propietarios vendieron de forma masiva acciones en bolsa, lo que produjo un efecto dominó. Los grandes bancos exigieron a los pequeños el reembolso de los préstamos, los pequeños a los inversores, pero los inversores había perdido prácticamente todo su dinero en la bolsa.  Quebraron las empresas, los ciudadanos se quedaron sin empleo, sin ahorros y se plantó la semilla de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, pues siguiendo la ley, «el beneficio de uno es la perdida del otro», la guerra era la única forma de obtener la inmensa cantidad de riqueza que había sido detraída de la economía, aunque los que escribieron las crónicas olvidaron apuntar que los grandes beneficiados de la guerra fueron los bancos que la financiaron, en ocasiones, a ambos bandos a la vez.

reserva federal

Para «solucionar» la situación se constituyó la Reserva Federal de Estados Unidos por los grandes bancos que se quedaron con todos los fondos de los bancos pequeños que acabaron desapareciendo, y la emisión de dinero cambió de dos maneras:

  1. El dinero ya no era emitido por el Estado sino por la banca privada constituida en la Reserva Federal, y
  2. Se pasó del patrón oro al patrón deuda, es decir, toda activo en papel moneda tiene un pasivo asociado que asume el Estado. Y esto se fue extendiendo paulatinamente a todos los rincones del mundo.

La consecuencia fue una perdida efectiva de la capacidad soberana de los estados, que a partir de ese momento dependían del sistema financiero para establecer sus políticas económicas.

La solución a la guerra y la hambruna la aportó John Maynard Keynes con políticas de expansión de la demanda agregada, es decir, invirtiendo el flujo de dinero de la economía real hacia los bancos, hacia el flujo de dinero del Estado a la economía real. En cualquier caso, el que siempre salió beneficiado fue el sistema financiero.

Cocinando la crisis de 2008

Tras la crisis del 29 hubo un esfuerzo por controlar a la banca por parte de los estados, para evitar que se repitiera. Se les obligó a disponer de reservas suficientes para responder de los créditos impagados, se revisó la legislación para evitar el diseño de productos financieros «tóxicos», … hasta Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Chesterfield-RonaldRegan
R. Reagan anunciado Chesterfield

Ronald Reagan fué un actor que llegó a ser Presidente en 1981. Abanderando ante el electorado la causa liberal justificó la marcha atrás en la legislación de control de la banca. Se propuso desde la Escuela de Chicago una política monetarista (que casualidad) para luchar contra la inflación. Milton Friedman elogió a Reagan por «estar dispuesto a causar una severa recesión para terminar con la inflación«.

El incremento de precios siempre ha sido demonizado, pero no tiene porque ser malo si asociado al incremento de los precios se produce un incremento proporcional de los salarios y los beneficios empresariales. Es decir, la inflación no tiene porque suponer una perdida de poder adquisitivo. Sin embargo, a los que si perjudica es a los rentistas, es decir, a aquellos que prestan crédito a interés fijo, y supone un problema para la banca por la volatilidad en relación con el tipo de interés.

La segunda variable que perjudica al sistema financiero es la cotización de la moneda, por eso tampoco es casualidad que haya aparecido el euro, que el amero esté en camino, y progresivamente se tienda a una moneda única. La devaluación de la moneda es una herramienta de política económica que ha sido especialmente útil para países como España o Portugal. El depreciar la moneda aumenta la competitividad de los productos nacionales porque son más asequibles en moneda extranjera.

El euro ha supuesto una cesión de la soberanía nacional a la Unión Europea, pero también una incapacidad abosoluta de establecer políticas monetarias para sus países miembros.

El pastel Lehman

En 2008, pasó exactamente lo mismo que en el 29, pero esta vez la burbuja no fue la bolsa sino el mercado inmobiliario.

subprime digital

Las aseguradoras diseñaron seguros y planes de pensiones que debían estar respaldados por activos sólidos, calificados como de solvencia AAA. La ingeniería financiera consiguió que cestas de activos financieros que incluian el crédito dado a los NINJA (no income, no assets, no jobs), las hipotecas a interés variable dadas a familias con escasa solvencia, productos del mercado de derivados, opciones, futuros,… que por sentido común son  de alto riesgo, acabaran siendo calificados por las certificadoras como activos de máxima solvencia (AAA).

¿Quién pagaba a las certificadoras? La banca (que casualidad). A medida que subía el precio de la vivienda los bancos otorgaban más préstamos, cuanto más se mantenía la tendencia a la subida más se convencían las familias de que merecía la pena invertir gran parte de su salario en vivienda, como forma de ahorro y obtener un beneficio a largo plazo. Este espejismo financiero acabó estallando con la misma espiral: impago de hipotecas, caída en el mercado del valor de los activos financieros asociados, insolvencia de las entidades de crédito y la caída del gigante Lehman Brothers. Todo ello profetizaba un efecto dominó y la caída del resto de grandes bancos.

bush

Sin embargo, ahí estaba George W. Bush para solucionar el problema. Nos lo vendieron como que volveríamos a la edad de piedra y se produciría de nuevo una crisis como la del 29. Desaparecería el crédito, y por tanto se produciría el cierre de empresas y la perdida masiva de puestos de trabajo. Nunca lo sabremos, lo que si sabemos es que un país que ha defendido historicamente el libre mercado, y G.W. Bush se supone que es liberal, tuvo que intervenir en favor de la banca asumiendo sin la aprobación del Senado, y mucho menos un referendum popular, todos los activos tóxicos como deuda pública. Además, estamos pagando una crisis del 29 en incomodos plazos, y nadie ha hablado de devolver a las arcar públicas el rescate financiero.

De nuevo esta acción «se ha reproducido» en la mayoría de los países del resto del mundo, y ha supuesto una segunda vuelta de tuerca a la cesión de las soberanías nacionales que a través del endeudamiento se van viendo cada vez más sometidas al sistema financiero.

La reacción anarquista

Si en los años 90 nos hubieran dicho que la anarquía era una posibilidad no creo que nadie se lo hubiera creído, y actualmente seguro que muchos tampoco, pero…

La estructura del capitalismo se basa en la trinidad: productor, consumidor y dinero. Según lo que hemos visto hasta ahora, el poder mundial reside precisamente en el último. Cuanto mayor control se tiene sobre la emisión de dinero y la deuda, mayor poder.

bitcoin-logo-3d

Ha surgido una moneda en Internet ( año 2008) que no está respaldada por ningún banco, ni por ningún gobierno: el bitcoin. Echar un vistazo a la wikipedia. Ha sido diseñado por un programador que se autodenomina Satoshi Nakamoto, y que por tanto, podría ser una viejecita de Huelva, o un equipo de petanca.

Lo más destacable del bitcoin:

  • Las transacciones son más seguras que las que hacemos actualmente con cargo a tarjetas de crédito.
  • El registro de transacciones está absolutamente descentralizado y es irrastreable.
  • Garantiza el anonimato de los agentes que lo intercambian.
  • Es una moneda que cotiza, es decir, puedes cambiar euros por bitcoins y viceversa. De hecho, ya se pueden obtener euros ( u otras monedas) en algunos cajeros con cargo a bitcoins.
  • Los estados no pueden controlar los impuestos de las operaciones realizadas en bitcoins.

La siguiente pregunta que os haréis es: pero ¿quién y para qué vamos a comprar bitcoins?

La respuesta es la «deep web«. Hay una Internet tras la Internet que usamos habitualmente denominada la red TOR, donde los enlaces son irrastreables por los búscadores como Google, Yahoo, etc… Las extensiones de las páginas web, en vez de la típicas .htm, .html, .php…. son .onion, y sus enlaces aparecen en páginas muy concretas de las que debes conocer la dirección para poder entrar.

Si queréis visitarla podéis usar Tor Browser, y uno de los directorios más completos es thehiddenwiki.org . El contenido de esta wiki apunta a páginas de hackers, activistas políticos, venta de armas y drogas, prostitución, pornografía, contenidos multimedia protegidos por los derechos de autor,… Es decir, existe en la deep web el Amazon de las drogas y las armas, e incluso, te las mandan a casa.

Supongo que sabéis el inmenso negocio que hay detrás. Si alguien quisiera comprar este tipo de artículos, la última moneda que utilizaría es la moneda nacional con cargo a su cuenta bancaria. Sin embargo, si compras bitcoins, el problema está resuelto.Esto hará del bitcoin una moneda que va a tener cada vez más peso en el mercado mundial.

La ineficiencia del dinero actual

Las relaciones comerciales surgieron para cubrir necesidades de forma recíproca o simbiótica, es decir, yo tengo una necesidad y tú otra. Si llegamos a un acuerdo tu resuelves mi necesidad y yo resuelvo la tuya, y voy más allá, como dependemos el uno del otro yo hoy te echaré una mano, y mañana me la echarás tú. La relación del comercio en origen es del tipo ganar-ganar, como la calificaría Josep Burcet.

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Luego surgieron los bienes de alta liquidez (metales preciosos, piedras preciosas, obras de arte,…) que en muy poco espacio eran capaces de contener un alto valor de cambio debido a su escasez. Esto permitía que si yo satisfacía una necesidad tuya y tú me dabas un trozito de metal, yo pudiera ahorrar, o juntarlo con otros trozitos para cubrir necesidades mayores, o dividirlo para cubrir necesidades menores,… Y la cosa cambió, el enfoque del comercio ya no era necesidad-necesidad, sino necesidad-producto.  Los agentes se especializaron en producir un determinado tipo de producto para obtener trozitos de metal con los que satisfacer sus necesidades, y de paso, si podían obtener un beneficio mejor que mejor. J. Burcet lo calificaría como una relación entre ganar-ganar y ganar-perder.

VENDEDOR

Pero cuando el dinero se virtualiza y ya no hay trozitos de metal que valen lo que ponen en la etiqueta, o papel moneda, la cosa se complica. En la época del patrón deuda, cada euro que tienes en el bolsillo, es un euro que debe otro y esto es el producto de una relación ganar-perder, es decir de depredación. Toda la riqueza actualmente se mide en dinero y no a tu capacidad para satisfacer una necesidad, esto es un fallo sistémico que hará que aparezcan mercados alternativos al que conocemos actualmente.

Si la mayor parte del dinero se destina a pagar deuda, al final se produce un agujero en el mercado, ya que no hay medios de pago para cubrir las necesidades de forma recíproca, y por tanto, es cuestión de tiempo que el mercado se reconstruya y busque otros medios de alta liquidez, o incluso, la vuelta al comercio originario: satisfacción de necesidades sin intervención de medios de pago, como por ejemplo los bancos de tiempo.

¿ Y la Democracia?

Pues lo lleva mal, la pobre.

Jean-Jaques Rousseau
Jean-Jaques Rousseau

A este señor debemos El Contrato Social (1762), donde sostiene que la democracia se ha de basar en la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Un sistema es tanto más democrático cuanto mayor es la separación y los límites de estos poderes.

Me pregunto qué opinaría Rousseau si hubiera conocido nuestros tiempos. Por un lado ha surgido un cuarto poder (que ya no son los mass-media que pasan a quinta posición) que es el capital anónimo. Como poderoso caballero gobierna por encima de las fronteras nacionales, seduce a políticos, legisladores y jueces, aunque estos últimos parecen aguantar mejor.

Las insituciones que surgieron de Breton Woods, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, siguen a pies puntillas las directrices de la Escuela de Chicago aplicando políticas monetaristas, que no han incentivado la economía real en los países desarrollados, a los países en vías de desarrollo, que es lo mismo que darle una aspirina a un alérgico al ácido acetilsalicílico.

En países como España hay clarísimas inferencias del poder ejecutivo en la selección de los miembros del Tribunal Constitucional, el Consejo del Poder Judicial, Tribunal de la competencia, etc. Y los miembros del ejecutivo están íntimamente relacionados con los miembros del poder legislativo, porque pertenecen a los mismos partidos y defienden los mismos intereses.

Y lo peor, estamos muy lejos de alcanzar un gobierno democrático global por la separación de las distintas naciones. Me parece increíble en el caso de la Unión Europea, que hayamos cedido nuestra soberanía, sin tener derecho a votar a un Presidente común que asuma las responsabilidades respecto de todos los europeos. Las responsabilidades siguen siendo de los gobiernos nacionales. No me extraña que haya países que quieran dar marcha atrás.

Concluyendo.

FORGES Soy el mercado aqui mando yo

La lucha por el control mundial no se juega en los parlamentos democráticos, sino en el mercado y aquel que sea capaz de imponer una forma de dinero más eficiente respecto a la capacidad para acercar oferta y demanda, o mucho mejor dicho, para permitir a los agentes resolver de forma simbiótica las relaciones necesidad-necesidad, se llevará el premio.

El patrón deuda es matemáticamente insostenible y excluyente desde un punto de vista social, y tanto excluir hará que surgan nuevos mercados alternativos ajenos al patrón-deuda, y esto no le interesa para nada a la banca, así que ya puede espabilar.

Los Estados sino quieren perder el control de capitales y el de los impuestos, y si los ciudadanos queremos seguir conservando el Estado del Bienestar, necesitamos de estos nuevos mercados y medios de pago basados en activos reales, para evitar la infinita expansión de la deuda asociada. Si perdemos el control sobre la emisión de moneda quedan dos alternativas: o el totalitarismo del capital anónimo, o la anarquía de una moneda incontrolable.

Homenaje a Josep Burcet: algunas de sus obras.

Joep Burcet

Estoy ultimando mi tesis doctoral, y repasando enlaces me ha apenado comprobar que lentamente la memoria de éste brillante autor se está desvaneciendo de Internet. Falleció poco después de que acabara el DEA, sobre el año 2009 o 2010. Lamento no recordarlo. Recuerdo haber comprado «on line» uno de sus libros, «ingeniería de Intangibles. La Formación del Agujero Blanco«.

Aun sigue activo su sitio web burcet.net , pero lógicamente está abandonado y la estructura está corrompida. Por eso he decidido subir unos «pantallazos» que conservo del sitio que visite porque es necesario conservar las aportaciones de este autor. He de reconocer que mi biblioteca digital es caótica pues está organizada por mi evolución en el estudio de la Economía, así que es posible que encuentre más artículos. Si as así, los subiré encantado y os agradecería en nombre del autor que se le cite siempre que uséis sus aportaciones (recuerdo que para acceder a sus artículos había que identificarse con el correo electrónico, por eso veréis mi nombre en los pantallazos).

Su visión simbiótica del valor me parece un aporte fundamental de la sociología al conocimiento económico, y lamento que no haya tenido una mayor difusión. Con esta voluntad de homenaje y de que no se pierdan sus aportaciones, os adjunto.

Paradigma de las interacciones:

Propongo desde aquí que aquel que tenga información más completa sobre él, por favor, la publique en la wikipedia. Creo recordar que era profesor de la Universidad de Valencia en la Facultad de Sociología, pero mi mala memoria me suele jugar malas pasadas.

Intercambié con él algun correo electrónico y me animó en mi voluntad de abordar la simbiosis económica.

En fin, allá donde éstés, mi más cordial homenaje, y si se pudiera, un fuerte abrazo y darte las gracias por tus aportaciones.

Síntesis y conclusiones sobre la empresa familiar desde el punto de vista de la Economía Simbiótica

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU Continuar leyendo «Síntesis y conclusiones sobre la empresa familiar desde el punto de vista de la Economía Simbiótica»

Análisis Cluster Jerárquico EFF 2005 BDE

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

7.3.1. Una primera aproximación.

El conjunto de grupos que hemos seleccionado como representativos en el análisis de casos según cluster jerárquico se refiere a un total de 5.851 familias que suponen el 98% del total de familias encuestadas.

El número de familias incluido en cada grupo viene explicado en el siguiente gráfico de columnas.

Gráfico 6. Diagrama de columnas de los grupos “cluster case” ordenadas de forma descendente en relación al número de familias.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE

Con el objetivo de clasificar la tipología de familias que describe el cluster en función de un criterio de frecuencias, podemos obtener tres grupos en función de los cambios de pendiente del gráfico anterior.


Gráfico 7. Diagrama de sectores de los conjuntos de grupos “cluster case” en relación al número de familias que contienen.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

  1. Conjunto I formado por 3 grupos que incluyen a un número de familias comprendido entre 1600 y 400 familias, que suponen un 65% de las familias encuestadas. Dentro de éste podemos encontrar a un 39% de la muestra total, formado por familias cuya renta principal procede de pensiones de jubilación o discapacitación,  y el 26% restante, son familias trabajadoras con una renta anual de 36.111€.
  2. Conjunto II formado por 8 grupos cuyo número de familias está comprendido entre 400 y 100, y suponen el 26%  de las familias encuestadas.
  3. Conjunto III formado por 11 grupos, donde el número de familias es inferior a 100.

7.3.2. La relación entre el gasto mensual en bienes de consumo y el gasto en alimentación de las familias.

Las variables “p.9.1. Gasto medio mensual total en bienes de consumo” y “p.9.2. Gastos en comida, dentro y fuera del hogar” son muy representativas en todos los grupos del cluster. Observamos una estrecha relación de carácter lineal entre ambas variables que viene determinada por un coeficiente de determinación (R2) del 95,79%.

Si definimos como variable independiente (x) a “p.9.1. Gasto medio mensual total en bienes de consumo”, y como variable explicada (y) a “p.9.2. Gastos en comida, dentro y fuera del hogar”, obtendremos la siguiente recta de regresión.

Gráfico 8. Recta de regresión de la variable “Gasto en comida, dentro y fuera del hogar” sobre la variable “ gasto medio mensual total en bienes de consumo” partiendo de los centroides del cluster jerárquico.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Podemos concluir que las familias españolas gastan como mínimo 200,54€ al mes en comidas, ya sea dentro o fuera del domicilio, mas un 28,99% del total que destinan mensualmente a bienes de consumo.

 

7.3.3. Clasificación de los grupos en función de la fuente principal de ingresos de las familias.

Las principales fuentes de ingresos para los grupos son las siguientes[1]:

  1.  Ingresos procedentes del trabajo por cuenta ajena: incluiría a los grupos según la clasificación del Método Ward 22, 20, 23, 24, 4, 2, 19 y 8.
  2. Ingresos procedentes de actividades por cuenta propia y cuenta ajena: En aquellos grupos en que se reciben ingresos por ambos conceptos, e incluiría a los grupos según la clasificación de Ward 7, 5 y 6.
  3. Ingresos procedentes del negocio familiar: en aquellos grupos en que los ingresos familiares proceden en su mayoría de actividades por cuenta propia y trabajan más de 1,5 miembros de la familia en el negocio familiar. Correspondería a los grupos según la clasificación de Ward, 14, 9, 28 y 32.
  4. Ingresos procedentes de pensiones de jubilados o dispacitados: grupos 21 y 18 según la clasificación de Ward.
  5. Rentas procedentes de activos financieros o inmobiliarios. Correspondería a los grupos 3, 39, 25, 1 y 26.

Los porcentajes resultantes se muestran en el siguiente diagrama de sectores.

Gráfico 9. Distribución de los grupos en función de la actividad principal de ingresos de la familia .
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

7.3.4. Análisis de la distribución de la renta familiar a través de la Curva de Lorenz y el índice de Gini.

La siguiente gráfica muestra las rentas del cluster ponderadas por el número de familias incluidas en cada grupo.

Gráfico 9. Diagrama de columnas de la variable renta en los grupos “cluster case” ponderada por el número de familias.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

El índice de Gini es una medida de concentración que trata de poner de relieve el mayor o menor grado de igualdad en el reparto del total de los valores de una variable, y por tanto, indica el grado de distribución de esta.

Denominamos concentración a la mayor o menor equidad en el reparto de la suma total de los valores de la variable considerada.

La curva de Lorenz es la representación gráfica de cómo se va acumulando la variable en relación al conjunto de unidades a la que está referida.

En relación al análisis de la renta de los grupos resultantes de nuestro cluster jerárquico, los cálculos necesarios para su cálculo vienen detallados en la siguiente tabla.

Ward Method                            

rentohogar (xi)

ni

Ni

ui=xini

Sui

qi=Sui/un

pi=SNi/N

pi-qi

 

0,00%

0,00%

0,00%

21

13.719,64

1.465

1.465

20.099.279,78

20.099.279,78

8,03%

25,04%

17,01%

22

20.326,49

25

1.490

508.162,24

20.607.442,02

8,23%

25,47%

17,23%

23

25.441,15

352

1.842

8.955.285,19

29.562.727,21

11,81%

31,48%

19,67%

19

31.298,10

117

1.959

3.661.877,99

33.224.605,20

13,28%

33,48%

20,21%

6

34.148,63

48

2.007

1.639.134,01

34.863.739,21

13,93%

34,30%

20,37%

24

36.047,56

311

2.318

11.210.790,01

46.074.529,22

18,41%

39,62%

21,21%

20

36.111,03

1.539

3.857

55.574.873,02

101.649.402,23

40,62%

65,92%

25,30%

18

41.937,61

874

4.731

36.653.467,73

138.302.869,96

55,26%

80,86%

25,59%

4

49.618,30

178

4.909

8.832.057,45

147.134.927,42

58,79%

83,90%

25,11%

5

54.662,05

146

5.055

7.980.658,64

155.115.586,06

61,98%

86,40%

24,41%

3

71.712,47

46

5.101

3.298.773,73

158.414.359,79

63,30%

87,18%

23,88%

1

78.149,12

45

5.146

3.516.710,39

161.931.070,18

64,71%

87,95%

23,24%

8

82.579,59

40

5.186

3.303.183,54

165.234.253,72

66,03%

88,63%

22,61%

9

88.310,36

77

5.263

6.799.898,02

172.034.151,74

68,74%

89,95%

21,21%

14

94.028,74

130

5.393

12.223.736,80

184.257.888,54

73,63%

92,17%

18,54%

39

100.302,09

19

5.412

1.905.739,64

186.163.628,18

74,39%

92,50%

18,11%

7

104.248,83

179

5.591

18.660.540,00

204.824.168,18

81,85%

95,56%

13,71%

2

116.529,33

133

5.724

15.498.400,50

220.322.568,68

88,04%

97,83%

9,79%

25

162.619,09

50

5.774

8.130.954,71

228.453.523,39

91,29%

98,68%

7,40%

32

215.440,98

25

5.799

5.386.024,42

233.839.547,81

93,44%

99,11%

5,67%

26

241.946,84

20

5.819

4.838.936,78

238.678.484,59

95,37%

99,45%

4,08%

28

361.831,94

32

5.851

11.578.621,92

250.257.106,51

100,00%

100,00%

0,00%

 

15,35

3,84

Tabla 24. Cálculos necesarios para la obtención del índice de Gini y curva de Lorenz en base a la información de los grupos.

Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

 

Para calcular el índice de Gini aplicamos la fórmula

ef12

Observamos que hay una concentración media de la renta.

En la curva de Lorenz podemos observar como hay poco nivel de concentración, al situarse cerca de la diagonal.

Gráfico 10. Curva de Lorenz de la variable renta en los grupos “cluster case” ponderada por el número de familias (año 2004).
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Tanto el índice de Gini como la curva de Lorenz, permiten comparar la distribución  de la renta entre diferentes comunidades. El análisis cluster nos ha permitido detectar los valores de renta que son más representativos en los distintos grupos de familias de un solo país, en este caso España, y aplicando la metodología, obtenemos unas medidas de concentración que no tienen en cuenta los valores atípicos lo que habrá que tener en cuenta a la hora de su interpretación .Sirva como ejemplo la renta máxima familiar en la encuesta CAPI 2005 que es de 8.187.000€.

7.4. El Análisis de los grupos de familias empresarias.

Los grupos que se han revelado a sí mismos como grupos de familias empresarias aglutinan a un conjunto de 264 familias de las 5.962 encuestadas, esto es  un 4,42% del total de la encuesta, que ordenados por el número de familias que integran, son:

  • Familias empresarias en las que trabajan 2,77 miembros en la empresa familiar (Ward 14)
  • Familias empresarias en las que trabajan 1,64 miembros en la empresa familiar (Ward 9)
  • Familias empresarias con propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal por valor de 1.067.200€ (Ward 28)
  • Familias con negocios por valor de 12.138.000€ en los que trabajan 2,92 familiares (Ward 32)

 

A continuación mostraremos una serie de gráficos que nos permitirán determinar sus similitudes y diferencias.

Gráfico 11. Proporción de los grupos de familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Gráfico 12. Ingresos anuales en euros de los grupos de familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Gráfico 13. Patrimonio en euros de las familias empresarias en el año 2004, excluyendo el negocio.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.
Gráfico 14. Saldo en euros de los depósitos de las familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.
Gráfico 15. Valor de la Cartera de acciones y fondos de inversión de las familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Gráfico 16. Valor del negocio y de los terrenos y edificios destinados a la actividad por cuenta propia de las familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Nombre del grupo

Familias empresarias en las que trabajan 2,77 miembros en la empresa familiar

(Ward 14)

Familias empresarias en las que trabajan 1,64 miembros en la empresa familiar

(Ward 9)

Familias empresarias con propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal por valor de 1.067.200€

(Ward 28)

Familias con negocios por valor de 12.138.000€ en los que trabajan 2,92 familiares (Ward 32)

Número de familias

130

77

32

25

Renta total del hogar construida, anual 2004

94.028,74

88.310,36

361.831,94

215.440,98

p.2.5. Valor actual de la vivienda principal

383.849,28

369.520,75

1.288.300,00

687.379,08

P.2.12. Pendiente de amortizar de la vivienda principal

24.480,19

8.762,19

51.729,88

2.800,00

P.2.18. Importe mensual préstamo vivienda principal

224,68

105,12

235,94

24,04

P.2.39. Valor propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal

407.074,49

508.017,61

1.067.200,00

1.063.600,00

P.2.43. Ingresos mensuales por alquiler de otras propiedades inmobiliarias

146,06

90,95

656,35

423,69

p.2.22. Metros construidos de la vivienda principal

185,47

193,38

280,72

227,88

p.2.31. Importe mensual del alquiler de la vivienda principal

7,89

24,16

21,88

0,00

p.2.71. Valor total del equipamiento de todas las viviendas

42.769,26

48.341,20

132.173,76

92.592,86

p.2.74. Valor total de automóviles adquiridos en el año 2004

2.023,91

32.783,27

16.101,18

8.547,69

p.2.75. Valor estimado actual de los automóviles del hogar

16.527,97

51.526,75

40.486,63

36.590,81

p.2.84. Valor total estimado de joyas, obras de arte, antigüedades,…

8.477,88

16.216,89

74.497,65

39.693,68

p.3.20.Crédito máximo disponible en líneas de crédito del hogar

3.717,10

2.904,64

15.388,81

10.574,17

p.4.7. Saldo total en cuentas de ahorro vivienda

2.510,62

58,47

949,06

0,00

p.4.7. Saldo total en cuentas no utilizables para realizar pagos

20.630,28

19.253,73

81.043,06

37.940,24

p.4.7. Saldo total en cuentas utilizables para realizar pagos

27.210,72

25.979,89

59.837,67

29.448,21

p.4.8. Ingresos financieros de cuentas no utilizables para realizar pagos

287,48

321,88

1.771,22

1.546,80

p.4.15.Valor de la cartera en acciones cotizadas

31.486,29

21.921,53

227.769,16

128.351,41

p.4.16. Ingresos anuales por dividendos

1.364,95

1.233,86

5.504,35

5.102,81

p.4.24.Valor de la cartera de acciones no cotizadas

108.816,65

29.464,60

271.722,75

2.111.100,00

p.4.25. Ingresos anuales por dividendos de acciones no cotizadas

774,49

82,04

14.016,85

15.136,80

p.4.28.a. Valor de cartera en fondos de inversión

33.365,89

54.333,72

64.189,47

190.524,05

p.4.35. Valor de su cartera en valores de renta fija

1.706,58

156,11

468,75

0,00

p.4.36. Ingresos anuales procedentes de valores de renta fija

48,89

3,12

15,63

0,00

p6.16. Importe mensual de salario remunerado en especie

13,07

11,17

12,21

0,00

p6.35. Miembros del hogar que trabajan en el negocio por cuenta propia

2,77

1,64

1,81

2,92

p.6.382. Porcentaje medio de participación en actividades por cuenta propia

17.221,78

3.352,73

1.126,90

89.890,16

p.6.39. Valor actual del terreno y edificios del negocio por cuenta propia

1.045.000,00

438.910,97

1.894.900,00

4.058.700,00

p.6.40. Valor actual del negocio por cuenta propia excluyendo terrenos y edificios

1.285.700,00

189.766,04

1.070.900,00

12.138.000,00

p.6.402. Automóviles y vehículos en actividades por cuenta propia

6.996,15

23.980,37

7.422,50

14.319,30

p.6.42. Bienes personales en garantía para negocio por cuenta propia

40.834,71

20.351,84

411.337,60

69.706,72

p.6.49. Renta bruta mensual de incapacitados y jubilados

92,20

192,20

280,30

39,21

p.6.64. Rentas anuales de carácter laboral

9.374,14

24.341,40

33.743,98

12.053,35

p.6.68. Ingresos por prestaciones de desempleo

0,00

0,00

0,00

0,00

p.6.72. Ingresos de trabajo por cuenta propia

60.318,99

30.262,71

172.822,32

99.338,66

p.7.2. Ingresos por rentas de la propiedad

1.983,30

1.076,01

11.357,25

5.178,85

p.8.1. Cantidad de efectivo para gastos semanales

297,38

334,19

686,26

621,28

p.8.4. Pago mensual  promedio realizado con tarjetas de crédito y similares

8,69

11,56

23,03

13,96

p.8.5. Importe mensual de las compras que realizan con tarjetas de crédito y similares

493,71

568,03

2.264,19

875,56

p.9.1. Gasto medio mensual total en bienes de consumo

1.640,79

1.852,71

5.104,69

2.724,89

p.9.2. Gastos en comida, dentro y fuera del hogar

674,73

738,66

1.572,38

1.077,59

Tabla 25. Vectores centroide de los grupos de familias empresarias .

Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

 

Los grupos de familias empresarias se han definido a sí mismos como tales por:

  • el número de miembros que ha superado en términos medios a los 1,64 familiares.
  • Por los elevados valores de los ingresos por cuenta propia, que son la mayor fuente de ingresos para la familia en todos los grupos, seguidos muy de cerca por los ingresos de carácter laboral.
  • Por preferir la renta variable a la renta fija como vehículo para canalizar sus ahorros, ya que los valores de la partida “p.4.35. Valor de su cartera en valores de renta fija” son despreciables en relación al resto de la cartera.

 

Desde el punto de vista de los ingresos familiares, la principal fuente de ingresos, como ya hemos dicho, son los ingresos del trabajo por cuenta propia, que curiosamente no dependen de la dimensión del negocio.

En el gráfico 12, podemos observar como el grupo que mayores ingresos genera por este concepto, y por rentas de carácter laboral, es el grupo Ward 28 dónde el valor del negocio y su inmovilizado es aproximadamente un 8,8% del valor del negocio en el grupo Ward 32, que es el que posee mayor patrimonio.

El grupo Ward 14 y Ward 19, son muy similares desde el punto de vista de los ingresos. En ambos casos los ingresos de otras propiedades inmobiliarias, por dividendos y de rentas de la propiedad son muy bajos. Además, la suma de los ingresos de la actividad por cuenta propia y los de carácter laboral son muy parecidos, entre los 54.604€ y los 69.693€.

Sin embargo, existen diferencias significativas respecto al valor del negocio y sus activos. El grupo Ward 14 posee un negocio por valor de 1.285.700€ cuyos terrenos y edificios están valorados en 1.045.000€, mientras que el grupo Ward 19 posee un negocio por valor de 189.766€, y en terrenos y edificios 438.910,97€ (menos de la mitad que el grupo Ward 14).

Esto nos lleva a concluir que la competitividad de las empresas familiares españolas no está relacionada con su dimensión, y tampoco con el número de miembros de la familia involucrados en la empresa. Por el contrario, cuantos menos miembros familiares trabajan en la empresa, mayores son los ingresos en relación al patrimonio empresarial.

 

Entendemos que en este tipo de familias, los ingresos de carácter laboral y por actividades por cuenta propia tienden a confundirse, debido a que el capital es propiedad de la familia y el trabajo se retribuye en función de las necesidades del familiar. Por tanto, para analizar la productividad de la familia en relación al negocio compararemos los ingresos por estos dos conceptos en relacion al patrimonio empresarial encuestado, esto es, el valor del negocio más el de los terrenos y vehículos dedicados a él.

 

Ward Method                            

14

9

28

32

Ingresos procedentes del negocio familiar[2]

71.832,57€

55.920,00€

226.087,51€

131.631,62€

Patrimonio empresarial familiar[3]

2.337.696,15€

652.657,39€

2.973.222,50€

16.211.019,30€

Productividad

3,07%

8,57%

7,60%

0,81%

Tabla 26. Ratio de productividad del capital de los grupos familias empresarias .

Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

 

El euribor se situó en el año 2004, en un intervalo comprendido entre el 2,055% en marzo y el 2,404% en Junio. Si lo utilizamos como umbral mínimo de rentabilidad empresarial observamos que todos los grupos lo superan, exceptuando el grupo Ward 32, del que sorprende la baja productividad siendo el que posee mayor patrimonio.

Atendiendo a la rentabilidad procedemos a clasificar a los grupos de familias empresarias:

  1. Grupos de baja productividad del capital, aquellos que no superan el tipo euribor en el año 2004, y que se corresponden con el grupo Ward 32. Suponen un 10% de las familias empresarias.
  2. Grupos de productividad media del capital, que no superan el 7% de retorno en la inversión, y que se corresponde con el grupo Ward 14. Suponen un 49% de las familias empresarias.
  3. Grupos de alta productividad del capital, que superan el 7% en el retorno de la inversión, esto es, los grupos Ward 9 y Ward 28. Suponen el 41% de las familias empresarias.

 

Estas cifras dan una idea de la elevada productividad en términos generales de la empresa familiar en España.

 

Respecto a la forma de canalizar el ahorro de las familias, se observa que en términos generales, tienen aversión a la renta fija, en términos generales. Los que más utilizan los valores de renta variable y los fondos de inversión como forma de ahorro son los grupos Ward 28, y Ward 32. El primero como forma de canalizar sus elevados beneficios, que también se manifiestan en el preponderante valor de sus depósitos en cuentas no utilizables para realizar pagos. El segundo, como forma de ahorro en un sentido más estricto, prefiriendo los fondos de inversión a la inversión en renta variable.

Aunque las sociedades en régimen de transparencia fiscal, parecen abocadas a la desaparición, el grupo Ward 32 sería el candidato perfecto debido al elevado valor de sus activos, y a su bajo nivel de productividad. De forma más clara, el negocio en el grupo Ward 32 es una forma de proteger las posesiones de la familia frente a la progresividad del tipo impositivo en los impuestos directos.

Si relacionamos el valor de la vivienda de las familias empresarias con los ingresos procedentes del negocio familiar obtenemos un coeficiente de correlación positivo del 99,42%. Esto es, una relación proporcional prácticamente perfecta.

En cuanto a bienes de los que disfruta directamente la familia, véase el gráfico 13, el grupo Ward 28 es, en consecuencia, el grupo familiar que disfruta de una vivienda de mayor valor, y de otras propiedades inmobiliarias similares al grupo Ward 32. También es el que dispone de un mayor equipamiento en sus viviendas y de más joyas y obras de arte.

El valor de los automóviles para uso familiar es muy similar en los grupos Ward 9, Ward 28 y Ward 32, entre los 36.590 y los 51.526€.  Curiosamente, el mayor valor de los automóviles para uso familiar no corresponde al grupo de mayor patrimonio sino al de mayor productividad, esto es, el Ward 9.

La información de carácter cuantitativo, sugiere multitud de hipótesis de carácter cualitativo en relación a las formas de generar riqueza de las familias empresarias, y sobre el por qué, con independencia del sector de actividad al que pertenecen existen similitudes tan estrechas en relación con los hábitos de consumo y los ratios de productividad.

Sería necesario un estudio de carácter cualitativo para ampliar su comprensión sobre como actúan como agentes económicos en el escenario del mercado, trabajo que quedará emplazado para posteriores investigaciones.



[1] Los grupos se ordenan en orden descendente en función del número de familias que incluyen.

[2] En el caso de las empresas familiares, definimos los ingresos procedentes del negocio familiar como la suma de las variables p.4.16. Ingresos anuales por dividendos”,”p.4.25. Ingresos anuales por dividendos de acciones no cotizadas”,”p.6.64. Rentas anuales de carácter laboral” y ”p.6.72. Ingresos de trabajo por cuenta propia”.

[3] Obtenemos el patrimonio empresarial familiar como la suma de p.6.39. Valor actual del terreno y edificios del negocio por cuenta propia”,”p.6.40. Valor actual del negocio por cuenta propia excluyendo terrenos y edificios” y “p.6.402. Automóviles y vehículos en actividades por cuenta propia”

Economía Simbiótica. Introducción

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

1.   Introducción

1.1. Objeto de estudio

Los primeros años del siglo XXI están resultando algo turbulentos al igual que ocurrió al comienzo del siglo XX. Una profunda crisis se cierne sobre nuestra sociedad globalizada inundando todos los aspectos humanos de la sociedad: en el ámbito económico, la caída de Lehman Brothers fue el disparo de salida de una carrera de adquisiciones, fusiones, bancarrotas que aún a día de hoy no ha finalizado y que ha sido causada en última instancia por las prácticas poco ortodoxas de un sistema financiero cuyo único objetivo ha sido el maximizar el beneficio a corto plazo para repartir dividendos a sus accionistas.

Las similitudes con la crisis de 1929 han impulsado a los Estados tradicionalmente más liberales, como es el caso de Estados Unidos, a tomar medidas de carácter proteccionista asumiendo parte del control de los Consejos de Administración de algunas entidades, y adquiriendo “activos tóxicos” a costa del endeudamiento de las arcas del Estado, que en última instancia acabará siendo pagado por todos los ciudadanos.

La crisis no es sólo una crisis económica, es una crisis profundamente humana en la que todo lo que dábamos por establecido se tambalea, en la que vivimos las consecuencias de un siglo XX dónde las ideologías tecnocráticas han acabado por transferir principios a los valores del individuo, y el individuo ha actuado no como ser humano, sino como pieza de una engranaje gobernado por una reglas inhumanas.

Las preguntas que trata de responder el presente trabajo de investigación son: ¿Por qué hemos llegado a la situación actual?, ¿Cómo es posible que el ser humano haya llegado a extremos tan absurdos como para hacer tambalear la estabilidad económica mundial apostando en el mercado de opciones y futuros, planes de pensiones y recursos indispensables para la economía real?

La respuesta no se haya solamente en un modelo matemático, ni en una práctica aislada de un individuo. Tal vez, sí en un modelo de teoría de juegos donde el hombre carece de toda dimensión ética y de todo altruismo, y donde las expectativas racionales no contemplan otro beneficio que no sea el propio en términos exclusivamente fiduciarios.

Aunque se usan como sinónimos los términos fiduciario y económico, ambas realidades no son semejantes. Lo fiduciario forma parte de lo económico. Lo económico alberga todas las negociaciones que aspiran a cerrar una transacción entre seres humanos para resolver los fines que cada individuo pretende alcanzar. Lo económico no es siempre algo recíproco, y en ocasiones, la economía resuelve las necesidades de los individuos de forma gratuita, o accesoria a otras transacciones recíprocas.

Muchos son los economistas que desde finales del siglo pasado vienen advirtiendo que el hombre no es un mero “homo economicus” que actúa por el  propio beneficio y que busca desesperadamente maximizar su utilidad marginal cuando consume. El hombre es mucho más y tiene en cuenta no sólo unas pocas variables elegidas para poder explicar un comportamiento en términos matemáticos. El hombre es un ente con la capacidad suficiente para controlar multitud de variables intangibles que no tienen por qué respetar el principio de racionalidad. El hombre puede valorar su entorno y las consecuencias de todos sus actos sobre sus semejantes. Hasta no hace mucho, el hombre estaba gobernado por la ética, percibía de forma positiva las buenas prácticas económicas, sociales y políticas, condenaba los abusos de poder y los comportamientos no acordes con el Derecho Natural. Sin embargo, en la sociedad actual, la mera afirmación de una verdad universal parece una locura a los ojos de todos. Todo es opinable, y lo opinático parece restar validez a lo que la Metafísica o la Ética lleva descubriéndonos a lo largo de la Historia.

El Positivismo, el Liberalismo, el Comunismo… y toda utopía tecnócrata que no respeta un fundamento ulterior de la persona humana acaba convirtiendo al ser humano en una pieza de un mecanismo que no tiene sentido, pues construido por hombres no sirve a ninguno de ellos, y buscando un bien común, perjudica a todas  y cada una de las instituciones sociales que han permitido el verdadero desarrollo de la humanidad.

El individualismo nihilista de nuestra sociedad ha transmutado el espíritu de la democracia clásica en una democracia de consumo, en la que el individuo expresa su identidad en la sociedad a través de la compraventa de bienes y servicios. Instituciones como la familia se ven gravemente amenazadas. La tasas de natalidad caen en picado por debajo de la tasa de reemplazo poblacional, y el drama de los masivos movimientos migratorios hacen que los pueblos pierdan su identidad y queden desarraigados en un mundo que, aunque es global, mantiene a los individuos desconectados de su identidad como seres humanos.

Vivimos en la sociedad del corto plazo. La Política y el Derecho contemplan cada vez menos las necesidades lógicas de una sociedad que aspira a desarrollarse más allá de un horizonte temporal de seis meses, basándose en la información de sondeos estadísticos y en una ley de los grandes números aplicada sin demasiado criterio ni recursos económicos suficientes para garantizar su representatividad.

La crisis es global y exige un replanteamiento drástico de lo que entendemos por economía. Debemos comprender que aunque hemos maximizado beneficios fiduciarios, hay un objetivo superior y más importante que no hemos cubierto y que hoy echamos en falta: la felicidad de los hombres y su libertad ontológica.

Existen multitud de activos, denominados en muchas ocasiones inmateriales, que nunca han formado parte de un modelo ARIMA, y otros muchos que fluyen de forma gratuita y que han resultado invisibles porque no se han valorado en términos monetarios.

La economía del siglo XXI debe ser la economía de la responsabilidad de una humanidad capaz de equiparar espiritualmente su gran desarrollo tecnológico. Los economistas no deben valorar las transacciones únicamente en términos monetarios, si no que deben aspirar a abarcar la gran riqueza de las relaciones humanas que generan valor, aunque este valor no sea cuantificable en términos fiduciarios.

Conceptos clásicos como el de oferta, demanda, mercado, libre competencia, … que se han desarrollado fundamentalmente en el siglo XVIII y XIX, bajo premisas simplistas y condiciones “ceteris paribus» para poder abarcar su análisis desde un punto de vista teórico, han de ser reformulados contemplando todas aquellas variables y circunstancias que en su día no se incluyeron. Esto es hoy posible, gracias a las enormes posibilidades de la tecnología, y en especial del desarrollo que los medios de computación nos brindan en la actualidad. No está exento sin embargo de dificultades este proceso. Es necesario el desarrollo de nuevas técnicas prospectivas que sean capaces de describir sin prejuicios lo que ocurre en el mundo real.

La economía, más que nunca, ha de ser ciencia y superar toda premisa “a priori” sobre lo que debe ser la realidad. Más bien debe contemplarla y aprender de ella, para no acabar modificándola según lo que se supone que debe ser “lógico” o “racional”. Si los técnicos presuponen que el hombre es un ser egoísta, acabarán ofreciendo soluciones egoístas a los hombres, aun cuando la solución lógica no contemple el objetivo de maximizar los beneficios.

No es ético presuponer absolutamente nada de los agentes económicos que interactúan en el mercado, ni simplificar sus expectativas para facilitar el análisis, porque disponemos de las herramientas que los economistas clásicos no tuvieron, y que sin lugar a dudas hubieran usado de haber podido.

Siguiendo a Buchanan, diremos que el mercado es el escenario en el que los agentes económicos se desenvuelven, y no por una única razón, sino por múltiples razones, y no se relacionan de una forma única, si no de múltiples formas. El mercado es un escenario y debemos identificar los agentes reales para conocer sus intenciones, respetar su naturaleza y determinar como influyen en la felicidad de las sociedades y en su desarrollo.

Amartya Sen, advierte que el concepto de “Bienestar Social” limita el desarrollo de las sociedades, pues está orientado a cubrir mínimos, y sobre todo a cubrir necesidades materiales, cuando el desarrollo del ser humano va más allá.

Humildemente, y conscientes de la gran dificultad que supone asumir esta nueva concepción de la economía, proponemos revisar la dialéctica económica histórica que nos ha llevado a nuestro modelo económico actual, para descubrir alguna de las limitaciones que la ciencia económica se ha impuesto a sí misma.  Tendemos a pensar que el primer gran diseño sobre los intercambios económicos y los problemas que de ello se derivan se debe a Adam Smith, pero el pensamiento económico viene de mucho más antiguo, sobre todo del pensamiento ético sobre la economía, campo espléndidamente desarrollado por la Filosofía Clásica, el Estoicismo y especialmente la Escolástica.

Nuestra crisis es una crisis ética, y una economía formulada al margen de la ética ha demostrado carecer de sentido para una humanidad que aspira al desarrollo cierto.

Trataremos en el presente trabajo de identificar agentes en el mercado real a partir de la encuesta CAPI 2005 de familias que elabora el Banco de España. Si bien en este encuesta no están las entidades anónimas, si están la personas que participan en ellas y que finalmente toman las decisiones que se transforman en negociaciones y relaciones mercantiles.

Nuestro objetivo último es sentar las bases de una metodología que se aplicará de forma mucho más extensa en la tesis doctoral del autor de este trabajo de investigación. Una vez identificados los perfiles de los agentes, habrá que aplicar técnicas de Estadística Cualitativa para descubrir las motivaciones que impulsan a éstos a establecer relaciones económicas.

Más importante que el cuanto, es el cómo, cuando nos alejamos del Marginalismo hacia la Simbiótica.


1.2. Descripción de los capítulos.

En el capítulo 2 exponemos que la visión intrahistórica de la realidad económica impide ver que la Economía es consecuencia de las actuaciones de los individuos, y en último extremo, de su forma de concebir la realidad. Multitud de prejuicios nublan nuestra creatividad y debemos recurrir al pasado para comprobar que las negociaciones y transacciones no tienen por qué ser entendidas como lo son en la actualidad.

Recurrir al pasado remoto, nos permite corroborar esta afirmación, así encontramos que maximizar el beneficio no fue siempre la prioridad de los agentes económicos, puesto que esta característica económica del individuo se veía enriquecida con una dimensión mucho más humana basada en el respeto y en la búsqueda de la satisfacción mutua.

El Análisis Económico, en los términos iniciados por A. Smith, se ha ido desvirtuando y alejando de la realidad paulatinamente a medida que la aplicación de modelos matemáticos exigía la fijación de presupuestos de partida. La propia realidad se ha ido alimentando de esta forma de concebir la Economía hasta el punto de que el “homo economicus” definido en la teoría ha acabado influyendo en el hombre económico real y su forma de negociación.

En la competencia perfecta, no hay competencia, pues en esta influyen multitud de variables, muchas de ellas cualitativas que la simplicidad de los modelos “a priori” no puede contemplar.

Incluso contando con los instrumentos de cambio actuales es imposible lograr la igualdad de oportunidades en el acceso a los mercados, generándose diferencias abismales entre el precio y el valor intrínseco de las mercancías y servicios. Sólo la Ética parece garantizar la competencia perfecta al poner a los agentes en un plano de igualdad en la negociación.

La Economía no surge del encuentro de oferta y demanda, si no que es un complejo sistema en el que se establecen relaciones más parecidas a la simbiótica que a la intersección de dos funciones que dependen de dos magnitudes: cantidad y precio.

Este nuevo enfoque precisa de una visión integral que considere tanto la dimensión microeconómica de los agentes autodefinidos por sus características propias, como una dimensión macroeconómica que contemple las consecuencias de sus formas de establecer relaciones con otros agentes y negociar en la Economía Global, en la que cada acción del agente tiene consecuencias sobre terceros que no participan en la negociación.

En el capítulo 3 exponemos que para que pueda haber competencia perfecta en los mercados es necesario que los agentes concurran en igualdad de condiciones a la negociación, y esta igualdad de condiciones debe basarse en el respeto del valor de los objetos comerciados. El dinero otorga mayor poder de negociación a los que lo poseen. Por tanto, la ética es el único mecanismo capaz de poner a los agentes en igualdad de condiciones.

El problema esencial de la Ética es definir el fundamento de carácter moral de la toma de decisiones. Si existe un basamento transcendente, el hombre se perfeccionará con la Ética y responderá a unos cánones de actuación definidos por el Derecho Natural. Si no existe este basamento, no existe el comportamiento ético, y el hombre tenderá a construirse según el interés personal mientras el Derecho Positivo únicamente busca el equilibrio del sistema sin aspirar a un bien mayor.

Sin Ética, no es posible la igualdad de oportunidades, puesto que los agentes no valorarán las circunstancias de la contraparte más allá de las consecuencias que estas puedan tener para con su propio beneficio.

Las organizaciones de carácter anónimo que se rigen por la ley de la oferta y la demanda intentan ser coherentes con la Justicia Social, pero en multitud de ocasiones no lo consiguen, debido precisamente a su naturaleza anónima y a competir en mercados en que sólo se tiene en cuenta el beneficio unilateral de las organizaciones.

La Doctrina Social de la Iglesia se fundamenta en la existencia de un Dios que nos muestra un conjunto de normas inherentes al ser humano que permiten que éste se perfeccione como ser trascendente. La Doctrina Social de la Iglesia es expresión de la Ética propia de nuestra herencia greco-latina y ha de ser tenida en cuenta a la hora de valorar la calidad moral de las actuaciones de los individuos.

En el capítulo 4 nos referimos a la familia como unidad básica de la Economía. Las familias interactúan, generan empresas de carácter anónimo y soportan los fondos de la Economía Financiera. Hay una amplía tipología de agentes, y hemos elegido uno de ellos profusamente estudiado en los últimos años: la Empresa Familiar.

El motivo de esta decisión es por su doble vertiente mercantil y humana.

La Empresa Familiar se caracteriza porque el control de la empresa recae en el seno de la familia y la toma de decisiones, expresada por su forma de gobierno, establece un comportamiento que podemos calificar desde la perspectiva de la Ética.

Existen múltiples definiciones “a priori” sobre lo que es una Empresa Familiar. Dependiendo de la definición que utilicemos, los análisis estadísticos nos dirigirán a las conclusiones más dispares.

En este estudio, proponemos una definición de Empresa Familiar concebida desde una perspectiva simbiótica e íntimamente relacionada con la competitividad de este tipo de organizaciones.

En el capítulo 5 analizamos la empresa familiar desde una perspectiva macroeconómica que de forma generalmente aceptada constituye una realidad evidente en todas las economías nacionales a lo largo de la Historia, por este motivo los gobiernos y los organismos supranacionales tienen interés en proporcionar recomendaciones sobre la definición de PYMES y microempresas. Si bien es verdad que no todas las PYMES son empresas familiares, si lo son un elevado porcentaje de ellas, colectivo al que debemos añadir las empresas familiares de gran dimensión.

En este tema hemos especificado cifras de la presencia de las empresas familiares en la estructura económica mundial y particularmente en el marco español.

En el capítulo 6 analizaremos la dinámica interna de la Empresa Familiar, constituida por individuos que se relacionan en base a relaciones de consanguinidad, familiaridad y/o contractuales. Estas relaciones determinarán las peculiaridades de la familia empresaria, y dotarán al negocio familiar de capacidad de supervivencia y competitividad.

Las relaciones internas generan una forma concreta de conectarse con el entorno, y establecen el grado de esfuerzo colectivo para que la reputación de la familia sirva como garante de las negociaciones con terceros.

Nos referiremos al gobierno de la Empresa Familiar donde las relaciones de carácter informal acaban plasmándose en los organismos y en las formas de gobierno variando substancialmente el grado de compromiso a medida que la empresa aumenta su dimensión.

En muchas ocasiones la Empresa Familiar parece abocada a convertirse en una entidad anónima, pudiendo en muchas ocasiones perder los matices que la dotaban de una especial competitividad.

En el capítulo 7 recurriremos al análisis multivariante que ofrece las herramientas necesarias para establecer grupos y descubrir variables sombra que van a ayudarnos a comprender mejor la realidad. Lo hemos utilizado para encontrar grupos de agentes homogéneos que se han definido a sí mismos por sus características comunes, y se han manifestado como actores de la Economía Simbiótica.

La búsqueda de factores que nos permitan reducir la multitud de variables y aumentar la precisión de los atributos que definen a cada familia, los obtendremos a partir del análisis factorial.

Gracias a un análisis de cluster jerárquico obtendremos  los grupos de familias que se revelan como familias empresarias. Es necesario identificar a los agente reales y valorar las consecuencias de sus valores y actuaciones sobre la Economía Real, para fomentar los que son beneficiosos e identificar las imperfecciones que la búsqueda del mero beneficio tienen en la Economía de las diferentes naciones.

 

En el capítulo 8 realizaremos una síntesis de lo expuesto en el presente trabajo de investigación y añadiremos nuestras conclusiones.


1.3. Agradecimientos.

En primer lugar, es de obligado cumplimiento, el expresar mi más ferviente agradecimiento y admiración por mi Director de Tesis, Profesor Doctor y Catedrático Don Antonio Franco Rodríguez de Lázaro, al que me une una inmensa amistad, que ha guiado mis pasos desde que era un simple alumno en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad San Pablo CEU.

Muchos han sido los momentos de desánimo, de dudas, y siempre he encontrado en su persona un buen consejo, una palabra de aliento. Una de las razones por las que soy economista, es sin duda por su apoyo incondicional.

No he conocido a ninguna persona de más calidad humana y más categoría moral el profesor Franco, sin el cual este trabajo de investigación hubiera sido imposible, y sin lugar a dudas infinitamente más pobre.

Atento siempre a ofrecerme bibliografía, artículos y lo más importante, la riqueza de su reflexión, ha conseguido transmitirme el espíritu de una economía cuantitativa que aspira a medir lo no cuantificable, y que la metodología matemática debe ser útil, práctica y eminentemente real.

A Raquel Ibar, muy especialmente, por ayudarme a recodificar y seleccionar las variables, así como diseñar las técnicas de análisis multivariante junto a mi Director de Tesis. A Pilar Ordás por supervisar este trabajo de investigación. Ambas son grandes profesionales de la enseñanza y de la técnica estadística y sin ellas no podría haber realizado este estudio. Me siento profundamente afortunado de contar con su consejo y su cariño.

A Justo Sotelo Navalpotro, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad San Pablo CEU por dedicar su tiempo a supervisar el presente trabajo y aconsejarme sobre futuras líneas de investigación que lo complementen.

A Don José Rodríguez de Diego, al que le debo largas horas de conversación sobre la Doctrina Social de la Iglesia que gobierna los principios morales de este trabajo de investigación, y la visión más amplia de un excelente economista, que además de abogado, ha ejercido ambas profesiones con dedicación y esmero.

A Marisa Herranz por ayudarme en la pesada labor de revisión del texto, notas al pié, … sus apuntes sobre el borrador de este trabajo lo han dotado de mayor consistencia, coherencia y claridad.

A don Andrés Gutierrez Catedrático de Matemáticas de la Universidad CEU San Pablo por su ánimo constante y su visión de lo que es la vida universitaria auténtica, y al resto de mis compañeros de departamento a los que me siento tan unido.

Como no, a mis padres, que asumieron los costes de mis estudios y me pusieron en contacto con la realidad de la Empresa Familiar, y por extensión, con el resto de agentes económicos con lo que ha interactuado nuestra empresa.

Finalmente, he de agradecer varios cambios de timón en la formulación de este trabajo a dos Papas: el primero, Juan Pablo II, del que aprendí que las instituciones no son ni buenas ni malas, en sí mismas, ya que la característica ética recae sobre el individuo que es el que actúa bien o mal.  Esto tuvo una especial repercusión en el verano del año 2007 en que empecé a redactar este trabajo, pues todas las consideraciones sobre la bondad de las organizaciones para con la sociedad tomaron una dirección completamente nueva para mí.

Por otro lado, a nuestro actual Papa, Benedicto XVI, quien en su última encíclica “Caritas in Veritate” me ha transmitido la tranquilidad de que lo que aquí se dice no es un mero capricho innovador de la técnica económica, si no una demanda de la humanidad entera que busca recobrar su centro. El concepto de desarrollo en las líneas que siguen está alumbrado por esta encíclica.

Para todos ellos mi más sincero y profundo reconocimiento.

El Hombre como activo fundamental en la Economía a la luz de “Caritas in Veritate”

XVII Asamblea General Ordinaria del Foro de Laicos. El tiempo que vivimos: libertad religiosa y crisis económica.

 

El Hombre como activo fundamental en la Economía a la luz de “Caritas in Veritate”

Antonio Franco Rodríguez de Lázaro
Antonio Franco Rodríguez de Lázaro

Antonio Franco Rodríguez de Lázaro, Catedrático de Estadística de la Universidad CEU San Pablo.

 

La falta de ética en la actividad económica es una cuestión que ha preocupado a los hombres desde la antigüedad. Ya en la Biblia aparece:

“Entre la juntura de las piedras se clava la estaca, y entre la compra y la venta se desliza el pecado”[1]. Eclesiástico 27,2

En las sociedades antiguas las grandes acumulaciones de capital pertenecían a familias y a individuos, y por tanto las decisiones económicas estaban impregnadas de ética, ya fueran buenas o malas. El ser humano tiene la capacidad inherente de ser ético, con independencia de la calidad de sus acciones.

Sin embargo, con la aparición del capital anónimo, que es un ente no humano, esta cualidad ética desaparece. El capital anónimo genera estructuras de poder despersonalizadas aunque estén formadas por hombres porque no sirven al propio hombre sino a la simple acumulación de capital.

Las entidades de capital anónimo, por tanto, no surgieron como entes éticos, sino para diversificar riesgos y generar beneficios cuantificables por terceros a los que deben un rendimiento, ya sea en dividendos o en valor de las acciones.

Si en esas organizaciones no hay hombres de un profundo calado ético, es tremendamente fácil que acaben tomando decisiones que sacrifiquen el bienestar general a cambio del personal.

A día de hoy estos procesos de control de las organizaciones proliferan a todos los niveles donde hay seres humanos coherentes y responsables para con su comunidad, sin embargo, la complejidad de los nuevos mercados multinacionales y de derivados financieros empieza a hacer ineficiente la capacidad de los estados de legislar, controlar y sancionar los comportamientos oportunistas.

El capital anónimo se alimenta del ahorro que procede del trabajo de las familias y  si las familias no son conscientes de la responsabilidad con los demás, con la sociedad global, y solo buscan maximizar su beneficio monetario, pueden perjudicar a otros colectivos desconocidos para ellas. La única forma de control ético del capital anónimo es que los ahorradores conozcan el destino cierto de estos recursos.

Por otro lado, es necesario que se propicien entornos de trabajo más humanos y organizaciones que atiendan las necesidades de los individuos que las conforman, mejorando sus condiciones de trabajo y posibilitando su desarrollo integral como miembros de nuestra sociedad. Los trabajadores deberán sentirse parte de la empresa, y dedicar sus esfuerzos al bien común en vez de partir de planteamientos egoístas.

La actual crisis económica está sirviendo de excusa para que algunas empresas bajen los salarios, aumenten las jornadas laborales de forma abusiva y reduzcan sus plantillas con el objetivo de maximizar beneficios, sin tener en cuenta las consecuencias que se derivan sobre los trabajadores y sus familias.

Los trabajadores por su parte se sienten utilizados, ven a la empresa como su enemigo y trabajan sin ilusión, tratando de maximizar su beneficio personal.

Ambos, trabajadores y empresas, no se sienten parte del sistema, e intentan evitar sus obligaciones con el Estado y, en última instancia, con el resto de la comunidad.

La necesidad ética llega incluso a los que integran los gobiernos y los partidos políticos, pues de no ser capaces de actuar de forma ética los ciudadanos estarán a expensas del poder económico de organizaciones de capital anónimo cuyos intereses no tienen por que coincidir con los generales. La crisis de la democracia liberal se hace evidente por la carencia de ideología que perciben los ciudadanos en los políticos, como individuos que únicamente buscan el voto sin ninguna aspiración de desarrollo de la sociedad.

El cumplimiento estricto de la política del bienestar se limita a garantizar mínimos, sin embargo, no contempla el perpetuo desarrollo al que el hombre debe aspirar. No basta con dar mínimos a los que menos tienen, es necesario que la sociedad entera mejore en todos los aspectos y especialmente en el ámbito cultural y espiritual.

“Caritas in Veritate” es ante todo un canto a la integridad del ser humano y una defensa de su desarrollo, pero no se propone ninguna medida de carácter concreto, simplemente nos pide un cambio de actitud en relación con los demás y muy especialmente en las relaciones de carácter económico que surgen en las sociedades y que deben ser éticas, solidarias y cuidadosas con el valor de la vida humana y su desarrollo. Nos corresponde a nosotros tomar las decisiones oportunas para lograr que el sistema económico y político de nuestras sociedades facilite y admita esa nueva forma de entender el valor.

La gran denuncia de la Encíclica es que la vida humana se considera como un bien material sujeto a la ley de la oferta y la demanda, supeditándose el desarrollo integral del hombre al desarrollo cuantificable de las Economías en términos monetarios.

La solución no es fácil, ni cortoplacista. Las políticas de la democracia liberal actual se orientan cada vez más a solucionar problemas a corto plazo sin contemplar el horizonte natural de una sociedad que aspira a vivir toda una vida.

¿Cómo podemos solucionar la decadencia de la ética en nuestros tiempos y garantizar la riqueza en el sentido más amplio para las generaciones venideras?

En primer lugar, no es nada nuevo, que la educación es la herramienta fundamental del futuro de una nación. La educación da al individuo fortaleza, conocimiento de los errores pasados, capacidad de resolver situaciones imprevistas y el tiempo de reflexión necesario para lograr el compromiso del nuevo miembro de la sociedad con los valores que la han sostenido. En este sentido, debo puntualizar que educación no es escolarización.

Una sociedad que aspira al crecimiento debe contar con los mejores profesionales, y si aspira a aumentar la calidad de vida de sus ciudadanos debe contar con las mejores personas. Es necesario que el individuo piense con autonomía para poder hacer suyo el comportamiento ético. También es necesaria una formación en valores, actualmente en desuso.

La educación actual tiene como principal objetivo la especialización de los futuros profesionales, dejando de lado una visión más amplia que aspire a la formación de hombres en el más amplio sentido de la palabra. Es necesario aumentar los niveles de exigencia, incrementar los conocimientos impartidos, fomentar el espíritu crítico y la capacidad de comprender la realidad.

En segundo lugar, siguiendo la distinción entre equidad y caridad, para que podamos ser caritativos antes debemos ser justos y dar a cada uno lo suyo. De la misma manera, no podemos consentir que organizaciones sin ánimo de lucro cuya finalidad es resolver problemas por los que otros generan un beneficio monetario estén sometidas a unas leyes del juego que las discriminan, impidiendo en ocasiones el ejercicio de su actividad.

Nuestra sociedad debe ser capaz de valorar las actividades desempeñadas de forma gratuita, pues la gratuidad no es sinónimo de ausencia de valor, aunque por desgracia en nuestros tiempos estos conceptos se equiparan con demasiada frecuencia.

Para que sea posible la libre competencia es necesario que los individuos concurran en igualdad de condiciones para poder negociar, sin embargo, en la realidad siempre uno de los negociadores posee mayor poder de negociación. Si la transacción se realiza conforme al valor de uso de los bienes la transacción será justa, pero si se realiza en relación al valor de cambio, influido por el poder de negociación, se estará practicando un abuso del otro, y por tanto no habrá libertad. Por tanto la sociedad necesita de hombres éticos para poder disfrutar de una economía justa.

En tercer lugar, es fundamental el facilitar y promover relaciones económicas basadas en el principio de convivencia, para los no creyentes, ó de comunidad cristiana para los que estamos aquí, en las que ganamos todos. Estas relaciones que se dan con frecuencia en el seno de las familias, entre las amistades, incluso de forma informal en el seno de las empresas y que resuelven problemas que de otra manera no podrían ser solucionados están siendo gravemente amenazadas, por la creencia extendida de que el único valor es el dinero.

La Economía está impregnada de fe con minúscula. Cuando realizamos una transacción tenemos fe en recibir la contrapartida, cuando aceptamos un billete tenemos fe en que vale lo que dice valer, y lamentablemente, se suele creer que el hombre es un ser egoísta que solo mira por su propio beneficio y que el mundo no puede cambiar. Esto es algo profundamente anticristiano, pues Cristo realizó el sacrificio máximo que es dar su vida por nosotros para que cambiáramos y fuéramos hombre nuevos.

¿ Por qué nosotros no creemos que podemos cambiar ?

Los economistas somos en gran medida responsables de este equivoco al no tener en cuenta la generación de valor de forma gratuita. El siglo XXI, nos exige medir la realidad tal y como se presenta, y lo más difícil, preocuparnos más por la calidad de las relaciones humanas que por la cuantía de las transacciones que generan.

En cuarto lugar, es necesario volver a tener pirámides de población equilibradas con generaciones de jóvenes con capacidad para el desempeño de sus trabajos y oportunidades para el mantenimiento de sus familias. Si no fomentamos la familia y las oportunidades para las nuevas parejas de tener hijos estaremos abocados a movimientos migratorios masivos que amenazan incluso con hacer desaparecer las identidades nacionales. En vez de promover el aborto, se deben dar alternativas que respeten la libertad de la madre y el derecho a la vida del nonato.

La vida humana es nuestro mayor tesoro y debemos protegerlo desde la conciencia, la lógica y el dialogo.

La familia debe ser la institución fundamental en la que se base la comunicación de la justicia y la bondad de nuestros ciudadanos.

En quinto lugar, y siendo conscientes de que es la medida más difícil e incontrolable desde la autoridad, todos y cada uno de nosotros debemos asumir el compromiso que tenemos para con nuestros semejantes sea donde fuere el lugar que ocupemos en la sociedad, siguiendo el mandato: “Amaros los unos a los otros como yo os he amado”. Si no somos capaces de abrir los ojos y contemplar como la riqueza fluye a nuestro alrededor en forma de intangibles y bienes libres, que la integridad y el respeto son valores de inmenso valor, que la decencia de los otros es la garantía de nuestra propia seguridad,… Si no somos capaces, las dinámicas miopes del beneficio a corto plazo hipotecaran el bienestar futuro de la humanidad entera.

Estamos en un momento crucial para el futuro de la Humanidad, en el que se presiente un cambio en el modelo social y en el modelo económico, ambos interdependientes. Necesitamos nuevos modelos más acordes con nuestra condición de seres humanos para no tener que vivir una bipolaridad entre nuestra actuación económica y nuestro sentir ético.

Como conclusiones:

  1. Hay que ser consciente de que la situación actual es insostenible a largo plazo.
  2. El cambio debe empezar por nosotros mismos con un cambio de actitud, más responsable para con los demás.
  3. Hay que tener Fe en la Verdad Absoluta y en la capacidad de conversión del ser humano.
  4. La pregunta de si es posible una nueva sociedad sin Dios. Para un católico la respuesta es evidente, sin embargo, debemos confiar en la bondad del ser humano aunque carezca del don de la Fe. El S.P. Benedicto XVI recurre al término “logos” para referirse a esa voz interior que nos dicta lo que debemos hacer, y este término apela a todos los individuos con independencia de su condición religiosa.
  5. El enemigo del hombre es todo lo que le deshumaniza y le hace vivir conforme a unas reglas al margen de la ética.
  6. El mayor activo es el ser humano, el alma humana, su condición ética  y su creatividad.
  7. Si avanzamos en la dinámica del comportamiento egoísta de los agentes económicos retrocederemos a una nueva sociedad espartana en que el ser humano es prescindible si no es capaz de sostenerse por sí mismo frente a sus semejantes con una actitud beligerante.
  8. El hombre con sus buenas acciones debe aspirar a transformar su entorno inmediato y contagiar a los demás de ese espíritu.

 

 



[1] http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PTD.HTM

Del darwinismo económico a la simbiosis económica

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La vida es sinónimo de gestión de recursos y de equilibrio en las relaciones. Cuando un ecosistema  crece o un organismo goza de salud es fundamentalmente porque todas las relaciones existentes con el entorno son saludables.

No es de extrañar que la Economía Teórica siempre haya tenido en cuenta los avances de la Biología y los postulados generalistas sobre el comportamiento de los organismos vivos y sus comunidades. El ejemplo más claro es la translación del concepto de competencia de los seres vivos al Darwinismo Social en los postulados liberales como ya comentábamos en capítulos anteriores.

En el evolucionismo clásico la competitividad es el mecanismo que selecciona a los competidores mas fuertes y con mayor capacidad de adaptación, justificando así la evolución de las especies. En la nueva concepción de la evolución denominada Endosimbiosis es la colaboración de los organismos vivos la que permite la aparición de nuevas especies  cualitativamente más avanzadas.

El ser humano es un ser vivo, y como tal vive. Es consciente de la realidad parcial a la que tiene acceso e intenta con esa información tomar decisiones basadas en los criterios que el considera correctos para dar validez a sus acciones. Pero el acto de vivir contempla un mundo más complejo que el hombre es incapaz de asumir en su totalidad. La multitud de relaciones que se dan dentro de su organismo son incontrolables desde la conciencia, y las que se establecen con el entorno no siempre responden a una cierta lógica, sino al instinto, la casualidad y las apetencias más animales.

El esfuerzo del hombre por alejarse de su condición animal y convertirse en un ser más elevado y digno le hacen abrazar códigos morales, éticos y lógicos que son en sí mismos una abstracción que ha de revisarse a medida que la especie evoluciona, transforma su entorno y sus relaciones, y es mas consciente de forma grupal de la realidad en la que está inmersa.

Los eucariotes, primeros organismos dotados de núcleo, aparecen hace 3500 años y de acuerdo con la teoría de la Endosimbiosis, fueron el resultado de una asociación simbiótica de seres mas primitivos como las bacterias que son microorganismos mas pequeños  y sin núcleo.

Las células eucariotas son comunidades integradas de procariotas que establecen entre sí relaciones mutuamente beneficiosas en lugar de entrar en conflicto y destruirse. Son algo así como poblaciones de bacterias con genomas distintos. Estas asociaciones dieron lugar a un nuevo tipo de organismo evolutivamente mas avanzado con una ADN propio.

Teniendo en cuenta que los organismos vivos que aparecerán más tarde están formados por células, la simbiosis se revela como una relación fundamental para la aparición de formas de vida más complejas. Sin las células eucariotas, y por tanto sin la simbiosis, no existirían ni plantas, ni animales, y por tanto, tampoco el hombre.

En los últimos 150 años, hemos creído que la evolución es el resultado de la competición, la depredación y la “ley del mas fuerte”: “solo los mas aptos sobreviven y se reproducen”. La nueva teoría de la Endosimbiosis[1] sostiene que no es la depredación sino la simbiosis lo que causa un importante cambio evolutivo. Los descubrimientos de Lynn Margulis[2] son transcendentales, pero son desconocidos por la mayoría de las personas y por tanto no han ejercido influencia alguna sobre nuestro punto de visa sobre la evolución.

El Darwinismo condiciona el pensamiento social con toda una serie de prejuicios que condicionan la forma de actuar de los agentes que creen en el maniqueísmo (sólo existen buenos y malos), en que el débil siempre pierde, en que solo los fuertes viven y prevalecen y además que el conflicto es inevitable para la obtención de recursos. Desde este punto de vista la lógica vital se basa en la supremacía de los más aptos y poderosos y en el sometimiento o sacrificio de los más débiles.

Estas ideas se ajustan perfectamente a ámbitos de depredación, pero no explican ni favorecen la aparición de formas de vida diferentes más complejas y avanzadas.

Un ser humano es una comunidad simbiótica compuesta por entre 10 y 50 billones de células eucariotas que se ayudan recíprocamente y se relacionan con todo tipo de microbios en el interior de nuestro cuerpo. Se estima que estos microorganismos podrían ser de entre 10 a 100 veces más numerosos que nuestras células. Esta relación ha de ser satisfactoria, pues de no serlo, en régimen de depredación nuestras células perecerían debido a la enorme desventaja numérica frente a los microbios que cohabitan con ellas. En una persona sana el beneficio mutuo es innegable, dependemos de ellos para seguir funcionando correctamente así como ellos dependen de nuestros organismos constituyentes.

Las funciones vitales del cuerpo humano son posibles gracias a esta cohabitación, y por ello deberíamos considerar a estos seres microscópicos como elementos constitutivos de nosotros mismos. El ser humano es en si mismo una estructura de relaciones simbióticas.

También cohabitamos con todo aquello que empieza donde termina nuestra piel y es necesario que al menos en un grado suficiente nuestras relaciones sean mutuamente beneficiosas.

Josep Burcet Paris 2002

Según Josep Burcet[3], nuestra condición simbiótica nos impone una estructura de relaciones en 4 planos fundamentales:

  1. Plano intracelular. En el que se desarrollan las relaciones entre los elementos constitutivos de la célula de carácter mutuamente beneficiosas y complementarias.
  2. Plano intercelular. La relaciones de dependencia recíproca que nuestras células tienen entre sí.
  3. Plano intermicrobiano. Las interacciones que se establecen entre la comunidad microbiana y nuestras propias células de carácter indispensable y vital para nuestra propia existencia.
  4. Plano del entorno externo. Que contiene todas las relaciones que establecemos con el resto de seres vivos.

La fobia a los microbios presente en el imaginario colectivo, según la cual los virus, las bacterias, los hongos y demás microorganismos son agentes patógenos, sería un prejuicio absurdo, pues aunque algunos de ellos sean nocivos para la salud, la gran mayoría no lo son. En circunstancias anómalas los microbios pueden llegar a ser peligrosos pero también en circunstancias normales son extremadamente beneficiosos.

Es muy posible que la enfermedad, las infecciones, la decadencia, y la muerte natural solo acontece cuando nuestros equilibrios simbióticos internos decaen y se degradan mas allá de un cierto umbral. Lo que parece indudable es que la disminución de la cantidad y la calidad de las relaciones simbióticas dentro del ser humano producen una caída de la eficiencia vital.

La translación de estas ideas al marco del pensamiento económico supone un cambio de paradigma. La actividad económica también alberga depredación, parasitismo, necrosis, simbiosis y de forma similar a lo que ocurre en el cuerpo humano la estructura de estas interacciones afecta a la eficiencia de todo el conjunto.

La gestación de la actual crisis la podemos situar entre el 2004 y el 2007, momento en que el disminuyen las relaciones de carácter simbiótico y aumentan las relaciones de depredación, parasitismo y necrosis.

  1. Se intensifican las relaciones de depredación con la proliferación de la especulación entorno a la burbuja inmobiliaria y el comercio con productos financieros basura. El poder político-económico abusa de su posición para practicar el saqueo (el agujero financiero iniciado por la caída de Lehman Brothers provoca el trasladado a las arcas públicas de la deuda tóxica y afecta a todo el sistema facilitando la toma de empresas y consejos de administración).
  2. Aumento del parasitismo: Aumenta el despilfarro en las administraciones públicas financiando actividades improductivas, clientelistas que no generan valor añadido, suntuarias o desmesuradamente costosas, buscando convencer al electorado de la buena marcha de la economía a costa de hipotecar el futuro.
  3. Incremento de las relaciones necróticas: En estos años asistimos a guerras regionales y muy especialmente a la guerra de Irak que provocan la muerte y la destrucción de riqueza, además de presupuestos en defensa muy altos y expansivos que no fomentan la riqueza global del sistema local y destruyen el sistema atacado.
  4. Reducción de la simbiosis económica: la guerra supone la extinción de las relaciones de colaboración, por otro lado, la expoliación económica causa  la perdida de la confianza y a medio plazo la extinción de las relaciones de mutuo beneficio.

Durante este periodo las actividades destructoras de valor y clientelistas se nutren abundantemente del crédito disponible en detrimento de las que generaban valor añadido.

El FMI publica el 10 de enero del 2011 un informe[4] en el que pone de manifiesto el fracaso del Fondo para detectar la gestación de la crisis. Según este informe el FMI no solo no alertó sobre la inminencia de la caída de la economía sino que profetizó que la economía crecería de forma espectacular. Además recomendó las prácticas de innovación financiera tan comunes en aquellos años en Estados Unidos y Reino Unido, que mas tarde propiciarían la crisis y el desplome del sistema financiero.

Estos tipos de errores serían cada vez mas frecuentes incluso cuando estábamos ante la explosión de la crisis, lo que llama especialmente la atención si tenemos en cuenta que este máximo órgano económico mundial cuenta con centenares de economistas de élite en nómina.

«El FMI no anticipó la crisis, su ritmo ni su magnitud y, en consecuencia, no pudo advertir a sus miembros», reconoce el informe de  Strauss-Kahn[5], actual Director Gerente del FMI. Achaca esta falta de capacidad para la detección de la crisis a la falta de comunicación interna entre los distintos departamentos, a las presiones sutiles de las corrientes dominantes y a la homogeneidad de las visiones teóricas de los economistas (liberalismo y keynesianismo). Estos cuerpos teóricos se encuentran en la fase terminal de su ciclo de vida[6].

La influencia de los países ricos en el FMI impidió el diagnóstico de la crisis según el informe de la IEO (Oficina Independiente de Evaluación). Entre los economistas del Fondo predominaba la mentalidad de que era poco probable que las economías avanzadas fueran la chispa de una importante crisis financiera debido a su maestría en cuestiones monetarias y regulatorias.

El informe sostenía que los funcionarios del Fondo no se atrevieron a denunciar a las economías avanzadas porque solo tenían acceso limitado a datos bancarios y una comprensión menor de lo que estaba ocurriendo en algunos mercados financieros concretos. Muchas economías desarrolladas no fueron sometidas al «ejercicio de vulnerabilidad» diseñado para identificar a los países susceptibles de caer en una crisis, mientras que los países emergentes si lo fueron.

El informe señala además que el personal del Fondo se sentía más cómodo prescribiendo políticas para los países emergentes, lo que provocó las quejas de China y de otros países en vías de desarrollo aduciendo que la supervisión del FMI carecía de imparcialidad. La opinión de los funcionarios del Fondo solía coincidir con la de Estados Unidos, Reino Unido y otros países desarrollados acerca de que sus sistemas financieros no eran vulnerables frente a una posible crisis.

Según la IEO: «La opinión mayoritaria entre el personal del FMI – un grupo cohesionado de macroeconomistas – era que la disciplina de mercado y la autorregulación bastarían para evitar problemas graves en instituciones financieras».

Con frecuencia el personal del Fondo era presionado por las economías desarrolladas para alterar o rebajar el tono de sus informes. Aunque el informe no nombra a responsables, sí destaca que no hubo «presiones explícitas» por parte de Estados Unidos, sin embargo en otras economías avanzadas las autoridades tenían un enfoque de mano dura, ejerciendo una presión explícita para rebajar los mensajes críticos.

El informe de la IEO también denuncia que en muchos casos, los trabajadores del Fondo se censuraban entre si porque creían que había límites a lo que pudieran decir sobre las economías mas grandes, aunque no hubiera una presión directa (mente colmena). En algunas ocasiones en las que los economistas del FMI criticaban la política de un país en concreto, la dirección del FMI se alineaba con las autoridades locales en lugar de respaldar a su personal.

Ahora, a principios del 2011, se están empezando a realizar algunas reformas: un nuevo ejercicio de alerta temprana y de vulnerabilidad para las economías avanzadas; una mayor integración del análisis y del mensaje sobre perspectivas económicas y estabilidad; la elaboración de un informe regular sobre la estabilidad de países sistémicos, así como de riesgo de contagio entre economías.

Los gobiernos están desarrollando nuevas regulaciones basándose en la experiencia de la burbuja inmobiliaria y se empiezan a practicar nuevas políticas mas austeras en el ámbito de las administraciones públicas. Si se mantienen este tipo de ajustes saldremos de la fase aguda en que se encuentra la crisis mundial. Sin embargo, reaparecerán de nuevo en unos años si la actitud básica de la población no persigue la depredación y el parasitismo debido a la ilusión colectiva de querer obtener mucho, de forma rápida y a corto plazo.

El nuevo modelo económico debería tratar de:

  1. Aumentar la simbiosis en el sistema, es decir favorecer las relaciones del tipo ganar-ganar.
  2. Disminuir el volumen de depredación.
  3. Disminuir las practicas parasitarias de todo tipo.
  4. Impedir el uso necrótico de los recursos y de las prácticas en que todas las partes involucradas salen perdiendo.

Plantear esto significa cambiar la práctica económica habitual, lo que supondría una operación muy ambiciosa y extremadamente compleja, ya que habría que transformar dos estructuras socioculturales muy rígidas y sometidas a una gran inercia: los marcos institucionales, y la actitud de la población (basada en la forma de pensar y de sentir).

Según J. Burcet[7], hay tres tipos de cambios institucionales:

  1. Cambios de crecimiento, en los que no se modifica la actividad, sino que se amplia. Se potencia lo que ya existe y se le da una dimensión mayor. El destino está claro para todo el mundo: ir a más. El objetivo es una proyección del estado presente a una escala más grande y solo se requiere planificar el calendario y los pasos a realizar en cada momento.
  2. Cambios de transición que producen una situación nueva en que la estructura es distinta aunque está construida sobre los conceptos anteriores. Este tipo de cambios es necesario cuando el entorno exterior se modifica de forma importante y la organización necesita adaptar su estructura interna, aunque lo hace con la cultura organizacional existente. No se modifican los paradigmas básicos y la metaforización de la situación precedente sirve para enfrentarse a las nuevas situaciones.
  3. Cambios de transformación que producen una nueva estructura, pero ahora esta se basa en conceptos nuevos. Es el cambio más profundo y complejo de todos y significa una auténtica transfiguración de la organización porque se modifican substancialmente las formas de pensar, creencias, sentimientos, valores y todo aquello que la comunidad asumía que era «bueno», «acertado» y «auténtico». Requiere, por tanto, un cambio de mentalidad de los individuos. En este tipo de cambios la reforma no puede realizarse por etapas porque se trata de un proceso que lo engloba todo y comporta una importante transformación de la cultura. Cuando se implementa el cambio, los miembros de la organización perciben la realidad de forma diferente e incluso se modifica la autopercepción y la imagen que tienen de su comunidad.

También se caracterizan porque en el inicio no se tiene una idea demasiado precisa de cual va a ser el resultado, a diferencia de lo que ocurre en los cambios de crecimiento o transición. Las expectativas del resultado posible se perfilan a medida que se avanza en la transformación.

El proceso para alcanzar la Economía Simbiótica pasa por un cambio de transformación, lo que implica:

  1. La aceptación por parte de los agentes de las reglas del juego basadas en las relaciones del tipo ganar-ganar y el rechazo a las relaciones que perjudican al resto de simbiontes y al ecosistema económico,
  2. La comprensión de lo que significa formar parte de un todo económico y de las ventajas inherentes a un escenario de mercado en que se vigila el beneficio y la perdida desde un punto de vista recíproco.
  3. La participación entusiasta para poder crear nuevas formas de generación de riqueza y establecer relaciones simbióticas de alto rendimiento con el nuevo entorno económico y sus participantes.

Este cambio no significa de ninguna forma abolir las instituciones de nuestros sistemas sino cambiar la dirección en que realizan sus funciones. No estamos hablando de una revolución violenta sino de una revolución pacífica y voluntariosa que haga que cambiemos nuestras formas de entender el mundo. En vez de luchar contra los enemigos económicos buscaremos aliados dispuestos a crear riqueza a través de relaciones gobernadas por la ilusión y el ánimo de mutuo beneficio.

Es importante entender que las acciones de carácter autoritario de las administraciones y empresas no son útiles desde la perspectiva simbiótica. El esquema de “ordeno y mando” como medio para lograr que se cumplan de forma estricta los objetivos del poder supone un marco demasiado estrecho, ya que no puede contemplar todas las posibilidades de creación de riqueza. Estos objetivos generalistas dictados desde el poder serán siempre parciales pues están basados en teorías económicas que cada día gozan de menos eficacia en los países desarrollados.

En esto liberalismo y simbiótica coinciden, es fundamental respetar la libertad de los agentes económicos, aunque la nueva economía exige además que se respete su dignidad, capacidad de generar riqueza y naturaleza propia como simbionte.

La libertad y el entusiasmo son las mejores herramientas para poder implementar este cambio de transformación que debe lograrse lo antes posible, lo ideal sería de forma simultánea. Por esa razón el entusiasmo es vital, y la libertad es ineludible para optimizar la capacidad de improvisación y adaptación al nuevo corpus de comportamiento consuetudinario.

La Historia nos muestra que el comerciante no ha sido siempre un depredador, sino más bien un colaborador preocupado por enriquecer a su cliente. La cuenta de resultados pasa a ser una preocupación casi inexistente, pues la dinámica simbiótica garantiza por un lado el crecimiento de las transacciones comerciales y por otro la preocupación mutua de los participantes por el bienestar recíproco en la relación simbiótica.

Algunos políticos creen que pueden lograr el bienestar social y el crecimiento económico a golpe de normas acordes con las teorías clásicas. Este tipo de actuaciones no cambiará la mentalidad de la población, siendo necesario otro tipo de formas de hacer política que busquen la complicidad y la unión frente al enfrentamiento. El conflicto es causado por la perversión que supone que relaciones de carácter inherentemente colaborativo hayan acabado transformándose en relaciones de depredación y parasitismo.

¿Cómo podemos lograr ese entusiasmo, esa complicidad y esa libertad?

Primero, contagiándonos nosotros y contagiando a nuestro colectivo. El concepto básico de la simbiótica coincide con principios tan tradicionales y arraigados como el “ama a tu prójimo como a ti mismo”, o “ no hagas aquello que no quieres que te hagan”. El motor de la simbiótica no se nutre con cambios teóricos, sino con posturas realistas y acciones generalizadas de personas que cuidan unas de otras y organizaciones que buscan crear valor antes que competir y tiranizar el mercado.

La función de la política es velar por un mercado sano y libre y para eso no vale “el acero frente a la tiza”. Aunque los sistemas económicos necesitan formación técnica para los trabajadores, aun necesita mas una formación humanista que nos haga llegar el valor de la vida y del alma de un hombre como el máximo exponente de la generación de riqueza.

Necesitamos mas Democracia que nunca, una descentralización del poder más a la manera de las organizaciones familiares que de los arquetipos anarquistas. La soledad no será posible en un mundo gobernado por la simbiosis, pues el aislamiento es sinónimo de necrosis y perdida de valor.

La vieja tendencia a la dictadura y al gobierno personalista ha de quedarse a un lado, pues es el momento de que la población disfrute de la libertad, el compromiso y el poder que le confiere ser el motor económico real para desencadenar el cambio a la simbiótica.

Estamos asistiendo a una explosión en el crecimiento de las actividades colaborativas que crecen de forma exponencial, a la aparición de un nuevo conocimiento, y sin embargo, parece que algo frena el cambio.

La ciencia institucional no ayuda. Se llevan con mayor rigor las cuestiones de procedimiento y protocolo que la revisión de los postulados científicos. El dogma ha aparecido en la ciencia y muchos científicos consideran algunos postulados incuestionables. Les es más fácil “vender” sus proyectos en esta falsa seguridad.

 


[1] Lynn Margulis y otros

[2] Margulis, Lynn (2003). Una revolución en la evolución: Escritos seleccionados (1ª ed. edición). Universitat de València.

[3] http://www.burcet.net/admin/mail_2011_febrer_023_redi_cap_6.asp?param=9319334233107

[4] IMF Performance in the Run-Up to the Financial and Economic Crisis: IMF Surveillance in 2004–07

[5] http://www.expansion.com/2011/02/10/economia/1297357141.html

[6] http://www.burcet.net/par_interac/tcs_aprender_a_ganar.asp

[7] http://www.burcet.net/gestion_cambio/gestion_cambio_3.asp

Necrósis y cíclica económica

Fuente: http://www.elojodeltuerto.com/tag/ciclos-economicos/
Fuente: http://www.elojodeltuerto.com/tag/ciclos-economicos/

La Sociedad se desenvuelve en dos ámbitos fundamentales, Derecho y Economía. En este momento Derecho y Economía son igualmente importantes, pero si concebimos la Economía como el conjunto todas las relaciones que mantenemos con nuestros semejantes y con nuestro entorno, la disciplina económica toma una nueva dimensión; siendo necesario plantear como activos fundamentales intangibles como la confianza, el bienestar, la satisfacción personal y social, el compromiso, la verdad y muchos otros términos que hasta ahora han tenido más que ver con la Psicología, la Sociología, la Religión y la Ética.

Estos activos aunque invisibles no dejan de ser reales y con un gran valor para el Hombre a lo largo de toda la Historia. La miopía de la Economía actual es un hecho evidente que todos los economistas tienen claro. Así por ejemplo, todos los servicios que son gratuitos nunca serán recogidos en las cuentas macroeconómicas. Actualmente solo se considera objeto de la Economía todo aquello que es convertible en dinero, o comparable con una transacción que de forma similar se hubiera producido en una economía de mercado.

El acto de vivir es un acto económico gobernado por relaciones y recursos, siendo las transacciones únicamente un tipo de relación económica, pero la Economía no es solo comercio también es gratuidad, comensalismo, necrosis y depredación.

La Economía prospera cuando se produce creación de valor, lo que dista mucho de los beneficios financieros y las actividades especulativas. El valor  de los productos y servicios no solo es fundamental para la actividad económica, sino también para el bienestar de los pueblos y sus ciudadanos.

La verdadera creación de valor se produce cuando los seres humanos se comunican e interaccionan, pero no todas las formas de comunicación e interacción generan valor. Lo mas habitual es que el valor se traslade de unas manos a otras causando casi siempre una perdida de valor a terceros, la destrucción colateral de recursos y el deterioro del sistema económico en su conjunto.

Las ramas clásicas de la Política Económica, Liberalismo y Keynesianismo se enfrentan a  una realidad económica que parece no responder a sus teorías. El “paradigma de las interacciones” planteado por Josep Burcet analiza las crisis cíclicas de la economía de una manera diferente. Propone una nueva perspectiva para superar la sociedad post-industrial.

La evolución de las relaciones simbióticas a lo largo de la Historia.

El hombre primigenio era cazador-recolector, siendo la caza una actividad depredadora  y la recolección una actividad parasitaria o comensalista. Habrá que esperar al Neolítico para que el ser humano comience a crear valor con la agricultura y la ganadería, actividad que transforma el entorno haciéndolo más productivo a través de relaciones simbióticas (del tipo ganar-ganar) con las especies animales y vegetales con las que cohabitaba.

Con la agricultura comienza la acumulación de riqueza y con ella la aparición de estructuras piramidales que concentraban el poder en muy pocos a través de la guerra y el sometimiento. Para enriquecerse en la Antigüedad era necesario disponer del poder suficiente para conquistar y mantener los territorios, capturar esclavos, someter vasallos y apropiarse de los recursos de la tierra. Este comportamiento era imitado por las personas con menor poder que recurrían a la picaresca y al pillaje para sobrevivir o medrar.

El hombre aparece a medio camino entre el depredador y el parásito, para más tarde afirmarse como simbionte. No es de extrañar que la depredación, la conquista, el robo y el parasitismo sean prácticas aceptadas por nuestro subconsciente colectivo para satisfacer ambiciones y necesidades. Resulta paradójico que la agricultura, primera revolución simbiótica, haya sido generada por aquellos que históricamente han ocupado la posición social más baja y con menos poder.

La siguiente gran revolución simbiótica es la aparición de la manufactura, pero en este caso la simbiosis se produce entre los propios seres humanos, comerciantes y artesanos, que transforman los recursos naturales para crear elementos nuevos de mayor valor y utilidad. Aparece el arte y la enseñanza, primeros activos intangibles. La transmisión de la sabiduría permitía que el conocimiento de los profesionales perdurara y mejorara de generación en generación. El desarrollo de la cultura otorgó a los hombres la posibilidad de ir alejándose poco a poco de su condición de depredadores.

Habrá que esperara a los gremios artesanos y más tarde a la revolución industrial para que el comercio se expanda territorialmente y aumente el volumen de transacciones de forma drástica, creando una riqueza que antes no existía. La industrialización no acabó con la depredación y la apropiación ilícita de los recursos, pero se incrementaron levemente las interacciones simbióticas que son las que generan valor añadido.

La madurez de las economías industriales mejoró las condiciones de trabajo, y por tanto el bienestar general, mientras el producto interior bruto iba creciendo de forma aparentemente sostenible. En definitiva, la proporción de interacciones «gana-gana» empezó a aumentar lentamente a la vez que se reducían las interacciones depredadoras («gana-pierde» en las que la ganancia de una parte se produce a costa de la pérdida de la otra) y las de carácter necrótico (del tipo «pierde-pierde» en las que se produce la destrucción de valor para las partes).

Cuanto mayor es la proporción de simbiosis en el conjunto de todas las relaciones económicas mayor es la formación de valor del sistema. En las sociedades post-industriales aun perdura una proporción importante de actividades necróticas y depredadoras que afectan negativamente a la eficiencia de todo el sistema y que además desencadenan crisis económicas periódicamente.

A las economías industriales les sucedieron las actuales economías del bienestar que buscan precisamente el bienestar de sus individuos, garantizando con mayor o menor éxito la calidad de vida de sus ciudadanos. El asentamiento de la democracia, el comunismo, el socialismo utópico, la doctrina social de la Iglesia… transforman el subconsciente colectivo haciendo que la Sociedad vea como necesario cubrir las necesidades de los menos favorecidos y proteger a los trabajadores frente a las enfermedades y ante la vejez cuando ya no pueden desarrollar su actividad. Sin embargo, estas sociedades privilegiadas siguen caracterizándose por ciclos económicos en los que se alternan períodos de expansión y recesión.

Las crisis se caracterizan siempre por una intensificación de la depredación, de la necrosis, y del número de personas que las practican. Los recursos financieros destinados a este tipo de actividades crece desorbitadamente, lo que suele conducir a la aparición de burbujas económicas en las que el aumento del precio supera el incremento del valor real de los bienes y servicios. Cuando estalla la burbuja todos los afectados sufren la necrosis (interacciones «pierde-pierde») con el consecuente perjuicio para el sistema global. Finalmente, la recuperación se logra porque la parte del sistema económico que genera valor acaba pagando las consecuencias, normalmente en condiciones penosas de escasez de recursos, hasta que el sistema se recobra.

Ciclos Económicos.

La historia reciente muestra que las recesiones se producen periódicamente de forma errática en cuanto a magnitud y duración. Sin embargo los periodos de recuperación y prosperidad son más largos que los periodos de crisis y los niveles de máximo desempleo se alcanzan justo inmediatamente después de finalizar cada recesión.

Las crisis financieras y las burbujas que preceden a las crisis económicas son causadas por las viejas prácticas de los depredadores que buscan enriquecerse sin crear valor. Esta actitud cortoplacista es precisamente la que desencadena el inflado de la burbuja a costa del empobrecimiento posterior de los participantes. En estas etapas especulativas proliferan los agentes económicos especializados en ganar dinero alentando una conciencia común en los participantes de que todo va a salir bien. En la especulación no hay generación de valor sino pura y dura inflación alimentada por los oportunistas con poder sobre el mercado.

La burbuja no está causada por actividades delictivas en la mayoría de los casos sino por una ambición institucionalizada. Proliferan los actos ilícitos e ilegales, tales como, falsificación o maquillaje de documentación contable, productos de ingeniería financiera de dudoso valor y alta volatilidad o practicas de respaldo de valor con activos materiales cuyo precio se ha inflado de forma artificial (activos tóxicos). En el ámbito de la legalidad se produce depredación y abuso de poder.

Sirvan como ejemplo:

  • la oferta pública de acciones de una sociedad saludable a la que se le ha restringido el crédito o se la ha perjudicado de forma dirigida para hacer que el valor de sus acciones baje de forma artificial;
  • la publicidad engañosa y la ingeniería social que permite mantener el consumo en niveles innecesarios que agotan los recursos de los que goza el sistema;
  • la aplicación concertada de tarifas excesivas;
  • los servicios públicos de carácter clientelista que buscan reducir la tasa de paro de forma coyuntural y generar clientela política que depende de los salarios y las subvenciones del estado, pero que no generan valor añadido;
  • la letra pequeña de los contratos y los compromisos de permanencia turbios que pueden suponer algún tipo de abuso de los clientes y la conservación del consumidor contra su voluntad en vez de su fidelización. La lista no tiene fin.

Todo este tipo de prácticas son llevadas a cabo por oportunistas o “free-riders” que escudriñan las grietas de la legalidad para sacar ventaja de forma injusta y depredar a la menor oportunidad sin generar nada de valor por el camino.

En las últimas décadas, muchas economías post-industriales han mantenido unas tasas bajas de crecimiento y por esa razón las multinacionales y la banca fomentan el desarrollo de economías emergentes en las que las recetas de la industrialización y el bienestar siguen generando tasas de crecimiento considerable a la vez que les permite depredar sobre los recursos naturales y el factor trabajo.

El modelo de sociedad post-industrial está completamente agotado. La solución no pasa por reformar las doctrinas liberales, ni relanzar el marxismo. Es imperativo reducir la depredación que genera la necrosis afincada hace tiempo en estas economías y que tiene claros síntomas de haberse establecido como un estamento inamovible de la economía mundial.

Debemos distinguir la depredación inter-pares, esto es entre empresas o profesionales que gozan de la misma capacidad de negociación y una dimensión similar, de la depredación en la que uno de los competidores puede abusar de su posición de fuerza y perjudicar a los más débiles. La primera aumenta la competitividad del grupo, la segunda destruye riqueza y no genera valor para el sistema.

Es necesario que las sociedades que sucedan al estado del bienestar reduzcan la necrosis y la depredación oportunista para que un número significativo de personas y organizaciones dediquen lo mejor de sí mismas a la creación de valor a través de fórmulas de simbiosis de alto rendimiento.

Según J. Burcet ,“Estas sociedades deberían producir tasas de crecimiento substancialmente mayores a lo que ahora conocemos en las economías occidentales, tal vez en torno al 10 % o más, y podrían hacerlo de una manera sostenida y sin sufrir ningún recalentamiento”.

En los periodos de crisis las economías del bienestar aplican un procedimiento clásico que consta de dos etapas, rescate y regulación, que permiten solucionar la crisis pero no el problema de fondo que la genera de forma sistémica.

El rescate es una inyección de recursos a costa del endeudamiento de los Estados y en consecuencia aumenta la deuda de todos los agentes, tanto los que generaron la burbuja como los que se mantuvieron al margen. Este rescate supone hipotecar gran parte del beneficio futuro del sistema económico.

La regulación se traduce en un incremento de la normativa y la burocracia, lo que hace que las sociedades sean cada vez más rígidas y menos eficientes, pero garantiza una calma momentánea para que no se repitan los procesos que generaron la burbuja. No impedirá sin embargo que los “free-riders” sigan buscando oportunidades de depredación en vacíos legales o que generen nuevos productos para escapar a la regulación.

Esta formula es insuficiente para prevenir un nuevo brote y esto se ha demostrado cada vez que ha acontecido alguna catástrofe económica en las últimas décadas o ante la aparición de alguna burbuja. En muchos casos el exceso de normativa desplaza la dinámica económica a países en que existen regulaciones mas laxas para acabar abasteciendo las mismas sociedades que han dictado estas normativas.

La formula rescate-regulación no nos pondrá a salvo de la dinámica de ciclos recesión-prosperidad.

Sin embargo, la sociedad sigue evolucionando y las sociedades más maduras muestran una clara reducción de las actividades necróticas en los últimos setenta años, desde el fin de la segunda guerra mundial, y esta tendencia es cada vez mayor.

Aunque la mentalidad común no ha alcanzado aun la altura moral necesaria para impedir la formación de burbujas y se sigue viendo con admiración al oportunista-depredador, si podemos afirmar que se ha producido un cambio cultural que también valora las actividades de carácter simbiótico: voluntariado, investigación y colaboración para lograr la mejora del sistema .

Este cambio cultural creciente y constante será más efectivo en el futuro que la expansión reguladora pues la única forma de reducir la depredación es cambiar la mentalidad económica sobre lo que es lícito e ilícito, y sobre el umbral de corrupción moral que el individuo es capaz de soportar. El control social de carácter informal y grupal no regulado es la herramienta fundamental para contener la depredación del oportunista.

Actualmente, la política monetaria se basa en el control de la liquidez financiera mediante la variación de los tipos de interés y no establece diferencia entre agentes económicos creadores de valor y especuladores. Por tanto, cuando el dinero es abundante y barato para los simbiontes también lo es para los depredadores y mientras sea así el relanzamiento económico será también un relanzamiento de la depredación.

Sin embargo los simbiontes creadores de valor son los que asumen las consecuencias de la crisis: la factura del rescate, la presión del incremento de la regulación, el aumento de la burocratización y la caída del nivel de calidad de vida de la población.

Ineficacia de las medidas liberales y keynesianas.

La doctrina económica keynesiana se suele aplicar en periodos de contracción económica. Las medidas de política monetaria consisten en controlar el volumen de créditos a través del  aumento del tipo de interés, lo que reduce la circulación del dinero y pretende controlar la inflación. La consecuencia inmediata es que el dinero resulta más escaso, inaccesible y caro.

El 8 de noviembre del 2007, antes de la caída de Lehman Brothers las tensiones inflacionistas en la Europa del euro hubieran aconsejado según el keynesianismo la subida del Euribor para reducir la velocidad de circulación del dinero, sin embargo, el Banco Central Europeo no se atrevió y mantuvo los tipos en el 4% aunque endureció significativamente el tono de su discurso. En síntesis, en el comunicado posterior a la reunión vino a decir que la situación de la inflación (desbocada al 2,6%) exigiría una subida contundente de tipos, pero que las incertidumbres sobre el ciclo económico aconsejan esperar otro mes. En Diciembre del 2007 el Euribor se situaría en el 4,79%.

1

Tabla de datos del euribor[1]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sept. Octubre Nov. Dic.

4,064

4,094

4,106

4,253

4,373

4,505

4,564

4,666

4,725

4,647

4,607

4,793

 

El 16 de Septiembre del 2008 se produce la caída del gigante financiero, a lo que le sigue una caída en picado del Euribor que se situaría en el 3,45% en Diciembre del 2008.

2

Tabla de datos del euribor[2]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

4,498

4,349

4,590

4,820

4,994

5,361

5,393

5,323

5,384

5,248

4,350

3,452

 

La caída continua a lo largo del 2009 alcanzando mínimos históricos en Diciembre del 2009, sólo un 1,24%.

3

Tabla de datos del euribor[3]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

2,622

2,135

1,909

1,771

1,644

1,610

1,412

1,334

1,261

1,243

1,231

1,242

 

A lo largo del 2010, se mantiene prácticamente estable alcanzado el valor máximo en diciembre con un 1,56%

4

Tabla de datos del euribor[4]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

1,232

1,225

1,215

1,225

1,249

1,281

1,373

1,421

1,420

1,495

1,541

1,526

 

En el 2011 el Euribor sigue una tímida tendencia al alza alcanzando en marzo el 1,856%.

La caída de Lehman Brothers supuso toda una declaración del nivel de propagación de los activos tóxicos inmobiliarios. Supuso en sí misma una restricción del volumen de la masa monetaria, pues de forma simultanea el valor de estos activos cayó casi de forma inmediata y significó el empobrecimiento de todos los implicados en la burbuja. La consecuencia en Europa fue la reducción drástica de los tipos de interés para amortiguar la caída de liquidez en los mercados.

Es importante destacar que en los márgenes inferiores al 2% del tipo Euribor dejan a la autoridad monetaria con un margen casi inexistente para controlar la evolución de la inflación y el nivel de temperatura de la economía. Además la necrosis financiera toma el control de la política monetaria siguiendo el principio de las medidas razonables que ha de tomar la autoridad monetaria beneficiando a aquellos que barajaban esta expectativa y que conocían la situación real del mercado.

La política industrial y tecnológica del keynesianismo propone “abrir y tapar zanjas” para aumentar el volumen de salarios y expandir la inflación como un mal menor para reactivar el consumo. El problema de este planteamiento es que es el estado el encargado de endeudarse para financiar esta expansión artificial, y que el objetivo no es la creación de valor añadido, aunque pueda crearse de forma colateral, sino la expansión del consumo. Si a esto le añadimos la visión de corto plazo de los gestores las consecuencias son catastróficas a largo plazo.

Esto beneficia la subvención y desarrollo de proyectos inútiles sin ninguna intención de crear valor. Podemos incluso contemplar políticas recaudatorias que subcontratan a empresas para la realización de actividades carentes de creación de valor añadido y que reducen la renta disponible de los ciudadanos lo que repercute negativamente en el consumo y genera clientelismo político.

Proliferan las normativas que dejan obsoletas equipos y tecnologías con el fin de expandir el consumo empresarial en equipos nuevos y así mantener la producción industrial, lo que perjudica a las pequeñas empresas con pocos recursos financieros y apalancan financieramente sus estructuras contables lo que las hace más débiles y dependientes de la disponibilidad de créditos. Este tipo de normas legislativas rara vez suponen un aumento de la capacidad de crear valor y generan “chatarra” lo que supone todo un problema pues aumentan los residuos y perjudican al medioambiente.

El despilfarro de recursos con esta dinámica ficticia de obsolescencia perjudica también al tercer mundo, pues muchos dispositivos que son caros de reciclar acaban en vertederos de estos países, generando un problema ecológico de proporciones mundiales.

Por otro lado, los postulados liberales inciden en políticas de demanda expansivas, política de ofertas basada en la “productividad” de los recursos de producción y eliminación de restricciones al comercio.

La Políticas de demandan intentan excitar al consumidor para que consuma lo máximo posible, incluso por encima de sus posibilidades a costa de su endeudamiento. Esto es una perversión del acto de consumir, ya que se equiparan deseo y necesidad, y generan modelos adictivos de consumo de productos cuyo valor es muy inferior al valor real en términos biológicos. Tiene consecuencias nefastas en el largo plazo pues las sociedades se acomodan en el apalancamiento financiero y se debilitan para afrontar épocas de crisis.

Las políticas de oferta basadas en la competitividad global de los factores de producción, encierra en sí otra perversión relacionada muy especialmente con la explotación del factor trabajo y la depredación de recursos naturales. El pago del factor trabajo local se hace comparándolo a través de “la mano invisible” con el precio del factor trabajo global, que siempre será inferior pues en algún lugar se producirá más barato. Sin embargo, el precio exigido siempre será el local y no el global. La consecuencia es una caída sostenida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, y por tanto, una caída en el demanda que las políticas comerciales de la empresas en relación con ele sistema financiero, pretenden activar.

Para lograr una economía sostenible es necesario que la capacidad adquisitiva de los agentes económicos sea directamente proporcional y suficiente a sus necesidades, lo que logrará por otro lado una demanda sostenida. La oferta de igualar lo máximo posible a la capacidad de demanda, y exceder en el estockaje suficiente para el abastecimiento, para evitar la caída de precios.

Nos hemos acostumbrado a vivir en etapas de crecimiento, pero ahora hemos de aprender a vivir una continuidad lineal solamente interrumpida por la aparición de nuevas innovaciones que generen riqueza nueva.

Parece que el hombre de nuestra época ha perdido la capacidad de entender el valor real de los productos y servicios y solo entiende las variaciones de valor en términos financieros.

Según J. Burcet el ciclo de las crisis sigue el siguiente proceso:

  1. Desbocamiento de las interacciones «gana_pierde», lo que suele materializarse en la burbuja debido a que suben los precios pero no el valor, beneficiando el enriquecimiento de los especuladores.
  2. Incremento de la inflación.
  3. La autoridad monetaria para combatir la subida de precios aumenta los tipos de interés.
  4. Se reduce la liquidez y el crédito y la burbuja estalla cuando se intenta recurrir a la liquidez de los activos tóxicos de forma agregada significativa. Se produce la necrosis con pérdidas importantes ajustando el valor de mercado al valor real.
  5. Se inicia la recuperación del sistema y los agentes más sanos de la economía pagan las consecuencias en un ambiente monetario muy adverso y enrarecido, a la vez que asumen una legislación restrictiva que limita su capacidad de actuación.
  6. Cuando se ha superado la necrosis se vuelve a expandir el crédito a través de la bajada de los tipos de interés.
  7. La búsqueda del beneficio a corto plazo alimenta principalmente las actividades depredadoras de carácter especulativo

Los ciclos económicos a los que estamos acostumbrados de expansión-necrosis castigan el tejido económico sano basado en relaciones simbióticas y que es el único capaz de crea valor. Y este tejido se ve perjudicado tanto en épocas de expansión como en épocas de crisis.

Cuando el dinero abunda su capacidad de inversión ve seriamente limitada porque los recursos financieros son atraídos por «negocios» que parecen más atractivos con ganancias fáciles y rápidas a corto plazo. Y cuando el dinero es mas escaso y caro se les obliga a participar en las medidas de rescate y tapar los agujeros, en un clima económico muy adverso y en condiciones legislativas más severas.

Para potenciar el crecimiento real hemos de beneficiar a los agentes que basan su actividad económica en relaciones simbióticas que son las que sustentan nuestro bienestar, lograr que sean menos perjudicadas por la depredación y que disfruten de condiciones optimas para crecer y crear riqueza a largo plazo.

Superar el modelo postindustrial pasa por atemperar los ciclos económicos y reducir la necrosis y la aparición de burbujas, a la vez que se fija el bienestar y la capacidad de generar riqueza como un problema de largo plazo. Teniendo en cuenta que hemos alcanzado el techo de este modelo hace tiempo, el cambio es absolutamente necesario, pues sino asistiremos a una migración masiva de los recursos económicos del primer mundo a países emergentes donde el modelo postindustrial aun funciona, en vez de lograr un crecimiento sostenible y uniforme de la economía global. Si no cambiamos el modelo económico asistiremos a la migración de la riqueza a nivel internacional pero no a un desarrollo real de la economía mundial.


[1] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2007

[2] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2008

[3] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2009

[4] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2010

Una nueva perspectiva de la Teoría Económica: simbiosis, depredación y necrosis económica.

simbio

En el año 1978, Buchanan‘, publica su articulo «What should Economist Do?[1]«, en el que se cuestiona la definición clásica de Economía, como aquella ciencia que estudia la asignación de un conjunto de recursos escasos para solucionar un problema en concreto o un conjunto de necesidades.

Desde esta definición, la Economía como disciplina científica no se diferenciaría de otras disciplinas de carácter técnico, como las ingenierías.

Buchanan apunta que la Economía debería parecerse más a ciencias como la Biología, que estudia los organismos tal y como se dan en la naturaleza y las relaciones que se establecen entre ellos.

Con la aparición de la informática de consumo en el Siglo XX, los activos intangibles empiezan a tener una especial importancia en la Economía Mundial, hasta el punto de que sean la principal fuente de creación de riqueza de los últimos años. Esta tendencia sigue siendo creciente y plantea un horizonte económico capaz de superar la visión malthusiana de una economía de recursos escasos.

Sin embargo, a la par, otros activos intangibles invisibles para los economistas por no medirse en términos monetarios, han pasado a ser destruidos por una concepción de la Economía que equipara el valor económico con el valor monetario.

Los economistas podemos discutir sobre la evolución monetaria del PIB, pero no podemos hablar del valor de las variables no cuantificables a día de hoy, como la confianza entre los agentes, la capacidad de proteger los intereses de terceros por un agente, el nivel de felicidad de la población, etc. por esa razón, al no contemplarse en los modelos económicos, tienden a supeditarse a otras variables que si son cuantificables en términos monetarios.

Por ejemplo, si un simbionte trabaja en una empresa ocho horas diarias por mil euros, y de pronto la empresa para aumentar sus beneficios le obliga a trabajar diez horas, en términos monetarios la empresa lograría aumentar su productividad, y el trabajador seguiría cobrando lo mismo. Pero no se tendría en cuenta la perdida de calidad de vida sufrida por el trabajador, que tendría una especial repercusión desde las perspectiva simbiótica. La calidad de vida del trabajador quedaría supeditada a un incremente relativamente bajo del beneficio empresarial, siendo dos horas una elevada proporción del tiempo libre del trabajador que ya no puede utilizar en su desarrollo personal.

La ética es una de las variables fundamentales para el buen funcionamiento de una sociedad. Un hombre que actúa conforme a la ética tomará decisiones responsables que tendrán en cuenta las consecuencias sobre terceros. Esto supone una enorme capacidad de protección de las personas y sus activos.

La visión neoliberal del «homo economicus» que actúa única y exclusivamente para satisfacer sus necesidades y maximizar su función de utilidad, es también un elemento que pueda llegar a ser extremadamente dañino para la comunidad económica en que se desenvuelve.

Amartya Sen, Premio Nobel del año de 1998, critica precisamente esta concepción del hombre económico como un psicópata social que no tiene en cuenta su entorno, y redefine el concepto de «desarrollo» como algo más que desarrollo de la economía monetaria. Una de sus grandes aportaciones es el IDH (Índice de Desarrollo Humano), en el que no solo se contempla la esperanza de vida de los habitantes de un país, sino la calidad de esta vida, el nivel cultural, etc…

La Teoría Económica empieza a anticipar un cambio de paradigma sobre como se realizan y como se deben realizar las actividades de carácter económico, que empiezan a contemplar relaciones que hasta ahora no se consideraban económicas por no poder medirse en dinero.

Desde el punto de vista de la Economía Simbiótica es más importante conocer como se desarrollan las relaciones que la cuantía de los recursos que se ven involucrados en el proceso. Los agentes se denominan en general como simbiontes, lo que significa, que son sujetos capaces de relacionarse con su entorno obteniendo beneficios y sufriendo perdidas dependiendo del tipo de relación que establezcan.

Las relaciones económicas toman una nueva denominación a partir de las características de las relacionesrespecto al juicio de valor de la partida y la contrapartida. Así́ tenemos:

tigre

1. Relaciones de Depredación.

Relaciones del tipo ganar-perder, dónde el depredador obtiene su beneficio a costa de saquear a otro simbionte. La relación de depredación económica por antonomasia las representan las empresas capitalistas porque desarrollan su actividad en un entorno competitivo en el que el objetivo último es alcanzar el monopolio, esto es, eliminar a los competidores y acaparar el mercado. En cualquier ecosistema hay depredadores y tienen su sitio en el ecosistema económico porque eliminan a aquellos simbiontes ineficientes. No podemos por tanto tacharlas de simbiontes destructores de valor, siempre y cuando, no interfieran en otro tipo de relaciones que beneficien de forma más eficiente al conjunto global de los simbiontes de un sistema económico.

simbio

2. Relaciones Simbióticas.

Relaciones del tipo ganar-ganar, donde los simbiontes establecen relaciones mutuamente satisfactorias sin que se produzca un perjuicio para uno de ellos. La relación económica típica, es la cooperación económica, donde la acción de ambos agentes hace que cada uno de ellos logre sus propios fines. Por ejemplo, las empresas estatales que cubren servicios públicos se nutren de los impuestos de los ciudadanos a lo que da un servicio pretendiendo únicamente cobrar el mínimo necesario para realizar su actividad, prestar el servicio y garantizar su viabilidad económica.

En nuestro mundo actual, los depredadores y los simbiontes entran en conflicto todos los días, porque el peor competidor para un depredador es el simbionte que siempre prestara el servicio a un menor precio. No es de extrañar que los defensores del liberalismo preconicen la necesidad de erradicar las empresas publicas alegando su falta de competitividad. En este juicio de la eficiencia empresarial, el único prisma, es el valor monetario del beneficio y de los costes empresariales.

El segundo ejemplo, más peligroso aun para los depredadores son las ONG’s y aquellas organizaciones que buscan prestar un servicio sin buscar una contrapartida monetaria. Este tipo de organizaciones son cada vez más importantes en nuestra sociedad gobernada por el espíritu de la búsqueda del máximo beneficio, porque son capaces de solucionar problemas que desde esta perspectiva monetaria no tendrían solución ya que afectan a millones de seres humanos a lo largo de todo el planeta.

La encíclica de Bendicto XVI, «Caritas in Veritate» denuncia que este tipo de actividades altruistas en muchas ocasiones están reprimidas desde los propios gobiernos que exigen requisitos a las organizaciones con vocación cooperativa que no exigen a las empresas privadas. Desde esta perspectiva, los gobiernos protegen a los depredadores frente a los cooperadores. En el caso español, una empresa capitalista no tiene que justificar haber realizado los pagos a sus proveedores para cobrar sus facturas, sin embargo una ONG para cobrar la subvención, tienes que estar al día de todos los pagos a la Administración y haber pagado todas las facturas que recaen sobre la actividad subvencionada.

El hombre es un ser multidimensional desde la perspectiva de la Economía Simbiótica, pudiendo establecer multitud de relaciones con su entorno económico y con el resto de simbiontes.

La pregunta que debe hacerse el autor de la Política Económica de un país es qué tipo de relaciones pretende fomentar y si prefiere defender a determinados simbiontes, frente al conjunto de agentes del sistema.

La relación que existe entre los trabajadores y al empresa en la que trabajan es «a priori» una relación de carácter simbiótico, esto es, la empresa debe defender los intereses de los trabajadores, y los trabajadores los intereses de la empresas. Sin embargo, nuestra sociedad está tan sumamente pervertida por la profusión de las relaciones de carácter depredador que en la mayor parte de los casos, sobre todo en el caso de empresas de capital anónimo, ambos simbiontes se comportan como depredadores intentando obtener el máximo beneficio a costa del prejuicio del otro.

Los gestores de la empresa deberían intentar aumentar sus ingresos y sus expectativas de crecimiento para beneficiar los ingresos y las expectativas de sus trabajadores. Reducir plantilla, bajar o contener salarios, como medida para aumentar la diferencia entre costes e ingresos empresariales es un error desde el punto de vista de la Economía Simbiótica. Tanto trabajadores como empresarios deberían ser creativos y perfeccionar la relación que mantienen de carácter simbiótico.

Es importante resaltar que fomentar y proteger las relaciones depredadoras hace que estas aumenten de forma exponencial.

Si dos simbiontes fueran a un PVD (país en vías de desarrollo) donde el primero montara una empresas de hamburguesas y el segundo llevara comida de forma gratuita, el primero tendría muy pocas posibilidades de llevar adelante su negocio con éxito. Intentaría, por tanto, eliminar a su competidor.

Si solo existiera el vendedor de hamburguesas, los potenciales consumidores sin recursos para pagar estas se vería obligados a desarrollar relaciones de depredación con terceros para poder comprar las hamburguesas, y por tanto, las relaciones de depredación generan otras de forma exponencial.

El arbitro del ecosistema económico debe ser consciente de esta dinámica y proteger a todos los agentes cooperadores cuando entran en conflicto con agentes depredadores. Las relaciones de depredación, cuyos resultados se miden en dinero siempre tienen costes, cosa no ocurre con las relaciones de carácter simbiótico.

Médicos sin fronteras cuando prestan servicios obtienen inmediatamente la satisfacción de ver como su ayuda llega al lugar donde es necesaria. Una empresa que cobrara un precio por estos servicios debería pagar un coste a ese mismo medico. La relación cooperativa es mucho más rica, pues nunca se está midiendo el coste de lo entregado y siempre hay posibilidades de dar más si se puede y es necesario.

3. Relaciones necróticas

Aquellas donde ambos simbiontes pierden. Las empresas capitalistas en épocas de crisis pueden mantener relaciones de carácter necrótico, por que se ven obligadas a reducir los precios y en ocasiones por debajo del precio de coste para mantenerse en el mercado, e incluso, para mermar la competencia. Sin embargo, los cooperadores nunca entrarían en este tipo de relaciones, pues no prestar su servicio no les eliminaría de la escena económica. Podrían esperara contar con los recursos para seguir desempeñando su actividad más adelante. La relación necrótica económica por excelencia son el negocio de las drogas y de la prostitución, donde tanto el cliente como el proveedor se hacen daño a sí mismos.

4. Relaciones comensalitas.

Cuando un simbionte genera beneficios para terceros por el mero hecho de realizar la actividad que le reporta beneficios así́ mismo. Uno casos más interesantes es el de Idea, que cuando decide montar una nueva filial, genera un transito de consumidores que beneficia a otras empresas que no tienen ese poder de convocatoria. Aquí́ entrarían también las organizaciones de voluntariado que buscando el beneficio del hombre, que es su propio objetivo, logran que los comensales (los receptores del voluntariado) se beneficien.

5. Relaciones amensalistas.

Cuando un simbionte al ejercer su actividad impide que otros simbiontes las desarrollen. El monopolio económico responde a esta forma de relación, y destruye todas las relaciones de otro tipo que pudieran surgir. Estas son las relaciones que un sistema deberían evitar a toda costa. Los oligopolios actuales, también intentan forzar este tipo de relaciones con su entorno para eliminar la competencia emergente.

Todo sistema económico necesita que las relaciones descritas anteriormente mantengan un equilibrio en cada momento y a lo largo del tiempo, que permita el crecimiento económico sostenible. Si las relaciones comensalitas se apalancan los agentes beneficiados pueden olvidar la creación de valor. Si el parasitismo o la necrosis superan a la simbiosis, el sistema está avocado a la destrucción, y su mera existencia ya supone una reducción del crecimiento posible.

La búsqueda del monopolio por parte del depredador será nociva cuando alcance el poder suficiente como para conseguirlo, pues siempre intentará eliminara todos aquellos que pongan en peligro su estatus con el mercado. Pensar que el Estado es capaz de controlar a estas organizaciones a día de hoy parece bastante improbable, pues la elección de los partidos políticos está íntimamente relacionada con su financiación. La única herramienta con la que podría contar una sociedad es con la integridad de sus individuos que ocupan puestos de responsabilidad en este tipo de organizaciones, y esta integridad está sustentada por una formación.

Si la educación sigue persiguiendo la especialización a ultranza para el desempeño de profesiones puntuales, y no se persigue un objetivo más humanista de formación de un hombre multidimensional, que no solo debe conocer la técnica, sino tal vez más la ética para proteger a su ecosistema económico, las perdidas en el conjunto de la sociedad llegarán a ser catastróficas.

Si todos perseguimos nuestro propio beneficio, sin pretender beneficiar a los demás, incluso intentando robarles sus recursos, el volumen global de los destruido superará a la suma de los beneficios individuales.

A finales del S. XX hemos empezado a ser conscientes de la necesidad de proteger nuestro ecosistema natural, y ahora debemos aprender a proteger nuestro ecosistema económico.



[1] «James M. Buchanan, What should Economist Do? (Indianapolis: Liberty press, 1979.