Síntesis y conclusiones sobre la empresa familiar desde el punto de vista de la Economía Simbiótica

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

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Análisis Cluster Jerárquico EFF 2005 BDE

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

7.3.1. Una primera aproximación.

El conjunto de grupos que hemos seleccionado como representativos en el análisis de casos según cluster jerárquico se refiere a un total de 5.851 familias que suponen el 98% del total de familias encuestadas.

El número de familias incluido en cada grupo viene explicado en el siguiente gráfico de columnas.

Gráfico 6. Diagrama de columnas de los grupos “cluster case” ordenadas de forma descendente en relación al número de familias.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE

Con el objetivo de clasificar la tipología de familias que describe el cluster en función de un criterio de frecuencias, podemos obtener tres grupos en función de los cambios de pendiente del gráfico anterior.


Gráfico 7. Diagrama de sectores de los conjuntos de grupos “cluster case” en relación al número de familias que contienen.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

  1. Conjunto I formado por 3 grupos que incluyen a un número de familias comprendido entre 1600 y 400 familias, que suponen un 65% de las familias encuestadas. Dentro de éste podemos encontrar a un 39% de la muestra total, formado por familias cuya renta principal procede de pensiones de jubilación o discapacitación,  y el 26% restante, son familias trabajadoras con una renta anual de 36.111€.
  2. Conjunto II formado por 8 grupos cuyo número de familias está comprendido entre 400 y 100, y suponen el 26%  de las familias encuestadas.
  3. Conjunto III formado por 11 grupos, donde el número de familias es inferior a 100.

7.3.2. La relación entre el gasto mensual en bienes de consumo y el gasto en alimentación de las familias.

Las variables “p.9.1. Gasto medio mensual total en bienes de consumo” y “p.9.2. Gastos en comida, dentro y fuera del hogar” son muy representativas en todos los grupos del cluster. Observamos una estrecha relación de carácter lineal entre ambas variables que viene determinada por un coeficiente de determinación (R2) del 95,79%.

Si definimos como variable independiente (x) a “p.9.1. Gasto medio mensual total en bienes de consumo”, y como variable explicada (y) a “p.9.2. Gastos en comida, dentro y fuera del hogar”, obtendremos la siguiente recta de regresión.

Gráfico 8. Recta de regresión de la variable “Gasto en comida, dentro y fuera del hogar” sobre la variable “ gasto medio mensual total en bienes de consumo” partiendo de los centroides del cluster jerárquico.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Podemos concluir que las familias españolas gastan como mínimo 200,54€ al mes en comidas, ya sea dentro o fuera del domicilio, mas un 28,99% del total que destinan mensualmente a bienes de consumo.

 

7.3.3. Clasificación de los grupos en función de la fuente principal de ingresos de las familias.

Las principales fuentes de ingresos para los grupos son las siguientes[1]:

  1.  Ingresos procedentes del trabajo por cuenta ajena: incluiría a los grupos según la clasificación del Método Ward 22, 20, 23, 24, 4, 2, 19 y 8.
  2. Ingresos procedentes de actividades por cuenta propia y cuenta ajena: En aquellos grupos en que se reciben ingresos por ambos conceptos, e incluiría a los grupos según la clasificación de Ward 7, 5 y 6.
  3. Ingresos procedentes del negocio familiar: en aquellos grupos en que los ingresos familiares proceden en su mayoría de actividades por cuenta propia y trabajan más de 1,5 miembros de la familia en el negocio familiar. Correspondería a los grupos según la clasificación de Ward, 14, 9, 28 y 32.
  4. Ingresos procedentes de pensiones de jubilados o dispacitados: grupos 21 y 18 según la clasificación de Ward.
  5. Rentas procedentes de activos financieros o inmobiliarios. Correspondería a los grupos 3, 39, 25, 1 y 26.

Los porcentajes resultantes se muestran en el siguiente diagrama de sectores.

Gráfico 9. Distribución de los grupos en función de la actividad principal de ingresos de la familia .
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

7.3.4. Análisis de la distribución de la renta familiar a través de la Curva de Lorenz y el índice de Gini.

La siguiente gráfica muestra las rentas del cluster ponderadas por el número de familias incluidas en cada grupo.

Gráfico 9. Diagrama de columnas de la variable renta en los grupos “cluster case” ponderada por el número de familias.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

El índice de Gini es una medida de concentración que trata de poner de relieve el mayor o menor grado de igualdad en el reparto del total de los valores de una variable, y por tanto, indica el grado de distribución de esta.

Denominamos concentración a la mayor o menor equidad en el reparto de la suma total de los valores de la variable considerada.

La curva de Lorenz es la representación gráfica de cómo se va acumulando la variable en relación al conjunto de unidades a la que está referida.

En relación al análisis de la renta de los grupos resultantes de nuestro cluster jerárquico, los cálculos necesarios para su cálculo vienen detallados en la siguiente tabla.

Ward Method                            

rentohogar (xi)

ni

Ni

ui=xini

Sui

qi=Sui/un

pi=SNi/N

pi-qi

 

0,00%

0,00%

0,00%

21

13.719,64

1.465

1.465

20.099.279,78

20.099.279,78

8,03%

25,04%

17,01%

22

20.326,49

25

1.490

508.162,24

20.607.442,02

8,23%

25,47%

17,23%

23

25.441,15

352

1.842

8.955.285,19

29.562.727,21

11,81%

31,48%

19,67%

19

31.298,10

117

1.959

3.661.877,99

33.224.605,20

13,28%

33,48%

20,21%

6

34.148,63

48

2.007

1.639.134,01

34.863.739,21

13,93%

34,30%

20,37%

24

36.047,56

311

2.318

11.210.790,01

46.074.529,22

18,41%

39,62%

21,21%

20

36.111,03

1.539

3.857

55.574.873,02

101.649.402,23

40,62%

65,92%

25,30%

18

41.937,61

874

4.731

36.653.467,73

138.302.869,96

55,26%

80,86%

25,59%

4

49.618,30

178

4.909

8.832.057,45

147.134.927,42

58,79%

83,90%

25,11%

5

54.662,05

146

5.055

7.980.658,64

155.115.586,06

61,98%

86,40%

24,41%

3

71.712,47

46

5.101

3.298.773,73

158.414.359,79

63,30%

87,18%

23,88%

1

78.149,12

45

5.146

3.516.710,39

161.931.070,18

64,71%

87,95%

23,24%

8

82.579,59

40

5.186

3.303.183,54

165.234.253,72

66,03%

88,63%

22,61%

9

88.310,36

77

5.263

6.799.898,02

172.034.151,74

68,74%

89,95%

21,21%

14

94.028,74

130

5.393

12.223.736,80

184.257.888,54

73,63%

92,17%

18,54%

39

100.302,09

19

5.412

1.905.739,64

186.163.628,18

74,39%

92,50%

18,11%

7

104.248,83

179

5.591

18.660.540,00

204.824.168,18

81,85%

95,56%

13,71%

2

116.529,33

133

5.724

15.498.400,50

220.322.568,68

88,04%

97,83%

9,79%

25

162.619,09

50

5.774

8.130.954,71

228.453.523,39

91,29%

98,68%

7,40%

32

215.440,98

25

5.799

5.386.024,42

233.839.547,81

93,44%

99,11%

5,67%

26

241.946,84

20

5.819

4.838.936,78

238.678.484,59

95,37%

99,45%

4,08%

28

361.831,94

32

5.851

11.578.621,92

250.257.106,51

100,00%

100,00%

0,00%

 

15,35

3,84

Tabla 24. Cálculos necesarios para la obtención del índice de Gini y curva de Lorenz en base a la información de los grupos.

Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

 

Para calcular el índice de Gini aplicamos la fórmula

ef12

Observamos que hay una concentración media de la renta.

En la curva de Lorenz podemos observar como hay poco nivel de concentración, al situarse cerca de la diagonal.

Gráfico 10. Curva de Lorenz de la variable renta en los grupos “cluster case” ponderada por el número de familias (año 2004).
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Tanto el índice de Gini como la curva de Lorenz, permiten comparar la distribución  de la renta entre diferentes comunidades. El análisis cluster nos ha permitido detectar los valores de renta que son más representativos en los distintos grupos de familias de un solo país, en este caso España, y aplicando la metodología, obtenemos unas medidas de concentración que no tienen en cuenta los valores atípicos lo que habrá que tener en cuenta a la hora de su interpretación .Sirva como ejemplo la renta máxima familiar en la encuesta CAPI 2005 que es de 8.187.000€.

7.4. El Análisis de los grupos de familias empresarias.

Los grupos que se han revelado a sí mismos como grupos de familias empresarias aglutinan a un conjunto de 264 familias de las 5.962 encuestadas, esto es  un 4,42% del total de la encuesta, que ordenados por el número de familias que integran, son:

  • Familias empresarias en las que trabajan 2,77 miembros en la empresa familiar (Ward 14)
  • Familias empresarias en las que trabajan 1,64 miembros en la empresa familiar (Ward 9)
  • Familias empresarias con propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal por valor de 1.067.200€ (Ward 28)
  • Familias con negocios por valor de 12.138.000€ en los que trabajan 2,92 familiares (Ward 32)

 

A continuación mostraremos una serie de gráficos que nos permitirán determinar sus similitudes y diferencias.

Gráfico 11. Proporción de los grupos de familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Gráfico 12. Ingresos anuales en euros de los grupos de familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Gráfico 13. Patrimonio en euros de las familias empresarias en el año 2004, excluyendo el negocio.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.
Gráfico 14. Saldo en euros de los depósitos de las familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.
Gráfico 15. Valor de la Cartera de acciones y fondos de inversión de las familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Gráfico 16. Valor del negocio y de los terrenos y edificios destinados a la actividad por cuenta propia de las familias empresarias en el año 2004.
Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

Nombre del grupo

Familias empresarias en las que trabajan 2,77 miembros en la empresa familiar

(Ward 14)

Familias empresarias en las que trabajan 1,64 miembros en la empresa familiar

(Ward 9)

Familias empresarias con propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal por valor de 1.067.200€

(Ward 28)

Familias con negocios por valor de 12.138.000€ en los que trabajan 2,92 familiares (Ward 32)

Número de familias

130

77

32

25

Renta total del hogar construida, anual 2004

94.028,74

88.310,36

361.831,94

215.440,98

p.2.5. Valor actual de la vivienda principal

383.849,28

369.520,75

1.288.300,00

687.379,08

P.2.12. Pendiente de amortizar de la vivienda principal

24.480,19

8.762,19

51.729,88

2.800,00

P.2.18. Importe mensual préstamo vivienda principal

224,68

105,12

235,94

24,04

P.2.39. Valor propiedades inmobiliarias distintas de la vivienda principal

407.074,49

508.017,61

1.067.200,00

1.063.600,00

P.2.43. Ingresos mensuales por alquiler de otras propiedades inmobiliarias

146,06

90,95

656,35

423,69

p.2.22. Metros construidos de la vivienda principal

185,47

193,38

280,72

227,88

p.2.31. Importe mensual del alquiler de la vivienda principal

7,89

24,16

21,88

0,00

p.2.71. Valor total del equipamiento de todas las viviendas

42.769,26

48.341,20

132.173,76

92.592,86

p.2.74. Valor total de automóviles adquiridos en el año 2004

2.023,91

32.783,27

16.101,18

8.547,69

p.2.75. Valor estimado actual de los automóviles del hogar

16.527,97

51.526,75

40.486,63

36.590,81

p.2.84. Valor total estimado de joyas, obras de arte, antigüedades,…

8.477,88

16.216,89

74.497,65

39.693,68

p.3.20.Crédito máximo disponible en líneas de crédito del hogar

3.717,10

2.904,64

15.388,81

10.574,17

p.4.7. Saldo total en cuentas de ahorro vivienda

2.510,62

58,47

949,06

0,00

p.4.7. Saldo total en cuentas no utilizables para realizar pagos

20.630,28

19.253,73

81.043,06

37.940,24

p.4.7. Saldo total en cuentas utilizables para realizar pagos

27.210,72

25.979,89

59.837,67

29.448,21

p.4.8. Ingresos financieros de cuentas no utilizables para realizar pagos

287,48

321,88

1.771,22

1.546,80

p.4.15.Valor de la cartera en acciones cotizadas

31.486,29

21.921,53

227.769,16

128.351,41

p.4.16. Ingresos anuales por dividendos

1.364,95

1.233,86

5.504,35

5.102,81

p.4.24.Valor de la cartera de acciones no cotizadas

108.816,65

29.464,60

271.722,75

2.111.100,00

p.4.25. Ingresos anuales por dividendos de acciones no cotizadas

774,49

82,04

14.016,85

15.136,80

p.4.28.a. Valor de cartera en fondos de inversión

33.365,89

54.333,72

64.189,47

190.524,05

p.4.35. Valor de su cartera en valores de renta fija

1.706,58

156,11

468,75

0,00

p.4.36. Ingresos anuales procedentes de valores de renta fija

48,89

3,12

15,63

0,00

p6.16. Importe mensual de salario remunerado en especie

13,07

11,17

12,21

0,00

p6.35. Miembros del hogar que trabajan en el negocio por cuenta propia

2,77

1,64

1,81

2,92

p.6.382. Porcentaje medio de participación en actividades por cuenta propia

17.221,78

3.352,73

1.126,90

89.890,16

p.6.39. Valor actual del terreno y edificios del negocio por cuenta propia

1.045.000,00

438.910,97

1.894.900,00

4.058.700,00

p.6.40. Valor actual del negocio por cuenta propia excluyendo terrenos y edificios

1.285.700,00

189.766,04

1.070.900,00

12.138.000,00

p.6.402. Automóviles y vehículos en actividades por cuenta propia

6.996,15

23.980,37

7.422,50

14.319,30

p.6.42. Bienes personales en garantía para negocio por cuenta propia

40.834,71

20.351,84

411.337,60

69.706,72

p.6.49. Renta bruta mensual de incapacitados y jubilados

92,20

192,20

280,30

39,21

p.6.64. Rentas anuales de carácter laboral

9.374,14

24.341,40

33.743,98

12.053,35

p.6.68. Ingresos por prestaciones de desempleo

0,00

0,00

0,00

0,00

p.6.72. Ingresos de trabajo por cuenta propia

60.318,99

30.262,71

172.822,32

99.338,66

p.7.2. Ingresos por rentas de la propiedad

1.983,30

1.076,01

11.357,25

5.178,85

p.8.1. Cantidad de efectivo para gastos semanales

297,38

334,19

686,26

621,28

p.8.4. Pago mensual  promedio realizado con tarjetas de crédito y similares

8,69

11,56

23,03

13,96

p.8.5. Importe mensual de las compras que realizan con tarjetas de crédito y similares

493,71

568,03

2.264,19

875,56

p.9.1. Gasto medio mensual total en bienes de consumo

1.640,79

1.852,71

5.104,69

2.724,89

p.9.2. Gastos en comida, dentro y fuera del hogar

674,73

738,66

1.572,38

1.077,59

Tabla 25. Vectores centroide de los grupos de familias empresarias .

Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

 

Los grupos de familias empresarias se han definido a sí mismos como tales por:

  • el número de miembros que ha superado en términos medios a los 1,64 familiares.
  • Por los elevados valores de los ingresos por cuenta propia, que son la mayor fuente de ingresos para la familia en todos los grupos, seguidos muy de cerca por los ingresos de carácter laboral.
  • Por preferir la renta variable a la renta fija como vehículo para canalizar sus ahorros, ya que los valores de la partida “p.4.35. Valor de su cartera en valores de renta fija” son despreciables en relación al resto de la cartera.

 

Desde el punto de vista de los ingresos familiares, la principal fuente de ingresos, como ya hemos dicho, son los ingresos del trabajo por cuenta propia, que curiosamente no dependen de la dimensión del negocio.

En el gráfico 12, podemos observar como el grupo que mayores ingresos genera por este concepto, y por rentas de carácter laboral, es el grupo Ward 28 dónde el valor del negocio y su inmovilizado es aproximadamente un 8,8% del valor del negocio en el grupo Ward 32, que es el que posee mayor patrimonio.

El grupo Ward 14 y Ward 19, son muy similares desde el punto de vista de los ingresos. En ambos casos los ingresos de otras propiedades inmobiliarias, por dividendos y de rentas de la propiedad son muy bajos. Además, la suma de los ingresos de la actividad por cuenta propia y los de carácter laboral son muy parecidos, entre los 54.604€ y los 69.693€.

Sin embargo, existen diferencias significativas respecto al valor del negocio y sus activos. El grupo Ward 14 posee un negocio por valor de 1.285.700€ cuyos terrenos y edificios están valorados en 1.045.000€, mientras que el grupo Ward 19 posee un negocio por valor de 189.766€, y en terrenos y edificios 438.910,97€ (menos de la mitad que el grupo Ward 14).

Esto nos lleva a concluir que la competitividad de las empresas familiares españolas no está relacionada con su dimensión, y tampoco con el número de miembros de la familia involucrados en la empresa. Por el contrario, cuantos menos miembros familiares trabajan en la empresa, mayores son los ingresos en relación al patrimonio empresarial.

 

Entendemos que en este tipo de familias, los ingresos de carácter laboral y por actividades por cuenta propia tienden a confundirse, debido a que el capital es propiedad de la familia y el trabajo se retribuye en función de las necesidades del familiar. Por tanto, para analizar la productividad de la familia en relación al negocio compararemos los ingresos por estos dos conceptos en relacion al patrimonio empresarial encuestado, esto es, el valor del negocio más el de los terrenos y vehículos dedicados a él.

 

Ward Method                            

14

9

28

32

Ingresos procedentes del negocio familiar[2]

71.832,57€

55.920,00€

226.087,51€

131.631,62€

Patrimonio empresarial familiar[3]

2.337.696,15€

652.657,39€

2.973.222,50€

16.211.019,30€

Productividad

3,07%

8,57%

7,60%

0,81%

Tabla 26. Ratio de productividad del capital de los grupos familias empresarias .

Fuente: Elaboración propia con información procedente de la encuesta CAPI 2005 del BDE.

 

El euribor se situó en el año 2004, en un intervalo comprendido entre el 2,055% en marzo y el 2,404% en Junio. Si lo utilizamos como umbral mínimo de rentabilidad empresarial observamos que todos los grupos lo superan, exceptuando el grupo Ward 32, del que sorprende la baja productividad siendo el que posee mayor patrimonio.

Atendiendo a la rentabilidad procedemos a clasificar a los grupos de familias empresarias:

  1. Grupos de baja productividad del capital, aquellos que no superan el tipo euribor en el año 2004, y que se corresponden con el grupo Ward 32. Suponen un 10% de las familias empresarias.
  2. Grupos de productividad media del capital, que no superan el 7% de retorno en la inversión, y que se corresponde con el grupo Ward 14. Suponen un 49% de las familias empresarias.
  3. Grupos de alta productividad del capital, que superan el 7% en el retorno de la inversión, esto es, los grupos Ward 9 y Ward 28. Suponen el 41% de las familias empresarias.

 

Estas cifras dan una idea de la elevada productividad en términos generales de la empresa familiar en España.

 

Respecto a la forma de canalizar el ahorro de las familias, se observa que en términos generales, tienen aversión a la renta fija, en términos generales. Los que más utilizan los valores de renta variable y los fondos de inversión como forma de ahorro son los grupos Ward 28, y Ward 32. El primero como forma de canalizar sus elevados beneficios, que también se manifiestan en el preponderante valor de sus depósitos en cuentas no utilizables para realizar pagos. El segundo, como forma de ahorro en un sentido más estricto, prefiriendo los fondos de inversión a la inversión en renta variable.

Aunque las sociedades en régimen de transparencia fiscal, parecen abocadas a la desaparición, el grupo Ward 32 sería el candidato perfecto debido al elevado valor de sus activos, y a su bajo nivel de productividad. De forma más clara, el negocio en el grupo Ward 32 es una forma de proteger las posesiones de la familia frente a la progresividad del tipo impositivo en los impuestos directos.

Si relacionamos el valor de la vivienda de las familias empresarias con los ingresos procedentes del negocio familiar obtenemos un coeficiente de correlación positivo del 99,42%. Esto es, una relación proporcional prácticamente perfecta.

En cuanto a bienes de los que disfruta directamente la familia, véase el gráfico 13, el grupo Ward 28 es, en consecuencia, el grupo familiar que disfruta de una vivienda de mayor valor, y de otras propiedades inmobiliarias similares al grupo Ward 32. También es el que dispone de un mayor equipamiento en sus viviendas y de más joyas y obras de arte.

El valor de los automóviles para uso familiar es muy similar en los grupos Ward 9, Ward 28 y Ward 32, entre los 36.590 y los 51.526€.  Curiosamente, el mayor valor de los automóviles para uso familiar no corresponde al grupo de mayor patrimonio sino al de mayor productividad, esto es, el Ward 9.

La información de carácter cuantitativo, sugiere multitud de hipótesis de carácter cualitativo en relación a las formas de generar riqueza de las familias empresarias, y sobre el por qué, con independencia del sector de actividad al que pertenecen existen similitudes tan estrechas en relación con los hábitos de consumo y los ratios de productividad.

Sería necesario un estudio de carácter cualitativo para ampliar su comprensión sobre como actúan como agentes económicos en el escenario del mercado, trabajo que quedará emplazado para posteriores investigaciones.



[1] Los grupos se ordenan en orden descendente en función del número de familias que incluyen.

[2] En el caso de las empresas familiares, definimos los ingresos procedentes del negocio familiar como la suma de las variables p.4.16. Ingresos anuales por dividendos”,”p.4.25. Ingresos anuales por dividendos de acciones no cotizadas”,”p.6.64. Rentas anuales de carácter laboral” y ”p.6.72. Ingresos de trabajo por cuenta propia”.

[3] Obtenemos el patrimonio empresarial familiar como la suma de p.6.39. Valor actual del terreno y edificios del negocio por cuenta propia”,”p.6.40. Valor actual del negocio por cuenta propia excluyendo terrenos y edificios” y “p.6.402. Automóviles y vehículos en actividades por cuenta propia”

La Empresa Familiar desde una perspectiva macroeconómica

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

5.1. Introducción

Combinar dos instituciones aparentemente antagónicas como empresa y familia, es tanto como querer mezclar el capital y los sentimientos[1]. Es un arte que deberá aplicar el empresario con la finalidad de mezclar sabiamente creatividad, experiencia y visión de largo plazo, haciendo que sea posible el compartir el trabajo con los seres queridos.

El empresario es una pieza clave en la economía de mercado. Genera riqueza y puestos de trabajo. Cuando se ha pretendido sustituir al empresario y al mercado por la planificación económica las consecuencias han sido una drástica reducción de la actividad económica. Los diferentes tipos de dirección empresarial generan efectos colaterales y directos sobre grupos de interés (stakeholder) como los consumidores, los trabajadores y las instituciones públicas. Una estructura de carácter microeconómico tiene, por tanto, una repercusión clara y directa en la evolución macroeconómica de un país.

La Estrategia Empresarial aplicada a la Empresa Familiar pretende encontrar fórmulas que permitan un desarrollo en armonía de las necesidades de la familia y de la empresa, proporcionando métodos que logren un sistema que funcione manteniendo a la familia unida y logrando una empresa saludable, un patrimonio sólido y una proyección de futuro basada en la continuidad generacional.

Nos hemos aproximado al concepto de Empresa Familiar y a las diferentes definiciones que se han dado de ella. Trataremos ahora sus peculiaridades, problemáticas más comunes y su capacidad de supervivencia en el largo plazo, concluyendo con un análisis de las consecuencias macroeconómicas y las repercusiones sociales que esta especial forma de empresa presenta frente a otros tipos de estructuras empresariales.

En el presente trabajo de investigación hemos dado una definición propia de Empresa Familiar, contemplando este tipo de empresas desde dos perspectivas: una amplia basada en relaciones de familiaridad, y otra en sentido más estricto, basada en relaciones de carácter familiar. Sin embargo, las primeras son una extensión de las segundas, con lo que podemos considerar las relaciones sustentadas en la familiaridad como una extensión de las formas de relación familiar. Por tanto, analizaremos las relaciones que se dan en el seno de la familia empresaria, porque son más valiosas, significativas y complejas, además de ser las que más veces se han estudiado por la literatura económica.

La principal característica de la Empresa Familiar es la yuxtaposición de las relaciones familiares y empresariales. Las primeras son relaciones de carácter informal que se desarrollan en base a criterios éticos y de costumbre, mientras que las segundas son de carácter formal y se ajustan a comportamientos claramente determinados en contratos escritos y verbales, que en la mayoría de los casos tienen un alto componente mecanicista.

A medida que la empresa crece en dimensión se acumulan mayores cantidades de capital lo que hace necesario adaptar los mecanismos de gestión para poder afrontar las necesidades y problemas que aparecen en un sistema cada vez más amplio y complicado.

Un ideal de Empresa Familiar debe permitir la preservación del carácter familiar y a la vez integrar la capacidad de profesionalización, brindando además a sus miembros un marco adecuado para su desarrollo económico, ético y afectivo. La profesionalización puede también implicar la inclusión de directivos externos a la familia.

La dirección que crea y mantiene una empresa de carácter familiar tiene que planificar la sucesión de forma adecuada, gestionando el paso del testigo en el momento oportuno, una vez que se ha logrado la formación necesaria de los posibles sucesores, decidiendo cuál de estas personas es la más adecuada para la dirección, en base a garantizar la continuidad y la capacidad de supervivencia de la empresa.

Hay una gran variedad de empresas familiares: personalistas, profesionalizadas, pequeñas, grandes, de un único propietario, de más de un propietario… Sin embargo todas ellas tienen algo en común:  la implicación directa a lo largo de la vida de la empresa de los diferentes miembros de la familia. Esto ocurre tanto en la dirección como en la propiedad y en el consejo de administración.

La familia, la propiedad y la empresa son tres instituciones que se superponen, generando una complejidad peculiar en la organización y en la estrategia de este tipo de empresas que se concretará en situaciones difíciles y confusas: la mezcla de papeles tan diferentes como el de ser a la vez padre, gerente o director; principal accionista y presidente del consejo de administración; o el caso de la esposa que puede ser accionista minoritaria y sin embargo no trabajar en la empresa…

Normalmente, cuando la empresa está dirigida por una familia el resultado es que en las decisiones empresariales dominan los criterios familiares frente a los meramente económicos de eficiencia y rentabilidad.


5.2  Una perspectiva histórica

La Empresa Familiar es una institución productiva que tiene su origen en la evolución histórica de las sociedades, y que por tanto ha sido una de los generadores de riqueza fundamentales de nuestro sistema económico actual.

La creación y el sostenimiento de proyectos productivos familiares tienen diferentes connotaciones según las épocas y las culturas en las que se han producido.

A lo largo de toda la Historia, el surgimiento de los fenómenos sociales migratorios como medio para compensar los desequilibrios de recursos entre las diferentes regiones, la fragmentación del conocimiento y su especialización, la democratización social y la economía global son algunos de los elementos que generan una dinámica de oportunidades y desafíos para los individuos.

Las empresas de carácter privado han sido capaces de atender de forma personalizada las necesidades económicas de los individuos, ya que el Estado ha sido y es, incapaz de satisfacerlas de forma plena, y de generar un crecimiento sostenido y uniforme de la economía.

Las empresas familiares son los agentes más efectivos en el desarrollo económico, ya que generan puestos de trabajo, seguridad, oportunidad y progreso a los participantes activos y pasivos del proyecto familiar, a la comunidad y a la estructura económica nacional y/o regional[2].

Tras pasar el ecuador de la Edad Media comienza un incipiente sistema de mercado amparado por los propios estados de Occidente (Europa y Norte de África) y de Oriente (China).

A partir del siglo XVI se produce la transformación de un sistema de producción intensivo basado en la tierra, marcadamente medieval, a otro incipientemente capitalista basado en el dinero, las finanzas y la banca, lo que servirá de base para que posteriormente se produzca  la revolución industrial.

Valdaliso y López García[3] destacan que entre los siglos XVI y XVIII, antes de que aparezca una base legal que sustente la validez de los contratos, los comerciantes y artesanos desarrollaron códigos de conducta que hicieron posible el impulso del comercio. Así pues, las relaciones familiares en los negocios fueron la primera garantía de la voluntad contractual y actuaron como motor del sistema económico, al permitir que se realizaran transacciones a pesar de la incertidumbre de un marco institucional casi inexistente.

En la España del siglo XVI los Függer fueron los banqueros de Carlos V y Felipe II. En la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XVII, los Lloyd inician su actividad como aseguradores de buques, y a día de hoy esta sociedad continua en activo.

Colli apunta que durante la primera revolución industrial las empresas familiares ocuparon un papel preponderante en la escena económica mundial[4]. Valdaliso y López García establecen que en esta época, el comercio se identifica con los lazos familiares, que de nuevo sirven para superar la incertidumbre derivada del incipiente marco legal y el riesgo asociado al comercio, siendo la familia una fuente de capital físico y humano.  García Ruiz  afirma además que en la Empresa Familiar existe una confusión total debido a una identificación entre la autoridad familiar y la dirección de la empresa, así como entre el capital y el patrimonio de los propietarios[5].

El concepto de empresa cambia profundamente con la revolución industrial, y con él la forma de dirección debido a la aparición de maquinaria, el nacimiento de la producción en cadena, la concentración de trabajadores en fábricas y la formalización paulatina de las instituciones jurídicas. Aunque pueda parecer lo contrario, la revolución industrial no significó la destrucción de la relación familia-empresa sino que la familia fue la base a partir de la cual se materializan los proyectos productivos, dejando de lado la especialización artesanal característica del período anterior para dejar paso a la aparición de procesos industriales.

En el siglo XIX surgen en España grandes empresas de iniciativa individual, que después se consolidan con la formación de grupos familiares, llegando a ocupar puestos predominantes en sectores como la banca, la industria y el comercio. Sirvan como ejemplo los nombres de Ybarra (siderurgia y compañías navieras), Manuel Girona (industrial y financiero catalán, accionista de Altos Hornos de Vizcaya, Banco de Barcelona, Banco Hispano Colonial, etc.), Güell, Muntadas (La España Industrial), Batlló, Cros (química), Antonio López y López (Compañía Transatlántica y banquero), Arnús (banca), Aznar (navieros y banqueros), y etc. Estos negocios alcanzaron una elevada dimensión pero no por ello dejaron de ser empresas familiares, ya que la gestión se realizó de forma individualizada y la propiedad se transmitió de padres a hijos.

Nombres como Wilkinson, Siemens, Bosch, Krupp, Rockefeller, Rothschild, Ford y otros han fundado grandes compañías que a día de hoy continúan siendo controladas por grupos familiares.

Según Berle y Means, a principios del Siglo XX aparecen en Estados Unidos grandes corporaciones cuasi-públicas que dan lugar a una creciente separación entre capital y dirección[6].

Sin embargo, esto no fue en detrimento del número de PYMES y tampoco supuso la completa separación entre capital y dirección, que estaban unidos desde antes de la primera revolución industrial. Las empresas familiares fueron capaces de adaptarse en tamaño y continuar con su actividad. A finales de los años 70, una de cada cinco o seis de las 200 mayores empresas no financieras seguían bajo el control del fundador o descendiente en los Estados Unidos. Esta información la encontramos en Valdaliso, según estudio de Prais “Productividad y estructura industrial. Un estudio estadístico de la industria manufacturera de Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos”. Madrid, Ministerio de trabajo y seguridad social.

Los datos son aún más concluyentes y representativos para la Empresa Familiar a medida que se utilizan muestras de países menos avanzados gerencialmente como Italia o España.


5.3 Normativa sobre la definición de Empresa familiar y PYMES.

Habitualmente se equipara la Empresa Familiar con la pequeña y mediana empresa (PYME), lo que es bastante inexacto. La PYME se define por su dimensión, en la mayoría de las legislaciones según al número de trabajadores, aunque los criterios varían dependiendo del país en el que desarrollan su actividad.

La Comisión Europea pronunció el 6 de mayo de 2003 una recomendación sobre los criterios para clasificar a un empresa como PYME, que modifica su anterior recomendación de 1996[7]. Este nuevo texto clasifica las empresas en autónoma, asociada y vinculada, y fija un método transparente para calcular los límites financieros y el número de empleados, definición que está vigente desde el 1 de enero de 2005 y en la que se especifican como límites superiores los  expresados en la siguiente tabla.

Recomendación de 1996 Recomendación de 2003

Categoría de empresa

Trabajadores

Volumen de negocio

Balance General

Volumen de negocio

Balance General

Mediana

250

40 m €

27 m €

50 m €

43 m €

Pequeña

50

7 m €

50 m €

10 m €

10 m €

Micro

10

2 m €

2 m €

 

Tabla 1. Comparativa de los criterios de determinación de la PYME según legislación años 1996-2003. Fuente: RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN EUROPEA de 3 de abril de 1996 y RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN EUROPEA de 6 de mayo de 2003

 

En la mayoría de los países industrializados no existe una norma homogénea. En Alemania los límites dependen del sector productivo al que pertenezca la empresa. En Francia e Italia, se consideran pequeñas las que no superan los 50 trabajadores y medianas las que no superan los 500. En Holanda, sin embargo, el tamaño establecido se reduce hasta 10 trabajadores para las empresas pequeñas y 100 para las medianas. En Estados Unidos, en el sector industrial, son consideradas pequeñas empresas las que facturan menos de 5,5 millones de dólares, y medianas las que tienen una cifra de negocios entre 9,5 y 22 millones de dólares[8].

No existe una definición en la legislación española para definir lo que es una PYME, aunque suele aceptarse como pequeña empresa aquella que tiene menos de 50 trabajadores y como mediana a la que tiene entre 50 y 500. Sin embargo, estos límites varían según el sector considerado. Así, vemos que en el sector del comercio detallista se considera dentro de las PYMES que la empresa de hasta 3 trabajadores está dentro de las pequeñas y las tienen entre 4 y 19 trabajadores como medianas. La razón es que estas empresas suelen tener pocos trabajadores, lo que se plasma en unos criterios de determinación menos exigentes, estableciendo un tamaño inferior respecto al criterio seguido en otros sectores.

Desde una perspectiva jurídica, las PYMES toman diversas formas con distintos regímenes fiscales, en muchos casos determinados por su tamaño e incluso con diferente normativa contable, como establece el recientemente aprobado Nuevo Plan General de Contabilidad para PYMES del año 2007[9], en cuya introducción se indica: “Cabe destacar que la Unión Europea ha emprendido en los últimos años, un conjunto de medidas tendentes a simplificar las obligaciones de las pequeñas y medianas empresas, comenzando por la Recomendación de la Comisión sobre la mejora y simplificación del entorno de los negocios para empresas que comienzan su actividad y más recientemente el Consejo Europeo de ocho y nueve de marzo de 2007, ha puesto de relieve la necesidad de reducir las cargas administrativas de las empresas europeas. En esta reducción la contabilidad es uno de los ámbitos prioritarios y así se ha reflejado en la Comunicación de la Comisión relativa a la simplificación del entorno empresarial en los ámbitos de Derecho de sociedades, la contabilidad y la auditoria.

En este contexto, los requisitos que una empresa ha de cumplir para ser considerada una PYME son: que el total de su activo no supere los 2.850.000,00€, que su cifra anual de negocio no supere los 5.700.000,00€ y que el número medio de sus trabajadores no supere los 50; y para ser consideradas como una microempresa: que el total de su activo no supere 1.000.000,00€, que la cifra anual de negocio no supere los 2.000.000,00€ y que el número medio de sus trabajadores no supere los 10. Sin embargo, estos límites son solo a efectos contables. A otros efectos, los límites que definen a las PYMES en la legislación española varían según el sector considerado.

Muchos emprendedores comienzan su andadura como empresarios individuales, sujetos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y sometidos al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. Este impuesto puede alcanzar tipos impositivos superiores al 40%. Cuando su cuota supera el tipo al que se tributaría en el Impuesto de Sociedades[10], resulta rentable cambiar la forma jurídica de su actividad, por lo que es muy común que a medida que aumenta el tamaño de las empresas estas se convierten primero en sociedades de responsabilidad limitada hasta alcanzar el nivel de sociedad anónima

La sociedad unipersonal surge como respuesta a la aspiración del empresario individual a ejercitar su industria o comercio con responsabilidad limitada frente a sus acreedores.

Pueden darse dos tipos de sociedades unipersonales:

  • La constituida por un único socio, sea persona natural o jurídica. La sociedad unipersonal originaria va a tener su origen, no en un contrato plurilateral de organización como en las demás sociedades, sino en un negocio jurídico unilateral reconocido expresamente por la Ley, cuya esencia se encuentra en la declaración unilateral de voluntad de una persona (natural o jurídi­ca) tendente, tras el cumplimiento de las formalidades previstas por la Ley de Sociedades Anónimas[11] o la Ley de  Sociedades de Responsabilidad Limitada[12], al nacimiento de una sociedad con su perso­nalidad jurídica.
  • La constituida por 2 o más socios cuando todas las participaciones hayan pasado a ser propiedad de un único socio. En el caso de sociedad unipersonal sobrevenida, como consecuencia de haber pasado un único socio a ser propietario de todas las acciones o participaciones sociales, es necesario que conste en el Registro Mercantil la declaración sobre que la sociedad ha sobrevenido unipersonal, o de lo contrario, puede tener graves consecuencias para el socio, pues transcurridos 6 meses desde la adquisición por la sociedad del carácter de unipersonal sin que esta circuns­tancia se hubiere inscrito, el socio único responderá personal, ilimitada y solidariamente de las deudas sociales contraídas durante el periodo de la unipersonalidad. Inscrita la unipersonalidad, el socio único no responderá de las deudas contraídas con posterioridad[13].

El socio único ejercerá las competencias de la Junta General, sus decisiones se consignarán en acta bajo su firma o la de su representante, pudiendo ser ejecutadas y formalizadas por el propio socio o por los administradores de la sociedad.

Las empresas individuales suelen considerarse empresas familiares siempre que sus titulares sean cabezas de familia, es decir, que los ingresos procedentes de su actividad empresarial reviertan en el sustento de la familia, y que los oficios sean susceptibles de pasar de padres a hijos.

Aunque no hay un acuerdo generalizado sobre cuales deben ser las dimensiones de la empresa para su clasificación como PYME, si que hay unanimidad en cuanto que son gestionadas de forma personalizada al concentrarse la gestión en unos pocos socios fundadores y en esto tienen mucho en común con las empresas que venimos definiendo como familiares.

En resumen, no todas las PYMES se pueden considerar empresas familiares. Las empresas con formas jurídicas de sociedades cooperativas o sociedades anónimas laborales no lo son en estricto sentido y, por el contrario, existen grandes empresas que cotizan en Bolsa y presentan, sin embargo, una gestión propia de la Empresa Familiar.

 

5.4 La Empresa Familiar en la actualidad

A día de hoy las grandes empresas tienen un claro carácter multinacional y en muchas de ellas el control de la gestión sigue recayendo en grupos familiares, descendientes o no de los fundadores como los Agnelli en Fiat, Tizne, Bill Gates en Microsoft,…

En España existen grandes empresas familiares con proyección internacional,  algunas de ellas multinacionales como el Corte Inglés en el sector de grandes superficies comerciales, Agrolimen y Leche Pascual en el sector alimenticio, Fomento de Construcciones y Contratas en el sector de la Construcción, Planeta en el sector editorial, Colchones Flex en el sector mobiliario, los grupos de Codorniu (familia Raventós), Freixenet (Ferrer), o Manuel Torres, en la producción vitivinícola, Uriach, Almirall, Laboratorios Esteve, Ferrer Internacional, en el sector farmacéutico; Antonio Puig en cosméticos y perfumería, etc.

Frecuentemente se pone como ejemplo de Empresa Familiar a estas grandes multinacionales que cuentan con un elevado número de trabajadores y   normalmente con un alto grado de cualificación, pero constituyen situaciones excepcionales. La mayoría de las empresas familiares son PYMES dónde la dirección recae en un miembro de la familia con voluntad de que los beneficios de la actividad sirvan para el mantenimiento de las necesidades familiares.

La Empresa Familiar se caracteriza por la existencia de una familia que la controla, ya sea porque posee más del 50% del capital, o bien porque los miembros de un mismo grupo familiar ocupan puestos claves en la dirección de la compañía.

Con independencia de su dimensión, las empresas familiares se enfrentan a problemas comunes a todas ellas: los conflictos intergeneracionales entre padres e hijos o entre hermanos, la ingerencia en la gestión de la organización de los miembros de la familia en la empresa, las disputas sobre el lugar que deben ocupar, la forma en que se prevé y desarrolla la sucesión de la dirección y la propiedad, la planificación de las consecuencias fiscales de la sucesión, …

Las principales dificultades de la Empresa Familiar son:

  1. conciliar los objetivos empresariales y los familiares determinando los privilegios que deben disfrutar los miembros de la familia propietaria en relación al resto del personal, de forma acorde con una gestión eficiente del negocio;
  2. resolver cómo integrar a los nuevos miembros cuando aumenta el número de familiares tras sucesivas generaciones;
  3. establecer el momento oportuno de la sucesión, o, si es el caso, la venta de la sociedad;
  4. escoger al sucesor en caso de optar por la continuidad;
  5. redistribuir el poder de la empresa entre los distintos miembros y ramas familiares después de la sucesión y
  6. encontrar solución a  los problemas fiscales de la sucesión.

En la Empresa Familiar, tanto el fundador como sus sucesores esperan mantener la propiedad y el control de la compañía en el seno de la familia. En España, el 87% de los propietarios que planifican su sucesión, esperan que tanto la propiedad de la empresa como la dirección la mantengan miembros de la familia. Sólo el 13% restante se plantea venderla. La Porta et al, además observan como el control familiar se convierte en la forma predominante de control conforme el tamaño de la empresa se reduce; por término medio el 53% de las empresas de tamaño medio del mundo, aproximadamente 500 millones de dólares de ingresos, son controladas por la familia[14].

En España entre el 60 y el 65% de las empresas familiares son de primera generación, aproximadamente el 30% de segunda, y solo el 10% de tercera generación y posteriores.

Las empresas de primera y segunda generación suelen estar gobernadas por miembros de una misma familia, sin embargo a medida que son más longevas la administración se delega progresivamente en terceros, lo que repercute en la profesionalización de la dirección y en el beneficio de la empresa[15].

La supervivencia de la Empresa Familiar, aunque con matizaciones en función de su tamaño, requiere de una estrategia empresarial que la haga viable: ha de tener en cuenta la sucesión, la adecuada formación de sus futuros gestores y la incorporación de los familiares a los puestos de responsabilidad en función de las necesidades de la propia empresa y no en función de las necesidades familiares.

Es indispensable la existencia de un sistema de comunicación eficiente entre la empresa y la familia. El empresario debe tener en cuenta que son problemas graves que es necesario abordar y que no pueden postergarse. De su solución en el momento adecuado depende la supervivencia y la eficacia futura de la organización de la empresa.

5.5 La Empresa Familiar ante la Economía Mundial

El proceso de globalización de la economía actual ha supuesto el incremento del comercio internacional, y en consecuencia una creciente internacionalización de los mercados. Por otro lado, el aumento de la libertad de circulación de capitales y de personas, se concreta en que las empresas pueden instalarse con suma facilidad allí donde el factor trabajo u otros recursos les son favorables o las facilidades fiscales les son más atractivas.

Las empresas han de ser altamente competitivas para lograr el éxito en los negocios y, por tanto, les es imprescindible abaratar los costes de producción lo máximo posible y establecer unos niveles de calidad que permitan satisfacer las necesidades de un mercado mucho más amplio y exigente. Habrá que tener en cuenta que en este mercado internacionalizado la competencia será cada vez más agresiva.

El gran crecimiento del comercio mundial y el aumento de zonas de integración y cooperación están haciendo desaparecer las barreras arancelarias, lo que se traduce en un debilitamiento, e incluso desaparición, de las fronteras nacionales. Este marco de Política Internacional favorece que el comercio se desarrolle a escala planetaria, lo que además es impulsado por el abaratamiento del transporte y el desarrollo de las telecomunicaciones, que permiten que desde cualquier lugar del mundo se puedan conocer los precios y productos de los países más alejados y además realizar operaciones comerciales y financieras en tiempo real.

Las empresas multinacionales han propiciado este entorno, ya que se caracterizan por disponer de unidades de producción situadas en países en cualquier parte del mundo, consolidando a nivel global el resultado de sus filiales nacionales. Su  principal objetivo es la penetración en los diferentes mercados nacionales apoyándose en las ventajas que se les ofrece en cada uno de ellos.

En una primera fase, expanden la producción del país de origen a nuevos países con el fin de conquistar los mercados en los que se instalan y, a la vez, reducir los costes de producción, mano de obra y transporte, captando capitales en los países de destino, y todo esto sin perder el control que la empresa matriz ejerce sobre sus filiales.

En una segunda fase se internacionaliza el proceso productivo, lo que se plasma en un proceso multiplanta que permite finalizar las diferentes etapas de la cadena de montaje en diferentes países. El capital productivo se globaliza perdiendo su nacionalidad, lo que facilita que las multinacionales penetren en los mercados mundiales, minimizando al máximo los costes de producción, transportes y mano de obra, mientras continúan la captación de capitales y la obtención de subvenciones de los países en los que se van instalando. Esta internacionalización del proceso productivo permite el desarrollo óptimo de la implantación de su estrategia tecnológica.

Las sociedades multinacionales han influido decisivamente en la expansión del comercio mundial, en la globalización de la inversión privada y en la difusión de la tecnología. Su gran poder económico les permite desarrollar y aplicar tecnologías punta en todos los ámbitos de la estructura empresarial, tanto a nivel de comunicación como de producción. Es tal el volumen de recursos financieros que manejan que sus operaciones tienen consecuencias sobre los mercados monetarios nacionales y el sistema monetario internacional.

Las consecuencias en la economía mundial se pueden considerar globalmente positivas, aunque se dan algunos efectos negativos en los países en los que desarrollan su actividad:

  • Por un lado, aumentan el nivel tecnológico de estos países, mejoran sus balanzas de pagos, aumentan el PIB y generan puestos de trabajo. Rusia y los países ex-miembros de la Unión Soviética, así como los de Europa Central y Oriental y China, con unos costes laborales muy bajos y unos mercados vírgenes, les ofrecen grandes posibilidades de expansión.
  • Por otro lado, su capacidad de generar riqueza hace que los países en vías de desarrollo intenten por todos los medios captarlas, ofreciéndolas todo tipo de ventajas: inmobiliarias, fiscales, legales,… Cuando el país ha comenzado a desarrollarse y el nivel de vida de la población mejora, aumentan los salarios y el coste de las materias primas, dos de los incentivos que impulsaron a la multinacional a instalarse. El incremento de los costes hace que este tipo de empresas acabe trasladándose a nuevos países en vías de desarrollo y caiga el desarrollo que habían generado en ese país.

El avance de las empresas multinacionales parece no tener límite. Las cifras de negocio de alguna de esas empresas son comparables al PIB de muchos países, superándolos en muchas ocasiones. El volumen de negocios de las cincuenta primeras empresas multinacionales es prácticamente equivalente al PIB de Japón, la segunda potencia económica mundial. Las ventas de General Motors superan al PIB de países como Dinamarca, Finlandia, Noruega, o Argentina; Ford supera al PIB de Turquía o Sudáfrica; Daimler Benz aventaja al de Israel, … Sin embargo la dura competencia a nivel mundial y las etapas de crisis pueden producir reajustes con cierres de plantas y despidos masivos. Estas situaciones críticas son un mal endémico del sector del automóvil, la informática y los electrodomésticos, debido a la fuerte competencia de las empresas asiáticas. Es decir, que con la misma facilidad con que se instalan en un país, las multinacionales pueden abandonarlo.

Debemos pues preguntarnos qué papel juega la Empresa Familiar, especialmente la de pequeña y mediana dimensión, en un futuro que augura una economía cada vez más globalizada y una expansión vertiginosa de las multinacionales que poseen una estructura organizativa que supera con creces a la de la Empresa Familiar. Para competir en este escenario es necesario producir con costes competitivos, usar nuevas tecnologías y tener la posibilidad de penetrar en nuevos mercados.

La Empresa Familiar es capaz de cumplir estos requisitos e incluso tomar alguna ventaja, lo que puede favorecer su desarrollo en el futuro. Muchas multinacionales necesitan pequeñas y medianas empresas para la obtención de determinados productos y servicios, e incluso para la comercialización de su producción. La implantación de una empresa multinacional en un país genera efectos multiplicadores sobre la actividad y el empleo, introduce recursos en la economía nacional y produce una demanda que aumenta la actividad de la industria y el sector servicios, lo que genera la aparición de nuevas empresas de tamaño pequeño y mediano que en su mayoría son de carácter familiar. Estas empresas auxiliares generan más empleo y de mejor calidad que la propia multinacional, pues cubren actividades intensivas en mano de obra y de ahí su importancia en la evolución de la tasa de paro de los países.

La Empresa Familiar cuenta con una ventaja competitiva fundamental sobre la multinacional, ya que al ser generalmente de tamaño reducido sus costes estructurales son mucho menores. De hecho la empresa multinacional cuenta con ellas en el desarrollo de sus estrategias de producción y distribución, como alternativa preferible a líneas de producción o comercialización propias que supondrían un mayor coste.

Una Empresa Familiar no desaparece con tanta rapidez de la escena nacional como una multinacional. La Empresa Familiar tiene profundas raíces en su país y no prescinde del personal con tanta facilidad, debido a la alta productividad de su plantilla, lo que la hace necesaria para que el empresario familiar pueda competir de forma exitosa.

El hecho de que la Empresa Familiar no tenga la misma capacidad de deslocalización geográfica que la multinacional es una garantía para la seguridad del empleo nacional. Por tanto, aunque los gobiernos subvencionen y proporcionen ventajas a las empresas multinacionales para que se instalen en sus  países, beneficiándose de esta forma del efecto multiplicador, no pueden ni deben olvidarse de las empresas familiares, ya que presentan unas garantías mucho más sólidas respecto a la seguridad en el empleo y la estabilidad de la economía nacional.

 

5.6 Importancia cuantitativa de la Empresa Familiar en la economía de un país.

No resulta fácil ponderar el peso de la Empresa Familiar en la economía de un país.

Tomemos la definición que tomemos de Empresa Familiar[16], la importancia cuantitativa de estas empresas es grande en todos los países, sea cual sea su nivel de desarrollo. En España, como en el promedio europeo, se atribuye a las empresas familiares dos tercios del producto interior bruto y del empleo[17].

En el ámbito mundial se estima que, por término medio, el treinta y cinco por ciento de las empresas más grandes de los países más ricos están controladas por la familia[18]. La Porta et al. , además observan como el control familiar se convierte en la forma predominante de control conforme el tamaño de la empresa se reduce; por término medio el 53 por cien de las empresas de tamaño medio del mundo, con  aproximadamente 500 millones de dólares de ingresos, son controladas por familias[19].

La mayoría de las empresas de los países líderes en términos económicos son empresas familiares debido al respeto a la libertad de la iniciativa privada. La presencia de las empresas familiares resulta superior en los países más avanzados y que alcanzaron antes que las demás un elevado nivel de desarrollo.

Según el University of Southern Maine’s Intitute to Family-Owned Business, aproximadamente el 35% de las compañías más importantes de Estados Unidos son controladas por familias. Las empresas familiares americanas suponen el 80% de la totalidad de las empresas[20]. Se les atribuye el 50% del producto interior bruto, sustentan el 60% del empleo del país y ofertan el 78% del empleo de nueva creación[21].

Gráfico 1. La Empresa Familiar en Estados Unidos
Fuente: University of Southern Maine’s Intitute to Family-Owned Business. 13/2/2006

Según el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) en Europa existen más de 17 millones de empresas familiares que emplean a más de 100 millones de personas y suponen el 60% del tejido empresarial de la Unión Europea. Además son empresas familiares el 25% de las 100 empresas más importantes de la Unión Europea[22].

Las empresas familiares son las más abundantes en el tejido empresarial de la mayor parte de los países del entorno económico español. “Así, en Francia, el 60,5% de las empresas son de carácter familiar, en Italia el 75%, en Alemania el 82%, en el Reino Unido el 76%. En Estados Unidos, el 90% de las empresas son propiedad o están controladas por una familia y, de las empresas cotizadas en Bolsa, el 42% son empresas familiares. En España, el 71% de las empresas que facturan más de 200 millones de pesetas al año son empresas familiares”[23]. El 65% de los estudiantes universitarios europeos acaban trabajando en una Empresa Familiar.

Gráfico 2. Proporción de empresas familiares respecto a la totalidad de empresas por países.
Fuente: Gallo, La sucesión en la EF. 1998

En el año 2000, la Empresa Familiar en España ofrece los siguientes datos: el 65% de las empresas familiares españolas generan entre el 60 y el 65% del PIB, alrededor del 80% del empleo privado,  y el 60% de las exportaciones. Por el contrario, en el resto del mundo el 60% de las empresas familiares generan el 50% del empleo mundial, es decir unos cien millones de puestos de trabajo, y entre el 40% y el 60% del PIB mundial[24].

En España, las PYMES con menos de 20 trabajadores representan el 90% de la totalidad de empresas, y un 8% tienen entre 20 y 50 trabajadores; por tanto, el 98% de las empresas españolas tienen menos de 50 trabajadores.

Más de un millón de empresas están constituidas por trabajadores autónomos, esto es, un 65% de las mismas. Las empresas del sector industrial con menos de 50 trabajadores representan el 50% del empleo, y las de menos de 500  trabajadores cerca del 75% del empleo.

Gráfico 3. Proporción de empresas por número de trabajadores en España en el Año 2000. Fuente: SALVADOR RUS RUFINO, MARÍA PILAR RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, ¿Qué es una Empresa Familiar?,
Datos proporcionados por el Instituto de la Empresa Familiar (2000).

No se puede identificar como Empresa Familiar a la totalidad de empresas de tamaño pequeño y mediano, por ejemplo las cooperativas y las sociedades anónimas laborales. Desgraciadamente no se dispone de datos reales, pero sí es evidente que existe una relación que indica que la mayoría de las PYMES son empresas familiares. Los expertos estiman que entre el 75% y el 80% de las empresas españolas son de carácter familiar[25].

De acuerdo con la información proporcionada por una muestra de 750 empresas españolas, formada por empresas familiares y no familiares con facturación superior a 200 millones de pesetas, sabemos que en 1986, el porcentaje estimado de empresas familiares en España era del 71%, cifra muy similar a la obtenida en una encuesta realizada en Gran Bretaña donde el 76% de las empresas inglesas están dirigidas por grupos familiares[26].

En el año 2008, las empresas familiares españolas suponen aproximadamente el 70% del PIB nacional y generan alrededor del 75% del empleo privado, agrupando a más de dos millones y medio de empresas[27]. Aunque un 85% de sus dueños tienen la voluntad de transmitir la dirección y el control a sus sucesores solo el 50% de las empresas consiguen llegar a la segunda generación y un 15% a la tercera.

Gráfico 4. Aportación de la Empresa Familiar al producto interior bruto español. Año 2008. Fuente : Gaceta.es, C.Porras y M.L.Nalda., “La Empresa Familiar, un motor de riqueza”, 21/05/08

 

Gráfico 5. Aportación de la Empresa Familiar al empleo privado español en el 2008. Fuente : Gaceta.es, C.Porras y M.L.Nalda., “La Empresa Familiar, un motor de riqueza”, 21/05/08

5.7  La Empresa Familiar en la Estructura Económica.

La Empresa Familiar es más frecuente en unos sectores de la economía que en otros. En las explotaciones agrícolas gozan de una presencia casi total, aunque también suelen estar muy implantadas en el sector servicios, especialmente en el comercio minorista, la restauración, el sector hotelero, los talleres de reparación, los concesionarios de automóviles, los transportes y la distribución. De entre los sectores industriales se hallan más implantadas en el de la alimentación y en aquellos de fabricación de productos para mercados específicos, fruto del talento visionario del creador de la empresa, tales como el de perfumería, el farmacéutico, el alimentario, el vitivinícola, etc.

En el caso de España hay pocas empresas familiares de gran tamaño en sectores que se caractericen por las economías de escala, como por ejemplo, la construcción naval, el caucho y el neumático, la metalurgia, el petróleo, la energía eléctrica y el vidrio.

Sin embargo, las empresas familiares tienden a permanecer y desarrollarse hasta ocupar el liderazgo en otros muchos sectores, entre los que cabe destacar:

  1. Sectores en los que la competitividad de la empresa se basa en:

a.1.          un elevado y permanente compromiso con una postura ideológica,

a.2.          una tradición,

a.3.          unos activos inmovilizados que por su singularidad no pueden tener otros competidores,

a.4.          un patrimonio histórico propiedad de la familia.

  1. Sectores en los que es importante poseer algún tipo de conocimiento, habilidad o actitud que se transmite de padres a hijos a través de la experiencia y que deben ser adquiridos a una pronta edad.
  2. Sectores que no requieren frecuentes e importantes innovaciones tecnológicas más cercanos a la producción de bienes de consumo que a la de bienes de capital, o a la producción de servicios.
  3. Sectores en los que la importancia de las marcas locales continúa siendo muy elevada a pesar de la intensa internacionalización.
  4. Sectores donde la internacionalización se desarrolla preferentemente por medio de exportaciones en lugar de hacerlo a través de inversiones directas en el extranjero.
  5. Sectores de estructura no muy concentrada.
  6. Sectores que surgen como una «extensión natural» de las actividades «domésticas».

Y en general, en sectores en los que las inversiones necesarias para mantener el liderazgo no son extraordinariamente elevadas[28].

Actualmente existen muchas empresas familiares y es de esperar que sigan abundado en el futuro, para que esto ocurra será necesario que las instituciones, tanto públicas como privadas, potencien la incorporación del emprendedor a la actividad económica del país. La Empresa Familiar surgirá cuando el emprendedor tenga por motivación socorrer las necesidades de la familia, esté apoyado por sus familiares y desee la continuidad del negocio que está fundando.

La Empresa Familiar ha sido invisible a los ojos de los economistas en el pasado debido a que se estudiaba la morfología empresarial desde otros puntos de vista, por ejemplo, en función de su dimensión, del sector al que pertenecían, de la forma de dirección,… sin hacer notar que muchas de estas empresas eran familiares, y que esta característica las dotaba de una clara ventaja frente a sus competidores.

Incluso ha habido momentos en los que el mundo académico ha considerado que la Empresa Familiar era un modelo ineficiente de negocio, recomendando reducir su número y su sustitución por planificación del Estado. Las estructuras funcionariales eran bien vistas principalmente en sectores de abastecimiento de servicios básicos. En los demás casos habría que reemplazarlas por iniciativas privadas de mayor dimensión y capital anónimo, por su supuesto mejor acceso a economías de escala y a nuevas tecnologías.

Las empresas familiares son más habituales entre las empresas jóvenes que entre las antiguas, así como en las empresas medianas y pequeñas, y varía según los diversos sectores de actividad económica.

Hay que poner de relieve la importancia social de las empresas familiares por su aportación a la creación y mantenimiento del empleo. Son más estables que el resto de empresas, ya que la participación de los miembros de la familia en períodos de crisis les da una ventaja comparativa que les permite soportar mejor los ajustes de plantilla gracias a su flexibilidad, aceptando cobrar salarios más bajos en situaciones difíciles, contribuyendo a mantener los puestos de los trabajadores contratados. Todo esto aconseja que las autoridades de Política Económica cuiden y protejan de una forma más decidida a la Empresa Familiar.

 


[1] Una revisión de las diferencias en los requerimientos de ambos sistemas puede verse en Leach (1993) y Lansberg (1983)

[2] Neubauer, F. y Lank A.G. (1998).

[3] Valdaliso and López García, Historia Económica de la Empresa (Barcelona: Crítica, 2000).

[4] COLLI A. (2003)

[5] José Luis García Ruiz and et al., Historia de la empresa mundial y de España (Madrid: Síntesis, 1998).

[6] Adolf A. Berle and Gardiner C. Means, The Modern Corporation and Private Property (new York: Brazce & World, 1932).

[7] RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN EUROPEA de 6 de mayo de 2003 sobre la definición de microempresas, pequeñas y medianas empresas [notificada con el número C(2003) 1422]

[8] Ernest De Aguiar (1998)

[9] Suplemento número 279 BOE, «Real Decreto 1515/2007 de 16 de Noviembre» por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas y los criterios contables específicos para microempresas.

[10] BOE, Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Impuesto de Sociedades.

[11] BOE, R.D. Legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades Anónimas.

[12] BOE, Ley 2/1995, de 23 de marzo, de Sociedades de Responsabilidad Limitada.

[13] BOE, R.D. 1784/1996, de 19 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Registro Mecantil. (art. 203).

[14] Ibid. La Porta et al. (1999)

[15] J. Amat, La continuidad de la Empresa Familiar (Barcelona: Gestión 2000, 2001).

[16] Ibid. 4.2.

[17]  Gallo y García Pont (1989), Merino y Salas (1993) y Gallo (1995).

67 M.A. Gallo, La Empresa Familiar. Textos y Casos (Barcelona: Ed. Práxis, 1995).

[19] R. La Porta, F. Lópe de Silanés and A Shleifer, «Corporate Ownership around the World,» The Journal of Finance vol. LIV, no. nº2 (1999).

[20] C. Porras and M.L. Nalda, La Empresa Familiar, un motor de riqueza, 21 de mayo de 2008, http://www.gaceta.es/21-05-2008+empresa_familiar,noticia_1img,36,36,21147. Gaceta.es, C.Porras y M.L.Nalda., “La Empresa Familiar, un motor de riqueza”, 21/05/08

[21] Stacy Perman, «Taking the Pulse of Family Business,» BusinessWeek, febrero de 2006,  http://www.businessweek.com/smallbiz/content/feb2006/sb20060210_476491.htm

[22] Ben Schneider Shpilberg, Resiliencia : Cómo Construir Empresas Exitosas En Contextos De Inestabilidad (Cali: Ed. Norma, 2008).

[23] M.A. Gallo, La sucesión en la Empresa Familiar, Vol. 12 (Barcelona: La Caixa Servicio de Estudios, 1998).

[24] S. Rus Rufino, M.P. Rodríguez Fernández, (2005).

[25] Ernest De Aguiar, Beneficios Fiscales de la Empresa Familiar. Patrimonio Sucesiones., Vol. 13 (Barcelona: Colección de Estudios e Informes de la Caixa, 1998).

[26] Gallo y García Pont, (1989).

[27] C.Porras y M.L.Nalda, (2008)

[28] M.A. Gallo and Mari J. Estape, La Empresa Familiar, Documento de investigación (Barcelona: IESE, 1992).

Empresa Familiar: problemas en la definición y consecuencias estadísticas.

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

<Viene de>

4.1. Empresa, Familia y Macroeconomía.

Si entendemos la Economía desde el punto de vista de la Simbiótica debemos prestar especial atención a la morfología de los agentes, o actores del escenario económico.

Como ya hemos venido desarrollando hasta ahora, la crisis económica actual es una crisis de valores con un profundo calado ético en los comportamientos de la sociedad. Esta falta de valores se ha manifestado a través de las actuaciones de las macro-organizaciones  de capital anónimo. Esta ética sin embargo la encontramos donde hay un grupo humano que se involucra con carácter personalista en el entorno económico en el que se desenvuelve.

Para poder identificar a estos grupos humanos caben dos posibilidades:

  1. Establecer “a priori” sus características a través de una definición.
  2. Investigar en el mercado características que hagan homogéneos los comportamientos de estos grupos, como proponemos en este trabajo de investigación.

El caso de la Empresa Familiar ha sido descrito con profusión por multitud de investigadores en las últimas décadas, muchos de los cuales se citan a continuación.

Es uno de los casos en los que se hace más evidente que establecer hipótesis “a priori” sobre la realidad económica y sus distintos agentes supone una tarea extremadamente difícil, en la que no siempre existe una solución. A continuación se expone la dialéctica de la definición de Empresa Familiar desde el punto de vista de los pensadores y estrategas del mundo de la empresa.

El término Empresa Familiar es de significado poco preciso como pone de manifiesto la larga lista de definiciones que nos ha dado la literatura especializada. Sin embargo, la Empresa Familiar se muestra de forma evidente como fenómeno económico y social. Las familias siempre han realizado actividades económicas para su sustento, constituyendo un antecedente de las modernas organizaciones empresariales, propiedad de grupos familiares.

La familia es la institución más antigua y duradera de la Historia de la Humanidad, siendo el pilar más sólido de la economía porque en ella se sustenta la mayor parte del consumo y de la inversión privada.

La Empresa Familiar como institución comparte identidad con el resto de empresas, diferenciándose fundamentalmente de éstas por su conexión con una familia o grupo familiar, que controla al menos una parte de la propiedad de la empresa y la potestad de la planificación estratégica.

Desde un punto de vista macroeconómico su identificación supone un problema de difícil solución, y las definiciones propuestas desde el Estado Español, en especial el Ministerio de Economía y Hacienda para su operatividad desde la perspectiva fiscal, distan bastante de las propuestas desde la Estrategia Empresarial.

La evolución conceptual de la Empresa Familiar no se corresponde exactamente con la cronología de las publicaciones que recogen las distintas definiciones. Vamos a intentar en esta investigación ser fieles a la evolución del significado de este concepto a medida que las nuevas aportaciones han ampliado y profundizado en las dimensiones de esta realidad.


4.2. Definiciones de Empresa Familiar.

En sentido amplio, Carsrud afirma que “una Empresa Familiar es aquella en la cual la propiedad y las decisiones están dominadas por los miembros de un grupo de afinidad afectiva”[1]. Sin embargo, la mayoría de los autores son mucho más restrictivos.

Gallo y Sveen definen Empresa Familiar como “una empresa en la que una sola familia  posee la mayoría del capital y tiene un control total. Los miembros de la familia forman parte de la dirección y toman las decisiones más importantes”[2].

Neuebauer y Lank nos dan una definición en sentido amplio: “una Empresa Familiar es aquella organización de carácter económico cuyo objetivo principal sea la producción o comercialización de bienes y servicios y cuya propiedad pertenece en su totalidad o en una mayoría a un grupo de personas unidas por un vínculo familiar, habitualmente los descendientes del fundador de la misma”[3].

Para Peter Davis, la Empresa Familiar es una sociedad en la que la política y la dirección están sujetas a una influencia significativa de una o más unidades familiares a través de la propiedad y en ocasiones a través de la participación de los miembros de la familia en la gestión[4].

En opinión de Salvador Rus Rufino y María Rodríguez Fernández: “no es suficiente el hecho de que uno o varios miembros de una familia desarrollen un proyecto generador de beneficios económicos, para afirmar que existe una Empresa Familiar”[5].

Una familia puede vivir de los beneficios de la actividad económica de un familiar, pero no por ello generar empresas familiares. De igual forma un emprendedor puede iniciar distintas actividades empresariales sin que exista vocación de continuidad familiar. Parece unánime que la vocación de continuidad es pues el segundo factor fundamental para aproximarnos al concepto de Empresa Familiar, según estos autores.

Afirman que para que exista Empresa Familiar es necesario que el emprendedor haya contado para su desarrollo con los recursos y oportunidades que surgen del núcleo familiar, consolidando este esfuerzo con el apoyo familiar y el sentido de pertenencia a una familia. Por tanto, cuando una familia denomina a su empresa como familiar es porque existe un fuerte componente subjetivo en el que se expresa la voluntad de desarrollo de la actividad económica, por y para la familia, con vocación de continuidad mientras la familia perdure. Lo que podría hacer pensar que la extinción de la Empresa Familiar puede tener su origen en el deterioro de las relaciones familiares. La crisis de la familia como institución en la sociedad actual es una de las causas de la mortalidad de las empresas familiares.

Se puede decir que el esfuerzo emprendedor se integra en la familia.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, emprender es “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”[6]

El emprendedor inicia un camino arriesgado y difícil sin saber qué resultados va a obtener, pero cuenta con autoestima y creatividad, y un objetivo: la fundación y continuidad en el tiempo del proyecto empresarial. El emprendedor en la Empresa Familiar se apoya en los vínculos que tiene con la familia para obtener ventajas y superar las dificultades. La familia aporta a la empresa una serie de potencialidades: una fuerte identidad, la fidelidad de sus miembros, así como un extraordinario sentimiento de pertenencia y lealtad. La empresa aporta a la familia una visión del entorno muy realista y dinámica llena de dificultades y problemas pero también de satisfacciones y logros.

El emprendedor desea interactuar con la sociedad, crear nuevas estructuras y transformar las existentes. En cualquier acción empresarial es inherente el deseo de participación y transformación de la sociedad, y en el caso de la Empresa Familiar este deseo se amplifica con la ética, los valores familiares y la voluntad de transcendencia individual.

En algunas familias existe una conciencia histórica que propicia la continuidad de los procesos productivos y que involucra a los miembros de distintas generaciones conscientes de pertenecer a un proyecto con vocación de superarles en longevidad.

Una vez resaltada la voluntad de transcendencia social y temporal en la Empresa Familiar, vamos a seguir mostrando definiciones de otros autores que añaden nuevos matices.

Un concepto aún más restrictivo de la Empresa Familiar, según C. Galve, es el que aúna las siguientes tres dimensiones, “propiedad, control en manos del grupo familiar y vocación de continuidad hacia generaciones futuras[7].

Ante la diversidad de empresas de carácter familiar, Shanker y Astrachan[8] proponen tres niveles de definición:

  1. Definición Amplia: Una empresa es considerada familiar si la familia posee el control de las decisiones que afectan a la estrategia y tienen vocación de que ese control perdure en el futuro.
  2. Definición Intermedia: Aquellas empresas en las que la familia participa directamente en la gestión aunque no de forma exclusiva, controlando la empresa y las decisiones estratégicas.
  3. Definición estricta: Empresas en las que varias generaciones de una dinastía familiar tienen el control y una presencia activa en la gestión. En definitiva, la familia ocupa de forma muy intensa el plano directivo y ejecutivo, monopolizando la propiedad y la gestión de la empresa.

Los autores españoles suelen utilizar el criterio restrictivo. En 1997, Gallo[9] propone tres características de clasificación:

  1. Propiedad: La familia controla la mayoría de las acciones de la empresa o derechos políticos.
  2. Poder: Uno o varios miembros de la familia dedican gran parte o la totalidad de su vida laboral a trabajar en la empresa.
  3. Continuidad: al menos la segunda generación de la dinastía familiar se ha incorporado a la empresa.

Cuesta, en el año 2000, especifica dos requisitos para definir a una empresa como familiar[10].

  1. Un requisito de carácter objetivo: que la propiedad de la empresa o una parte considerable del capital esté concentrada en una sola persona (la etapa de propietario-controlador) o en un número reducido de familiares consanguíneos que intervienen directa e intensamente en la gestión de la sociedad.
  2. Un requisito de carácter subjetivo: que exista la voluntad de que este status familia-empresa perdure en el tiempo, y que se concrete la sucesión en los miembros de la familia.

No existe una definición integral y completa de lo que es una Empresa Familiar,  pero si existen dimensiones en las que investigadores como Cabrera-Suárez y García-Falcón[11], Chua, Chrisman y Sharma[12],  Handler[13], y Westhead et al.[14]parecen estar de acuerdo: la propiedad-dirección de los miembros de la familia, la implicación familiar en el negocio y la transferencia generacional .

En el año 1999, Chua, Chrisman y Sharma realizaron un estudio bibliográfico muy amplio sobre la definición de la Empresa Familiar en cuanto a la diversidad de publicaciones (manuales, artículos… ) y al intervalo temporal de años analizados, llegando a tres conclusiones que describen los puntos en común de las definiciones existentes:

  1. las distintas definiciones no difieren en la dimensión de propiedad-dirección, salvo algunas excepciones,
  2. en muchas definiciones se requiere que la familia ostente la propiedad o el control de la empresa o ambas características a la vez, y
  3. otras definiciones difieren en las formas de control de la propiedad.

Estos puntos en común son los que tienen mayor aceptación entre los investigadores y teóricos de la Empresa Familiar; sin embargo, la definición de este concepto ha evolucionado desde la Dirección Estratégica hacia una dimensión subjetiva. La percepción subjetiva de la propia familia aparece como un factor clave para definir lo que es una Empresa Familiar al determinar la intención de los familiares, que implica una voluntad de actuación.

Litz[15] hace notar que las definiciones que se basan en la estructura de la propiedad o en la forma que toma la dirección, son útiles y fáciles para realizar estudios empíricos, pero no tienen en cuenta las aspiraciones intra-organizativas. Para Litz, una empresa es familiar cuando la propiedad y la dirección se desarrollan en relación a un grupo familiar, los miembros de este grupo se esfuerzan de forma claramente intencionada para lograr mantener y/o aumentar las relaciones dentro de la organización, basándose en las relaciones familiares.

Partiendo de la definición objetiva de Empresa Familiar, el estudio de las características de la organización tiene un grado de dificultad similar al de otros estudios de carácter estadístico, pero a medida que introducimos una dimensión subjetiva en la que la percepción que el individuo tiene de su entorno determina la realidad, el estudio se dificulta. Es el problema de añadir a la información cuantitativa, otra de carácter cualitativo para reprocesarla como información cuantitativa y poder hacer inferencias a la población de los resultados obtenidos.

Según Chua, Chrisman y Sharma el estudio de la Empresa Familiar debería contar con conceptos tanto teóricos como operativos[16].

La definición de Litz se acerca a un abismo que es el de la subjetividad, llegando casi a coincidir con el concepto de visión de empresa: la visión que tienen los propietarios-administradores o miembros familiares de su propia organización empresarial.

Astrachan, Klein y Smyrnios consideran que las características de la Empresa Familiar pueden ser interpretadas desde un punto de vista continuo, superando y matizando la escala dicotómica habitual para estudiar el fenómeno, haciendo hincapié en tres dimensiones de influencia: el poder, la experiencia y la cultura. Las escalas de estas dimensiones permiten encontrar una medida de la influencia de la familia en la empresa. La principal motivación para el investigador del uso de parámetros estructurales surge por la facilidad que tienen de ser cuantificados[17].

Siguiendo la línea de pensamiento de Colli, tanto las definiciones de carácter cualitativo como las de carácter cuantitativo en relación con la Empresa Familiar no aportan consenso sobre el término. Aunque sean de utilidad para el desarrollo de trabajos concretos no facilitan una visión integrada del fenómeno objeto de estudio[18].

El interrogante, ¿qué se entiende por Empresa Familiar?, se ha investigado partiendo de atributos concretos y observables como el capital, la dirección y la generación familiar que ejerce el control y es propietaria la empresa.

El trabajo de campo cualitativo que hemos efectuado en empresas de carácter familiar ha permitido acotar una definición de Empresa Familiar que hace evidente los puntos en común.

Una definición es un conjunto de aspectos cualitativos que permiten acotar una realidad. Las empresas reales deberían estudiarse desde una perspectiva cualitativa para encontrar nuevos aspectos relevantes en la determinación de la definición de Empresa Familiar. Las definiciones restringidas no son menos valiosas y surgen a partir del objetivo de la investigación, y es el investigador el que decide el criterio de selección del conjunto de empresas.


4.3 Consecuencias estadísticas de la definición de Empresa Familiar.

Desde un punto de vista estadístico, la falta de una definición consensuada de Empresa Familiar genera dificultades a la hora de realizar estudios tanto de carácter cualitativo como cuantitativo, introduciendo un sesgo en el estudio que impide obtener información novedosa y clarificadora que pueda añadir algún matiz importante a la definición.

La definición de partida va a delimitar la población objeto de estudio, lo que supone recoger información de un grupo de empresas determinado. En función de la definición elegida los resultados y conclusiones serán diferentes.

El carácter científico de las investigaciones requiere que si se repite un experimento o un análisis bajo las mismas condiciones, los resultados obtenidos deban ser los mismos. Urge establecer cuanto antes una definición consensuada de la Empresa Familiar, que nos permita que los estudios sean comparables y las investigaciones posean el rigor científico necesario.

Si elegimos la definición amplia dada por Carsrud, las dificultades del estudio  estadístico son enormes, porque los resultados sólo son inferenciables si el muestreo es aleatorio simple, lo que requiere que todos los elementos de la población tengan la misma probabilidad de ser seleccionados para formar parte de la muestra. Con esta definición nos enfrentaríamos a una población muy heterogénea y de difícil localización.

La Empresa Familiar puede ser enfocada como un concepto de carácter subjetivo que depende de la percepción que cada miembro de la familia tiene de la empresa en la que trabaja o en la que planifica trabajar, cuando el capital y la estrategia de la empresa recaen en algún miembro del núcleo familiar.

Habría que encuestar a todos los miembros de la familia que trabajan en una empresa, cuya propiedad y control recae en la familia, para determinar su carácter o no familiar.

Si seguimos la definición de Carsrud, son empresas familiares aquellas en las que los gerentes consideran que su empresa es familiar. Esto supondría que no sólo la muestra sería auto-seleccionada, sino que también lo sería la población. No se podría acometer un muestreo con intención de hacer inferencia. Deberíamos hacer un censo para identificar a la población que se autodefine como Empresa Familiar.

En el momento en que los miembros de la familia no sientan que están trabajando en una Empresa Familiar, ésta pierde la naturaleza de familiar y pasa a ser una empresa propiedad de la familia.

El adjetivo familiar podría referirse a dos cualidades distintas:

  1. existen lazos consanguíneos, con lo cual familiar es relativo a la familia,
  2. está en conexión con la familiaridad de un grupo humano, que se refiere a la forma en que se tratan y se perciben las personas, lo que incluiría otro tipo de relaciones como la amistad, las afinidades, etc., que acabarían reforzando la actividad económica. Esta familiaridad traslada la forma de relacionarse en una familia a una institución de carácter económico.

La Economía de Comunión tiene un enfoque de carácter familiar, pues los individuos no sólo se ven como factores de producción, sino como personas y hermanos en Cristo.

Si establecemos como punto de partida que la empresa es una unidad de negocio, la única forma de darle el carácter de familiar de forma objetiva es que los miembros de la familia hayan participado en el capital o la gestión durante dos generaciones o más. Una única generación no garantiza que se hayan cumplido los ideales de continuidad y mantenimiento del control por parte de la familia.

Una Empresa Familiar se caracteriza porque el miembro familiar está dispuesto a asumir unos costes de oportunidad desfavorables para él como individuo, pero beneficiosos para los intereses generales de la empresa (aceptar salarios más bajos, horarios laborales fuera de convenio, aceptar prácticamente cualquier orden y en cualquier momento, una movilidad funcional absoluta, …) y niveles de compromiso que un no-familiar no aceptaría. Si la percepción de que la empresa es familiar desaparece, los familiares pasan a comportarse como lo haría un tercero.

Desde nuestro punto de vista y con voluntad de englobar la diversidad de la Empresa Familiar, hemos asumido que Empresa Familiar es la visión de empresa que tiene un individuo cuando siente que además de una relación económica  contractual existe una relación de familia o de familiaridad con la totalidad de los miembros que constituyen la empresa, ya sean empleados o propietarios.

Desde esta dimensión subjetiva podríamos distinguir dos tipos de empresas familiares:

  1. Empresa familiar en sentido estricto: visión de empresa de los miembros de la familia cuando el negocio está vinculado a través de la propiedad o el control estratégico y existe un flujo de recursos entre la familia y la empresa,
  2. Empresa familiar en sentido amplio: visión de empresa que todos los trabajadores, sean o no familiares, tienen de la organización en la que trabajan cuando sienten una relación de familiaridad con el resto de miembros de la organización.

Estamos ante una definición que afecta directamente a las ventajas competitivas y en definitiva a la competitividad de la organización. Si los miembros de la empresa se sienten unidos por un vínculo de familiaridad preferirán el beneficio común al beneficio propio, lo que afectará a la competitividad a largo plazo de la empresa. Podríamos deducir también que, aquellos trabajadores que no son miembros de la familia, podrían llegar a estar totalmente integrados en la cultura de la Empresa Familiar como si fueran miembros de la propia familia.

Existe también una dinámica de retroalimentación entre empresa y familia: la Empresa Familiar tiene futuro si los miembros de la familia luchan por mantener o incluso aumentar la cohesión interna de la familia. El refuerzo de las relaciones personales tiene como consecuencia un aumento de la identidad empresarial.

Esta definición, no se refiere a la unidad de negocio registrada en el Registro Mercantil, sino al nivel de entrega al que el individuo es capaz de llegar por su empresa. Por tanto, presenta dificultades desde el punto de vista de la identificación de la Empresa Familiar como un sujeto único, esto es, la misma firma será Empresa Familiar o no en función del sentir de sus participantes.

Al buscar una definición objetiva de Empresa Familiar perdemos el sutil matiz de la subjetividad de los participantes, que es la característica que dota a estas organizaciones de un dinámica competitiva de alto rendimiento, aportando una especial capacidad de resistencia en momentos de crisis y una visión organizativa que supera el corto y el medio plazo.

En las empresas no familiares donde la decisiones de carácter estratégico recaen en Consejos de Administración formados por profesionales procedentes del mercado de trabajo, los mandos intermedios intentan maximizar los márgenes a corto plazo, aunque esto suponga una reducción de las expectativas del beneficio a largo, con la finalidad de incrementar el valor añadido que aportan a la sociedad de forma visible en el periodo para el cual han sido contratados. El único criterio de valoración de la organización para su continuidad es que obtengan mejores resultados económicos que sus predecesores, sin tener en cuenta variables de carácter cualitativo que no son visibles para los accionistas. Anteponen su interés personal al interés de los propietarios para aumentar su cotización en el mercado. Es lo que se conoce como el “problema de la miopía de los directivos”.

Desde un punto de vista práctico, los estudios empíricos de la Empresa Familiar deben comenzar con una definición específica del problema que investigan,  estableciendo las garantías necesarias para que otro investigador, aplicando esta definición e idéntica metodología, pueda llegar a las mismas conclusiones. Sin embargo, no podemos olvidar que limitar la amplitud del concepto de Empresa Familiar, conlleva el riesgo de eliminar información valiosa para comprender la realidad de estas organizaciones.

Es más sencillo estudiar objetos (empresas) que estudiar sujetos (visión de empresa), esto es, es más fácil obtener datos estadísticos de las empresas que recoger la opinión de las personas que componen la organización. La psicología de los miembros de las empresas no suele ser analizada desde un punto de vista macroeconómico, solo existen estudios particulares de carácter privado realizados por algunas organizaciones sobre su propia identidad empresarial y sobre el nivel de identificación de sus trabajadores con la firma. Debemos tener en cuenta la dificultad añadida de que los miembros de la empresa pueden no ser totalmente sinceros al trasladar su opinión al que recoge la información para protegerse de una posible valoración negativa que ponga en peligro su puesto de trabajo.

La definición de Empresa Familiar que hemos propuesto en esta investigación servirá para analizar la competitividad de la organización y su perspectiva de largo plazo, analizando organizaciones de forma independiente o realizando un censo para describir una población autoseleccionada.

Con el fin de referirnos al sujeto empresa familiar sin prejuicios en el análisis cluster descrito en el epígrafe 7.3, elegiremos aquellos grupos con un elevado valor del negocio y sus activos, en el que trabajen más de un miembro de la familia.

Con las características comunes de los grupos descritos obtendremos una definición empírica de empresa familiar.

 


4.4 La Ética en la  Empresa Familiar

La Empresa Familiar se distingue de otro tipo de organizaciones en que nace como obra de un emprendedor que se apoya en las ventajas que le ofrece la familia para desarrollar una actividad económica, con voluntad de que esta actividad siga siendo realizada por sucesivas generaciones y sirva como fuente de creación de riqueza que cubra las necesidades familiares.

En este sentido, se diferencia radicalmente de otro tipo de empresas en que el capital no está estrictamente relacionado con un grupo humano en concreto. El continuo flujo de capitales que promueve el mercado bursátil en busca de la generación de plusvalías procedente de la especulación sobre el valor de las acciones, parece más un juego que una responsabilidad.

Como hemos venido argumentando, la Empresa Familiar es una institución principalmente formada por personas que se caracterizan por una gran capacidad para generar riqueza basada en el esfuerzo personal y en sólidos valores de compromiso para con los suyos y para con el entorno que les rodea.

Este compromiso se produce en primer lugar, porque el nombre de la familia se asocia a la empresa, lo que supone una responsabilidad asumida y de la que el entorno social es testigo por las sucesivas actuaciones de una larga vida empresarial. En segundo lugar, la coincidencia de propiedad y gobierno en el mismo individuo hace que sea especialmente responsable, pues suele ser un padre de familia concienciado de las necesidades de ésta y, por lo tanto, más consciente que otros sistemas de gobierno frente a las necesidades de sus trabajadores y de las personas ajenas a la empresa con las que interactúa.

Valores específicos como la austeridad, la laboriosidad y el esfuerzo sientan las bases para que la empresa tenga un alto contenido ético. La familia da margen a la ética en la empresa, pues es capaz de asumir costes económicos a cambio del sacrificio de sus miembros para el mantenimiento de puestos de trabajo de personal ajeno a la familia. Esto sería más difícil de encontrar en otro tipo de organizaciones más impersonales en las que todo tiene un precio.

El desarrollo de la actividad en la Empresa Familiar cobra un sentido que va más allá del económico, ya que no se persigue exactamente la consecución de un beneficio económico, si no que el beneficio económico es un medio para lograr la consolidación de la familia en su faceta más humana: la manutención de los miembros de la familia, la educación de los hijos, sentar las bases para nuevas familias, …

El problema ético de cambio de dirección estratégico en las grandes corporaciones desaparece en el caso de la Empresa Familiar, pues se corresponde con el impulso del emprendedor basado en el instinto. Instinto que a su vez se basa en un profundo conocimiento del entorno y en una cultura de valores propia que se integra en la forma de ser de las personas y que no es fácil de modificar.

Por otro lado, el mercado valora positivamente la capacidad de respuesta ética de la pequeña y mediana empresa, ya que a medida que los años pasen y la empresa muestre su capacidad para acometer los pagos a proveedores y responder a las necesidades de sus clientes, incluso en circunstancias excepcionales, el “capital confianza” de la empresa aumentará considerablemente.

El mayor riesgo ético en el marco de la Empresa Familiar se refiere a los posibles traspasos de conflictos entre las dos instituciones que se superponen en la Empresa Familiar: empresa y familia.

a)    El trasvase de conflictos de la empresa a la familia es habitual, ya que los problemas del gerente son también las preocupaciones del cabeza de familia, y se puede correr el riesgo moral de influir en la vida familiar afectando negativamente a los miembros de la familia, o trasladando una visión de la vida exclusivamente materialista.

b)   También los conflictos familiares pueden acabar trasladándose a la empresa y producir efectos negativos, sobre todo si se desencadena una lucha por el liderazgo o el control de la propiedad.

A medida que pasan las generaciones y el capital se dispersa, las empresas familiares empiezan a parecerse cada vez más a una empresa de carácter no familiar desde un punto de vista ético, pues muchos accionistas pasivos desearán vender sus participaciones y solo se preocuparán por la faceta económica de sus participaciones. Aún así, el sentimiento de pertenencia seguirá forzando la pregunta de qué se debe hacer en memoria del fundador de la empresa, cuyo recuerdo permanece y cuya cultura forma parte de sus descendientes.

En un mercado globalizado en el que las grandes corporaciones son máquinas cuyo único objetivo es maximizar el valor de la acción y el reparto de dividendos, la dimensión ética es causa de perdida de valor. La Empresa Familiar se revela como la alternativa más humana y, por tanto ética, que aun compartiendo escenario con las empresas de carácter no familiar, representa una historia completamente distinta.

En el caso de la Empresa Familiar, la empresa es un vehículo que permite mejorar el desenvolvimiento de la familia, cuyo objetivo es el de educar a sus miembros y fomentar su desarrollo en el más pleno sentido de la palabra.

La ética, como ya comentamos, recae en el individuo, y es por ello, por lo que la institución que mejor se prestará para extender la dimensión ética a todos sus niveles es la Empresa Familiar de pequeña y mediana dimensión, pues el espíritu del gerente impregna toda la organización. Ahora bien, dependerá de la calidad humana y del grado de compromiso de éste, el nivel de implantación que ésta tenga en la realidad.

 

 


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