Lectura de Tesis en la Universidad San Pablo CEU el 27 de Octubre

Salón de Actos del Colegio Mayor San Pablo
Salón de Actos del Colegio Mayor San Pablo (acto de la ACDP)

El martes día 27 de octubre de 2015, a las 12:00 defenderé mi tesis doctoral en el salón de actos del Colegio Mayor San Pablo CEU (Isaac Peral, 58, Madrid).

Estáis todos invitados.

El título de la Tesis es «Neofisiocracia. Método AIRO.» En esta tesis se ofrece una visión alternativa sobre la forma de hacer y cuantificar la Economía basada en una visión inter-epistemológica. Se analizan relaciones de la Economía con la Física, la Biología, la Estadística,… la Religión, la Sociología y Psicología,… y finalmente se propone un método de análisis cuantitativo basado en el análisis multi-variante al margen de cualquier premisa de Teoría Económica.

 

 

La lucha por el control del Gobierno Mundial: Totalitarismo contra Anarquía.

gobierno mundial

Estamos contemplando la lucha a muerte de tres sistemas de gobierno por el control mundial: el Totalitarismo, la Anarquía, y tristemente, ocupando la última posición, la Democracia. La batalla se desarrolla en el mercado.

Es un artículo un poco extenso, pero creo que merece la pena leerlo. Si andáis cortos de tiempo os recomiendo que peguéis un salto directamente a La reacción anarquista.

Razones históricas

Emperador Carlos V de Alemania y I de España
Emperador Carlos V de Alemania y I de España

La historia viene de lejos. Comenzó con el mercantilismo, allá por el S. XVI cuando se empezó a extender la idea de que el beneficio de uno sólo es posible gracias al empobrecimiento de otro. Esto desencadenó la lucha de las naciones por acumular metales y recursos naturales, a través de la guerra, el expolio y el colonialismo. Lo que en principio era una idea referida a los estados, acabó contagiándose a comerciantes y prestamistas.

La Historia no dio la razón a los mercantilistas, y fuimos los españoles y los portugueses, los que lo ejemplificamos más claramente con nuestro propio fracaso. La conquista de América supuso que el oro americano inundara la economía española y el emperador Carlos V, y su hijo Felipe II, destinaron todos estos recursos al gasto fundamentalmente para la guerra con otros estados, la construcción de palacios y similares, y la adquisición de bienes suntuosos. El Norte de Europa e Inglaterra, se especializaron en la elaboración de manufacturas para abastecer a estos países ricos, y en la medida en que el oro americano dejó de fluir, se fueron haciendo cada vez más poderosos. Gran parte del oro americano acabó en las manos de prestamistas que convirtieron el préstamo a interés en un negocio.

Francisco de Quevedo. Gracias a frasesmania
Francisco de Quevedo.

Como decía Francisco de Quevedo, en Poderoso caballero es don dinero:

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

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En el S. XVIII, el capitalismo se había impuesto al mercantilismo. Permanecían los imperios coloniales fruto de la etapa anterior, pero el poder pertenecía a aquellos países que había desarrollado la industria y la actividad manufacturera. Esto hizo que los economistas de la época (Cantillón, Quesnay, Adam Smith,…) desarrollaran sus teorías económicas defendiendo que la riqueza de las naciones surge del trabajo: los fiosiocratas atribuían la riqueza a la tierra, y los que después acabaron llamándose Escuela Clásica, a la industria. Sin embargo, los industriales de la época y los prestamistas no olvidaron aquel principio de que el beneficio de uno es el empobrecimiento de otro.  La competición mundial por el dominio de la industria supuso la aparición de la fragmentación social por el lugar que el individuo ocupaba en la cadena de valor. Así la antigua división en estamentos, nobleza, clero y plebe, se acabó transformando en nobleza, burguesía y proletariado.

La falta de equidad en la distribución de la riqueza supuso la aparición de dos grandes fuerzas en conflicto: por un lado, la de los hombres ricos ( que era sinónimo por aquel entonces de hombres poderosos más que de poseer riqueza) y por otro, la de aquellos que luchaban por su subsistencia.

niño asustado

Thomas Malthus enunció: «Un hombre que nace en un mundo ya ocupado, si sus padres no pueden alimentarlo y si la sociedad no necesita su trabajo, no tiene ningún derecho a reclamar ni la más pequeña porción de alimento (de hecho, ese hombre sobra). En el gran banquete de la Naturaleza no se le ha reservado ningún cubierto. La naturaleza le ordena irse y no tarda mucho en cumplir su amenaza.» Thomas Malthus

De aquí nace lo que hoy conocemos como lucha de clases que se acabó concretando en dos líneas de discurso ideológico: el liberalismo y el socialismo. Liberalismo no es sinónimo de «ser de derechas» y socialismo no es sinónimo de ser de izquierdas, aunque, esta idea se ha consolidado en nuestros tiempos. Ambos discursos tienen extremos que van desde la anarquía al totalitarismo, pasando por la democracia.

La crisis del 29

Echad un vistazo a la wikipedia. A principios del siglo XX, el poder se había transferido de la industria al sistema financiero. Más importante que controlar los medios de producción orientados a la industria, era controlar la emisión de moneda. Anteriormente, una de las causas de la guerra de la independencia de Estados Unidos, fue precisamente que los colonos no aceptaban la emisión de moneda con interés asociado, por ser moralmente inaceptable. Sin embargo, con la crisis de 1929, se produjo el primer golpe de Estado Mundial.

crisis 29

Las entidades financieras más poderosas consiguieron el ideal mercantilista, acaparar todo el oro. Antes del 29, los valores bursátiles no paraban de crecer y se convirtió en una práctica habitual solicitar un crédito al banco para invertir en bolsa. Sólo era necesario garantizar el préstamo con fondos entre un 10% y un 20% de lo solicitado, y en todos los contratos se incluía una clausula, que el dinero podía ser exigido en cualquier momento por el banco con 24 horas de antelación.

La banca de Estados Unidos por aquellos entonces estaba constituida en su mayoría por pequeños bancos con fondos en oro como garantía del papel moneda. El inmenso negocio que suponía este tipo de créditos, les hizo solicitar préstamos a bancos con mayores reservar de oro, que también incluían la clausula de las 24 horas. El riesgo parecía pequeño, porque durante décadas la bolsa no paraba de crecer, hasta…. el martes negro (29 de Octubre de 1929).

Muy en resumen (por eso os digo que miréis la wikipedia), cayó la bolsa de forma dramática entre otras cosas porque los grandes bancos «cerraron el grifo» y simultáneamente sus propietarios vendieron de forma masiva acciones en bolsa, lo que produjo un efecto dominó. Los grandes bancos exigieron a los pequeños el reembolso de los préstamos, los pequeños a los inversores, pero los inversores había perdido prácticamente todo su dinero en la bolsa.  Quebraron las empresas, los ciudadanos se quedaron sin empleo, sin ahorros y se plantó la semilla de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, pues siguiendo la ley, «el beneficio de uno es la perdida del otro», la guerra era la única forma de obtener la inmensa cantidad de riqueza que había sido detraída de la economía, aunque los que escribieron las crónicas olvidaron apuntar que los grandes beneficiados de la guerra fueron los bancos que la financiaron, en ocasiones, a ambos bandos a la vez.

reserva federal

Para «solucionar» la situación se constituyó la Reserva Federal de Estados Unidos por los grandes bancos que se quedaron con todos los fondos de los bancos pequeños que acabaron desapareciendo, y la emisión de dinero cambió de dos maneras:

  1. El dinero ya no era emitido por el Estado sino por la banca privada constituida en la Reserva Federal, y
  2. Se pasó del patrón oro al patrón deuda, es decir, toda activo en papel moneda tiene un pasivo asociado que asume el Estado. Y esto se fue extendiendo paulatinamente a todos los rincones del mundo.

La consecuencia fue una perdida efectiva de la capacidad soberana de los estados, que a partir de ese momento dependían del sistema financiero para establecer sus políticas económicas.

La solución a la guerra y la hambruna la aportó John Maynard Keynes con políticas de expansión de la demanda agregada, es decir, invirtiendo el flujo de dinero de la economía real hacia los bancos, hacia el flujo de dinero del Estado a la economía real. En cualquier caso, el que siempre salió beneficiado fue el sistema financiero.

Cocinando la crisis de 2008

Tras la crisis del 29 hubo un esfuerzo por controlar a la banca por parte de los estados, para evitar que se repitiera. Se les obligó a disponer de reservas suficientes para responder de los créditos impagados, se revisó la legislación para evitar el diseño de productos financieros «tóxicos», … hasta Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Chesterfield-RonaldRegan
R. Reagan anunciado Chesterfield

Ronald Reagan fué un actor que llegó a ser Presidente en 1981. Abanderando ante el electorado la causa liberal justificó la marcha atrás en la legislación de control de la banca. Se propuso desde la Escuela de Chicago una política monetarista (que casualidad) para luchar contra la inflación. Milton Friedman elogió a Reagan por «estar dispuesto a causar una severa recesión para terminar con la inflación«.

El incremento de precios siempre ha sido demonizado, pero no tiene porque ser malo si asociado al incremento de los precios se produce un incremento proporcional de los salarios y los beneficios empresariales. Es decir, la inflación no tiene porque suponer una perdida de poder adquisitivo. Sin embargo, a los que si perjudica es a los rentistas, es decir, a aquellos que prestan crédito a interés fijo, y supone un problema para la banca por la volatilidad en relación con el tipo de interés.

La segunda variable que perjudica al sistema financiero es la cotización de la moneda, por eso tampoco es casualidad que haya aparecido el euro, que el amero esté en camino, y progresivamente se tienda a una moneda única. La devaluación de la moneda es una herramienta de política económica que ha sido especialmente útil para países como España o Portugal. El depreciar la moneda aumenta la competitividad de los productos nacionales porque son más asequibles en moneda extranjera.

El euro ha supuesto una cesión de la soberanía nacional a la Unión Europea, pero también una incapacidad abosoluta de establecer políticas monetarias para sus países miembros.

El pastel Lehman

En 2008, pasó exactamente lo mismo que en el 29, pero esta vez la burbuja no fue la bolsa sino el mercado inmobiliario.

subprime digital

Las aseguradoras diseñaron seguros y planes de pensiones que debían estar respaldados por activos sólidos, calificados como de solvencia AAA. La ingeniería financiera consiguió que cestas de activos financieros que incluian el crédito dado a los NINJA (no income, no assets, no jobs), las hipotecas a interés variable dadas a familias con escasa solvencia, productos del mercado de derivados, opciones, futuros,… que por sentido común son  de alto riesgo, acabaran siendo calificados por las certificadoras como activos de máxima solvencia (AAA).

¿Quién pagaba a las certificadoras? La banca (que casualidad). A medida que subía el precio de la vivienda los bancos otorgaban más préstamos, cuanto más se mantenía la tendencia a la subida más se convencían las familias de que merecía la pena invertir gran parte de su salario en vivienda, como forma de ahorro y obtener un beneficio a largo plazo. Este espejismo financiero acabó estallando con la misma espiral: impago de hipotecas, caída en el mercado del valor de los activos financieros asociados, insolvencia de las entidades de crédito y la caída del gigante Lehman Brothers. Todo ello profetizaba un efecto dominó y la caída del resto de grandes bancos.

bush

Sin embargo, ahí estaba George W. Bush para solucionar el problema. Nos lo vendieron como que volveríamos a la edad de piedra y se produciría de nuevo una crisis como la del 29. Desaparecería el crédito, y por tanto se produciría el cierre de empresas y la perdida masiva de puestos de trabajo. Nunca lo sabremos, lo que si sabemos es que un país que ha defendido historicamente el libre mercado, y G.W. Bush se supone que es liberal, tuvo que intervenir en favor de la banca asumiendo sin la aprobación del Senado, y mucho menos un referendum popular, todos los activos tóxicos como deuda pública. Además, estamos pagando una crisis del 29 en incomodos plazos, y nadie ha hablado de devolver a las arcar públicas el rescate financiero.

De nuevo esta acción «se ha reproducido» en la mayoría de los países del resto del mundo, y ha supuesto una segunda vuelta de tuerca a la cesión de las soberanías nacionales que a través del endeudamiento se van viendo cada vez más sometidas al sistema financiero.

La reacción anarquista

Si en los años 90 nos hubieran dicho que la anarquía era una posibilidad no creo que nadie se lo hubiera creído, y actualmente seguro que muchos tampoco, pero…

La estructura del capitalismo se basa en la trinidad: productor, consumidor y dinero. Según lo que hemos visto hasta ahora, el poder mundial reside precisamente en el último. Cuanto mayor control se tiene sobre la emisión de dinero y la deuda, mayor poder.

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Ha surgido una moneda en Internet ( año 2008) que no está respaldada por ningún banco, ni por ningún gobierno: el bitcoin. Echar un vistazo a la wikipedia. Ha sido diseñado por un programador que se autodenomina Satoshi Nakamoto, y que por tanto, podría ser una viejecita de Huelva, o un equipo de petanca.

Lo más destacable del bitcoin:

  • Las transacciones son más seguras que las que hacemos actualmente con cargo a tarjetas de crédito.
  • El registro de transacciones está absolutamente descentralizado y es irrastreable.
  • Garantiza el anonimato de los agentes que lo intercambian.
  • Es una moneda que cotiza, es decir, puedes cambiar euros por bitcoins y viceversa. De hecho, ya se pueden obtener euros ( u otras monedas) en algunos cajeros con cargo a bitcoins.
  • Los estados no pueden controlar los impuestos de las operaciones realizadas en bitcoins.

La siguiente pregunta que os haréis es: pero ¿quién y para qué vamos a comprar bitcoins?

La respuesta es la «deep web«. Hay una Internet tras la Internet que usamos habitualmente denominada la red TOR, donde los enlaces son irrastreables por los búscadores como Google, Yahoo, etc… Las extensiones de las páginas web, en vez de la típicas .htm, .html, .php…. son .onion, y sus enlaces aparecen en páginas muy concretas de las que debes conocer la dirección para poder entrar.

Si queréis visitarla podéis usar Tor Browser, y uno de los directorios más completos es thehiddenwiki.org . El contenido de esta wiki apunta a páginas de hackers, activistas políticos, venta de armas y drogas, prostitución, pornografía, contenidos multimedia protegidos por los derechos de autor,… Es decir, existe en la deep web el Amazon de las drogas y las armas, e incluso, te las mandan a casa.

Supongo que sabéis el inmenso negocio que hay detrás. Si alguien quisiera comprar este tipo de artículos, la última moneda que utilizaría es la moneda nacional con cargo a su cuenta bancaria. Sin embargo, si compras bitcoins, el problema está resuelto.Esto hará del bitcoin una moneda que va a tener cada vez más peso en el mercado mundial.

La ineficiencia del dinero actual

Las relaciones comerciales surgieron para cubrir necesidades de forma recíproca o simbiótica, es decir, yo tengo una necesidad y tú otra. Si llegamos a un acuerdo tu resuelves mi necesidad y yo resuelvo la tuya, y voy más allá, como dependemos el uno del otro yo hoy te echaré una mano, y mañana me la echarás tú. La relación del comercio en origen es del tipo ganar-ganar, como la calificaría Josep Burcet.

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Luego surgieron los bienes de alta liquidez (metales preciosos, piedras preciosas, obras de arte,…) que en muy poco espacio eran capaces de contener un alto valor de cambio debido a su escasez. Esto permitía que si yo satisfacía una necesidad tuya y tú me dabas un trozito de metal, yo pudiera ahorrar, o juntarlo con otros trozitos para cubrir necesidades mayores, o dividirlo para cubrir necesidades menores,… Y la cosa cambió, el enfoque del comercio ya no era necesidad-necesidad, sino necesidad-producto.  Los agentes se especializaron en producir un determinado tipo de producto para obtener trozitos de metal con los que satisfacer sus necesidades, y de paso, si podían obtener un beneficio mejor que mejor. J. Burcet lo calificaría como una relación entre ganar-ganar y ganar-perder.

VENDEDOR

Pero cuando el dinero se virtualiza y ya no hay trozitos de metal que valen lo que ponen en la etiqueta, o papel moneda, la cosa se complica. En la época del patrón deuda, cada euro que tienes en el bolsillo, es un euro que debe otro y esto es el producto de una relación ganar-perder, es decir de depredación. Toda la riqueza actualmente se mide en dinero y no a tu capacidad para satisfacer una necesidad, esto es un fallo sistémico que hará que aparezcan mercados alternativos al que conocemos actualmente.

Si la mayor parte del dinero se destina a pagar deuda, al final se produce un agujero en el mercado, ya que no hay medios de pago para cubrir las necesidades de forma recíproca, y por tanto, es cuestión de tiempo que el mercado se reconstruya y busque otros medios de alta liquidez, o incluso, la vuelta al comercio originario: satisfacción de necesidades sin intervención de medios de pago, como por ejemplo los bancos de tiempo.

¿ Y la Democracia?

Pues lo lleva mal, la pobre.

Jean-Jaques Rousseau
Jean-Jaques Rousseau

A este señor debemos El Contrato Social (1762), donde sostiene que la democracia se ha de basar en la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Un sistema es tanto más democrático cuanto mayor es la separación y los límites de estos poderes.

Me pregunto qué opinaría Rousseau si hubiera conocido nuestros tiempos. Por un lado ha surgido un cuarto poder (que ya no son los mass-media que pasan a quinta posición) que es el capital anónimo. Como poderoso caballero gobierna por encima de las fronteras nacionales, seduce a políticos, legisladores y jueces, aunque estos últimos parecen aguantar mejor.

Las insituciones que surgieron de Breton Woods, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, siguen a pies puntillas las directrices de la Escuela de Chicago aplicando políticas monetaristas, que no han incentivado la economía real en los países desarrollados, a los países en vías de desarrollo, que es lo mismo que darle una aspirina a un alérgico al ácido acetilsalicílico.

En países como España hay clarísimas inferencias del poder ejecutivo en la selección de los miembros del Tribunal Constitucional, el Consejo del Poder Judicial, Tribunal de la competencia, etc. Y los miembros del ejecutivo están íntimamente relacionados con los miembros del poder legislativo, porque pertenecen a los mismos partidos y defienden los mismos intereses.

Y lo peor, estamos muy lejos de alcanzar un gobierno democrático global por la separación de las distintas naciones. Me parece increíble en el caso de la Unión Europea, que hayamos cedido nuestra soberanía, sin tener derecho a votar a un Presidente común que asuma las responsabilidades respecto de todos los europeos. Las responsabilidades siguen siendo de los gobiernos nacionales. No me extraña que haya países que quieran dar marcha atrás.

Concluyendo.

FORGES Soy el mercado aqui mando yo

La lucha por el control mundial no se juega en los parlamentos democráticos, sino en el mercado y aquel que sea capaz de imponer una forma de dinero más eficiente respecto a la capacidad para acercar oferta y demanda, o mucho mejor dicho, para permitir a los agentes resolver de forma simbiótica las relaciones necesidad-necesidad, se llevará el premio.

El patrón deuda es matemáticamente insostenible y excluyente desde un punto de vista social, y tanto excluir hará que surgan nuevos mercados alternativos ajenos al patrón-deuda, y esto no le interesa para nada a la banca, así que ya puede espabilar.

Los Estados sino quieren perder el control de capitales y el de los impuestos, y si los ciudadanos queremos seguir conservando el Estado del Bienestar, necesitamos de estos nuevos mercados y medios de pago basados en activos reales, para evitar la infinita expansión de la deuda asociada. Si perdemos el control sobre la emisión de moneda quedan dos alternativas: o el totalitarismo del capital anónimo, o la anarquía de una moneda incontrolable.

Homenaje a Josep Burcet: algunas de sus obras.

Joep Burcet

Estoy ultimando mi tesis doctoral, y repasando enlaces me ha apenado comprobar que lentamente la memoria de éste brillante autor se está desvaneciendo de Internet. Falleció poco después de que acabara el DEA, sobre el año 2009 o 2010. Lamento no recordarlo. Recuerdo haber comprado «on line» uno de sus libros, «ingeniería de Intangibles. La Formación del Agujero Blanco«.

Aun sigue activo su sitio web burcet.net , pero lógicamente está abandonado y la estructura está corrompida. Por eso he decidido subir unos «pantallazos» que conservo del sitio que visite porque es necesario conservar las aportaciones de este autor. He de reconocer que mi biblioteca digital es caótica pues está organizada por mi evolución en el estudio de la Economía, así que es posible que encuentre más artículos. Si as así, los subiré encantado y os agradecería en nombre del autor que se le cite siempre que uséis sus aportaciones (recuerdo que para acceder a sus artículos había que identificarse con el correo electrónico, por eso veréis mi nombre en los pantallazos).

Su visión simbiótica del valor me parece un aporte fundamental de la sociología al conocimiento económico, y lamento que no haya tenido una mayor difusión. Con esta voluntad de homenaje y de que no se pierdan sus aportaciones, os adjunto.

Paradigma de las interacciones:

Propongo desde aquí que aquel que tenga información más completa sobre él, por favor, la publique en la wikipedia. Creo recordar que era profesor de la Universidad de Valencia en la Facultad de Sociología, pero mi mala memoria me suele jugar malas pasadas.

Intercambié con él algun correo electrónico y me animó en mi voluntad de abordar la simbiosis económica.

En fin, allá donde éstés, mi más cordial homenaje, y si se pudiera, un fuerte abrazo y darte las gracias por tus aportaciones.

Síntesis y conclusiones sobre la empresa familiar desde el punto de vista de la Economía Simbiótica

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

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Empresa Familiar: problemas en la definición y consecuencias estadísticas.

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

<Viene de>

4.1. Empresa, Familia y Macroeconomía.

Si entendemos la Economía desde el punto de vista de la Simbiótica debemos prestar especial atención a la morfología de los agentes, o actores del escenario económico.

Como ya hemos venido desarrollando hasta ahora, la crisis económica actual es una crisis de valores con un profundo calado ético en los comportamientos de la sociedad. Esta falta de valores se ha manifestado a través de las actuaciones de las macro-organizaciones  de capital anónimo. Esta ética sin embargo la encontramos donde hay un grupo humano que se involucra con carácter personalista en el entorno económico en el que se desenvuelve.

Para poder identificar a estos grupos humanos caben dos posibilidades:

  1. Establecer “a priori” sus características a través de una definición.
  2. Investigar en el mercado características que hagan homogéneos los comportamientos de estos grupos, como proponemos en este trabajo de investigación.

El caso de la Empresa Familiar ha sido descrito con profusión por multitud de investigadores en las últimas décadas, muchos de los cuales se citan a continuación.

Es uno de los casos en los que se hace más evidente que establecer hipótesis “a priori” sobre la realidad económica y sus distintos agentes supone una tarea extremadamente difícil, en la que no siempre existe una solución. A continuación se expone la dialéctica de la definición de Empresa Familiar desde el punto de vista de los pensadores y estrategas del mundo de la empresa.

El término Empresa Familiar es de significado poco preciso como pone de manifiesto la larga lista de definiciones que nos ha dado la literatura especializada. Sin embargo, la Empresa Familiar se muestra de forma evidente como fenómeno económico y social. Las familias siempre han realizado actividades económicas para su sustento, constituyendo un antecedente de las modernas organizaciones empresariales, propiedad de grupos familiares.

La familia es la institución más antigua y duradera de la Historia de la Humanidad, siendo el pilar más sólido de la economía porque en ella se sustenta la mayor parte del consumo y de la inversión privada.

La Empresa Familiar como institución comparte identidad con el resto de empresas, diferenciándose fundamentalmente de éstas por su conexión con una familia o grupo familiar, que controla al menos una parte de la propiedad de la empresa y la potestad de la planificación estratégica.

Desde un punto de vista macroeconómico su identificación supone un problema de difícil solución, y las definiciones propuestas desde el Estado Español, en especial el Ministerio de Economía y Hacienda para su operatividad desde la perspectiva fiscal, distan bastante de las propuestas desde la Estrategia Empresarial.

La evolución conceptual de la Empresa Familiar no se corresponde exactamente con la cronología de las publicaciones que recogen las distintas definiciones. Vamos a intentar en esta investigación ser fieles a la evolución del significado de este concepto a medida que las nuevas aportaciones han ampliado y profundizado en las dimensiones de esta realidad.


4.2. Definiciones de Empresa Familiar.

En sentido amplio, Carsrud afirma que “una Empresa Familiar es aquella en la cual la propiedad y las decisiones están dominadas por los miembros de un grupo de afinidad afectiva”[1]. Sin embargo, la mayoría de los autores son mucho más restrictivos.

Gallo y Sveen definen Empresa Familiar como “una empresa en la que una sola familia  posee la mayoría del capital y tiene un control total. Los miembros de la familia forman parte de la dirección y toman las decisiones más importantes”[2].

Neuebauer y Lank nos dan una definición en sentido amplio: “una Empresa Familiar es aquella organización de carácter económico cuyo objetivo principal sea la producción o comercialización de bienes y servicios y cuya propiedad pertenece en su totalidad o en una mayoría a un grupo de personas unidas por un vínculo familiar, habitualmente los descendientes del fundador de la misma”[3].

Para Peter Davis, la Empresa Familiar es una sociedad en la que la política y la dirección están sujetas a una influencia significativa de una o más unidades familiares a través de la propiedad y en ocasiones a través de la participación de los miembros de la familia en la gestión[4].

En opinión de Salvador Rus Rufino y María Rodríguez Fernández: “no es suficiente el hecho de que uno o varios miembros de una familia desarrollen un proyecto generador de beneficios económicos, para afirmar que existe una Empresa Familiar”[5].

Una familia puede vivir de los beneficios de la actividad económica de un familiar, pero no por ello generar empresas familiares. De igual forma un emprendedor puede iniciar distintas actividades empresariales sin que exista vocación de continuidad familiar. Parece unánime que la vocación de continuidad es pues el segundo factor fundamental para aproximarnos al concepto de Empresa Familiar, según estos autores.

Afirman que para que exista Empresa Familiar es necesario que el emprendedor haya contado para su desarrollo con los recursos y oportunidades que surgen del núcleo familiar, consolidando este esfuerzo con el apoyo familiar y el sentido de pertenencia a una familia. Por tanto, cuando una familia denomina a su empresa como familiar es porque existe un fuerte componente subjetivo en el que se expresa la voluntad de desarrollo de la actividad económica, por y para la familia, con vocación de continuidad mientras la familia perdure. Lo que podría hacer pensar que la extinción de la Empresa Familiar puede tener su origen en el deterioro de las relaciones familiares. La crisis de la familia como institución en la sociedad actual es una de las causas de la mortalidad de las empresas familiares.

Se puede decir que el esfuerzo emprendedor se integra en la familia.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, emprender es “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”[6]

El emprendedor inicia un camino arriesgado y difícil sin saber qué resultados va a obtener, pero cuenta con autoestima y creatividad, y un objetivo: la fundación y continuidad en el tiempo del proyecto empresarial. El emprendedor en la Empresa Familiar se apoya en los vínculos que tiene con la familia para obtener ventajas y superar las dificultades. La familia aporta a la empresa una serie de potencialidades: una fuerte identidad, la fidelidad de sus miembros, así como un extraordinario sentimiento de pertenencia y lealtad. La empresa aporta a la familia una visión del entorno muy realista y dinámica llena de dificultades y problemas pero también de satisfacciones y logros.

El emprendedor desea interactuar con la sociedad, crear nuevas estructuras y transformar las existentes. En cualquier acción empresarial es inherente el deseo de participación y transformación de la sociedad, y en el caso de la Empresa Familiar este deseo se amplifica con la ética, los valores familiares y la voluntad de transcendencia individual.

En algunas familias existe una conciencia histórica que propicia la continuidad de los procesos productivos y que involucra a los miembros de distintas generaciones conscientes de pertenecer a un proyecto con vocación de superarles en longevidad.

Una vez resaltada la voluntad de transcendencia social y temporal en la Empresa Familiar, vamos a seguir mostrando definiciones de otros autores que añaden nuevos matices.

Un concepto aún más restrictivo de la Empresa Familiar, según C. Galve, es el que aúna las siguientes tres dimensiones, “propiedad, control en manos del grupo familiar y vocación de continuidad hacia generaciones futuras[7].

Ante la diversidad de empresas de carácter familiar, Shanker y Astrachan[8] proponen tres niveles de definición:

  1. Definición Amplia: Una empresa es considerada familiar si la familia posee el control de las decisiones que afectan a la estrategia y tienen vocación de que ese control perdure en el futuro.
  2. Definición Intermedia: Aquellas empresas en las que la familia participa directamente en la gestión aunque no de forma exclusiva, controlando la empresa y las decisiones estratégicas.
  3. Definición estricta: Empresas en las que varias generaciones de una dinastía familiar tienen el control y una presencia activa en la gestión. En definitiva, la familia ocupa de forma muy intensa el plano directivo y ejecutivo, monopolizando la propiedad y la gestión de la empresa.

Los autores españoles suelen utilizar el criterio restrictivo. En 1997, Gallo[9] propone tres características de clasificación:

  1. Propiedad: La familia controla la mayoría de las acciones de la empresa o derechos políticos.
  2. Poder: Uno o varios miembros de la familia dedican gran parte o la totalidad de su vida laboral a trabajar en la empresa.
  3. Continuidad: al menos la segunda generación de la dinastía familiar se ha incorporado a la empresa.

Cuesta, en el año 2000, especifica dos requisitos para definir a una empresa como familiar[10].

  1. Un requisito de carácter objetivo: que la propiedad de la empresa o una parte considerable del capital esté concentrada en una sola persona (la etapa de propietario-controlador) o en un número reducido de familiares consanguíneos que intervienen directa e intensamente en la gestión de la sociedad.
  2. Un requisito de carácter subjetivo: que exista la voluntad de que este status familia-empresa perdure en el tiempo, y que se concrete la sucesión en los miembros de la familia.

No existe una definición integral y completa de lo que es una Empresa Familiar,  pero si existen dimensiones en las que investigadores como Cabrera-Suárez y García-Falcón[11], Chua, Chrisman y Sharma[12],  Handler[13], y Westhead et al.[14]parecen estar de acuerdo: la propiedad-dirección de los miembros de la familia, la implicación familiar en el negocio y la transferencia generacional .

En el año 1999, Chua, Chrisman y Sharma realizaron un estudio bibliográfico muy amplio sobre la definición de la Empresa Familiar en cuanto a la diversidad de publicaciones (manuales, artículos… ) y al intervalo temporal de años analizados, llegando a tres conclusiones que describen los puntos en común de las definiciones existentes:

  1. las distintas definiciones no difieren en la dimensión de propiedad-dirección, salvo algunas excepciones,
  2. en muchas definiciones se requiere que la familia ostente la propiedad o el control de la empresa o ambas características a la vez, y
  3. otras definiciones difieren en las formas de control de la propiedad.

Estos puntos en común son los que tienen mayor aceptación entre los investigadores y teóricos de la Empresa Familiar; sin embargo, la definición de este concepto ha evolucionado desde la Dirección Estratégica hacia una dimensión subjetiva. La percepción subjetiva de la propia familia aparece como un factor clave para definir lo que es una Empresa Familiar al determinar la intención de los familiares, que implica una voluntad de actuación.

Litz[15] hace notar que las definiciones que se basan en la estructura de la propiedad o en la forma que toma la dirección, son útiles y fáciles para realizar estudios empíricos, pero no tienen en cuenta las aspiraciones intra-organizativas. Para Litz, una empresa es familiar cuando la propiedad y la dirección se desarrollan en relación a un grupo familiar, los miembros de este grupo se esfuerzan de forma claramente intencionada para lograr mantener y/o aumentar las relaciones dentro de la organización, basándose en las relaciones familiares.

Partiendo de la definición objetiva de Empresa Familiar, el estudio de las características de la organización tiene un grado de dificultad similar al de otros estudios de carácter estadístico, pero a medida que introducimos una dimensión subjetiva en la que la percepción que el individuo tiene de su entorno determina la realidad, el estudio se dificulta. Es el problema de añadir a la información cuantitativa, otra de carácter cualitativo para reprocesarla como información cuantitativa y poder hacer inferencias a la población de los resultados obtenidos.

Según Chua, Chrisman y Sharma el estudio de la Empresa Familiar debería contar con conceptos tanto teóricos como operativos[16].

La definición de Litz se acerca a un abismo que es el de la subjetividad, llegando casi a coincidir con el concepto de visión de empresa: la visión que tienen los propietarios-administradores o miembros familiares de su propia organización empresarial.

Astrachan, Klein y Smyrnios consideran que las características de la Empresa Familiar pueden ser interpretadas desde un punto de vista continuo, superando y matizando la escala dicotómica habitual para estudiar el fenómeno, haciendo hincapié en tres dimensiones de influencia: el poder, la experiencia y la cultura. Las escalas de estas dimensiones permiten encontrar una medida de la influencia de la familia en la empresa. La principal motivación para el investigador del uso de parámetros estructurales surge por la facilidad que tienen de ser cuantificados[17].

Siguiendo la línea de pensamiento de Colli, tanto las definiciones de carácter cualitativo como las de carácter cuantitativo en relación con la Empresa Familiar no aportan consenso sobre el término. Aunque sean de utilidad para el desarrollo de trabajos concretos no facilitan una visión integrada del fenómeno objeto de estudio[18].

El interrogante, ¿qué se entiende por Empresa Familiar?, se ha investigado partiendo de atributos concretos y observables como el capital, la dirección y la generación familiar que ejerce el control y es propietaria la empresa.

El trabajo de campo cualitativo que hemos efectuado en empresas de carácter familiar ha permitido acotar una definición de Empresa Familiar que hace evidente los puntos en común.

Una definición es un conjunto de aspectos cualitativos que permiten acotar una realidad. Las empresas reales deberían estudiarse desde una perspectiva cualitativa para encontrar nuevos aspectos relevantes en la determinación de la definición de Empresa Familiar. Las definiciones restringidas no son menos valiosas y surgen a partir del objetivo de la investigación, y es el investigador el que decide el criterio de selección del conjunto de empresas.


4.3 Consecuencias estadísticas de la definición de Empresa Familiar.

Desde un punto de vista estadístico, la falta de una definición consensuada de Empresa Familiar genera dificultades a la hora de realizar estudios tanto de carácter cualitativo como cuantitativo, introduciendo un sesgo en el estudio que impide obtener información novedosa y clarificadora que pueda añadir algún matiz importante a la definición.

La definición de partida va a delimitar la población objeto de estudio, lo que supone recoger información de un grupo de empresas determinado. En función de la definición elegida los resultados y conclusiones serán diferentes.

El carácter científico de las investigaciones requiere que si se repite un experimento o un análisis bajo las mismas condiciones, los resultados obtenidos deban ser los mismos. Urge establecer cuanto antes una definición consensuada de la Empresa Familiar, que nos permita que los estudios sean comparables y las investigaciones posean el rigor científico necesario.

Si elegimos la definición amplia dada por Carsrud, las dificultades del estudio  estadístico son enormes, porque los resultados sólo son inferenciables si el muestreo es aleatorio simple, lo que requiere que todos los elementos de la población tengan la misma probabilidad de ser seleccionados para formar parte de la muestra. Con esta definición nos enfrentaríamos a una población muy heterogénea y de difícil localización.

La Empresa Familiar puede ser enfocada como un concepto de carácter subjetivo que depende de la percepción que cada miembro de la familia tiene de la empresa en la que trabaja o en la que planifica trabajar, cuando el capital y la estrategia de la empresa recaen en algún miembro del núcleo familiar.

Habría que encuestar a todos los miembros de la familia que trabajan en una empresa, cuya propiedad y control recae en la familia, para determinar su carácter o no familiar.

Si seguimos la definición de Carsrud, son empresas familiares aquellas en las que los gerentes consideran que su empresa es familiar. Esto supondría que no sólo la muestra sería auto-seleccionada, sino que también lo sería la población. No se podría acometer un muestreo con intención de hacer inferencia. Deberíamos hacer un censo para identificar a la población que se autodefine como Empresa Familiar.

En el momento en que los miembros de la familia no sientan que están trabajando en una Empresa Familiar, ésta pierde la naturaleza de familiar y pasa a ser una empresa propiedad de la familia.

El adjetivo familiar podría referirse a dos cualidades distintas:

  1. existen lazos consanguíneos, con lo cual familiar es relativo a la familia,
  2. está en conexión con la familiaridad de un grupo humano, que se refiere a la forma en que se tratan y se perciben las personas, lo que incluiría otro tipo de relaciones como la amistad, las afinidades, etc., que acabarían reforzando la actividad económica. Esta familiaridad traslada la forma de relacionarse en una familia a una institución de carácter económico.

La Economía de Comunión tiene un enfoque de carácter familiar, pues los individuos no sólo se ven como factores de producción, sino como personas y hermanos en Cristo.

Si establecemos como punto de partida que la empresa es una unidad de negocio, la única forma de darle el carácter de familiar de forma objetiva es que los miembros de la familia hayan participado en el capital o la gestión durante dos generaciones o más. Una única generación no garantiza que se hayan cumplido los ideales de continuidad y mantenimiento del control por parte de la familia.

Una Empresa Familiar se caracteriza porque el miembro familiar está dispuesto a asumir unos costes de oportunidad desfavorables para él como individuo, pero beneficiosos para los intereses generales de la empresa (aceptar salarios más bajos, horarios laborales fuera de convenio, aceptar prácticamente cualquier orden y en cualquier momento, una movilidad funcional absoluta, …) y niveles de compromiso que un no-familiar no aceptaría. Si la percepción de que la empresa es familiar desaparece, los familiares pasan a comportarse como lo haría un tercero.

Desde nuestro punto de vista y con voluntad de englobar la diversidad de la Empresa Familiar, hemos asumido que Empresa Familiar es la visión de empresa que tiene un individuo cuando siente que además de una relación económica  contractual existe una relación de familia o de familiaridad con la totalidad de los miembros que constituyen la empresa, ya sean empleados o propietarios.

Desde esta dimensión subjetiva podríamos distinguir dos tipos de empresas familiares:

  1. Empresa familiar en sentido estricto: visión de empresa de los miembros de la familia cuando el negocio está vinculado a través de la propiedad o el control estratégico y existe un flujo de recursos entre la familia y la empresa,
  2. Empresa familiar en sentido amplio: visión de empresa que todos los trabajadores, sean o no familiares, tienen de la organización en la que trabajan cuando sienten una relación de familiaridad con el resto de miembros de la organización.

Estamos ante una definición que afecta directamente a las ventajas competitivas y en definitiva a la competitividad de la organización. Si los miembros de la empresa se sienten unidos por un vínculo de familiaridad preferirán el beneficio común al beneficio propio, lo que afectará a la competitividad a largo plazo de la empresa. Podríamos deducir también que, aquellos trabajadores que no son miembros de la familia, podrían llegar a estar totalmente integrados en la cultura de la Empresa Familiar como si fueran miembros de la propia familia.

Existe también una dinámica de retroalimentación entre empresa y familia: la Empresa Familiar tiene futuro si los miembros de la familia luchan por mantener o incluso aumentar la cohesión interna de la familia. El refuerzo de las relaciones personales tiene como consecuencia un aumento de la identidad empresarial.

Esta definición, no se refiere a la unidad de negocio registrada en el Registro Mercantil, sino al nivel de entrega al que el individuo es capaz de llegar por su empresa. Por tanto, presenta dificultades desde el punto de vista de la identificación de la Empresa Familiar como un sujeto único, esto es, la misma firma será Empresa Familiar o no en función del sentir de sus participantes.

Al buscar una definición objetiva de Empresa Familiar perdemos el sutil matiz de la subjetividad de los participantes, que es la característica que dota a estas organizaciones de un dinámica competitiva de alto rendimiento, aportando una especial capacidad de resistencia en momentos de crisis y una visión organizativa que supera el corto y el medio plazo.

En las empresas no familiares donde la decisiones de carácter estratégico recaen en Consejos de Administración formados por profesionales procedentes del mercado de trabajo, los mandos intermedios intentan maximizar los márgenes a corto plazo, aunque esto suponga una reducción de las expectativas del beneficio a largo, con la finalidad de incrementar el valor añadido que aportan a la sociedad de forma visible en el periodo para el cual han sido contratados. El único criterio de valoración de la organización para su continuidad es que obtengan mejores resultados económicos que sus predecesores, sin tener en cuenta variables de carácter cualitativo que no son visibles para los accionistas. Anteponen su interés personal al interés de los propietarios para aumentar su cotización en el mercado. Es lo que se conoce como el “problema de la miopía de los directivos”.

Desde un punto de vista práctico, los estudios empíricos de la Empresa Familiar deben comenzar con una definición específica del problema que investigan,  estableciendo las garantías necesarias para que otro investigador, aplicando esta definición e idéntica metodología, pueda llegar a las mismas conclusiones. Sin embargo, no podemos olvidar que limitar la amplitud del concepto de Empresa Familiar, conlleva el riesgo de eliminar información valiosa para comprender la realidad de estas organizaciones.

Es más sencillo estudiar objetos (empresas) que estudiar sujetos (visión de empresa), esto es, es más fácil obtener datos estadísticos de las empresas que recoger la opinión de las personas que componen la organización. La psicología de los miembros de las empresas no suele ser analizada desde un punto de vista macroeconómico, solo existen estudios particulares de carácter privado realizados por algunas organizaciones sobre su propia identidad empresarial y sobre el nivel de identificación de sus trabajadores con la firma. Debemos tener en cuenta la dificultad añadida de que los miembros de la empresa pueden no ser totalmente sinceros al trasladar su opinión al que recoge la información para protegerse de una posible valoración negativa que ponga en peligro su puesto de trabajo.

La definición de Empresa Familiar que hemos propuesto en esta investigación servirá para analizar la competitividad de la organización y su perspectiva de largo plazo, analizando organizaciones de forma independiente o realizando un censo para describir una población autoseleccionada.

Con el fin de referirnos al sujeto empresa familiar sin prejuicios en el análisis cluster descrito en el epígrafe 7.3, elegiremos aquellos grupos con un elevado valor del negocio y sus activos, en el que trabajen más de un miembro de la familia.

Con las características comunes de los grupos descritos obtendremos una definición empírica de empresa familiar.

 


4.4 La Ética en la  Empresa Familiar

La Empresa Familiar se distingue de otro tipo de organizaciones en que nace como obra de un emprendedor que se apoya en las ventajas que le ofrece la familia para desarrollar una actividad económica, con voluntad de que esta actividad siga siendo realizada por sucesivas generaciones y sirva como fuente de creación de riqueza que cubra las necesidades familiares.

En este sentido, se diferencia radicalmente de otro tipo de empresas en que el capital no está estrictamente relacionado con un grupo humano en concreto. El continuo flujo de capitales que promueve el mercado bursátil en busca de la generación de plusvalías procedente de la especulación sobre el valor de las acciones, parece más un juego que una responsabilidad.

Como hemos venido argumentando, la Empresa Familiar es una institución principalmente formada por personas que se caracterizan por una gran capacidad para generar riqueza basada en el esfuerzo personal y en sólidos valores de compromiso para con los suyos y para con el entorno que les rodea.

Este compromiso se produce en primer lugar, porque el nombre de la familia se asocia a la empresa, lo que supone una responsabilidad asumida y de la que el entorno social es testigo por las sucesivas actuaciones de una larga vida empresarial. En segundo lugar, la coincidencia de propiedad y gobierno en el mismo individuo hace que sea especialmente responsable, pues suele ser un padre de familia concienciado de las necesidades de ésta y, por lo tanto, más consciente que otros sistemas de gobierno frente a las necesidades de sus trabajadores y de las personas ajenas a la empresa con las que interactúa.

Valores específicos como la austeridad, la laboriosidad y el esfuerzo sientan las bases para que la empresa tenga un alto contenido ético. La familia da margen a la ética en la empresa, pues es capaz de asumir costes económicos a cambio del sacrificio de sus miembros para el mantenimiento de puestos de trabajo de personal ajeno a la familia. Esto sería más difícil de encontrar en otro tipo de organizaciones más impersonales en las que todo tiene un precio.

El desarrollo de la actividad en la Empresa Familiar cobra un sentido que va más allá del económico, ya que no se persigue exactamente la consecución de un beneficio económico, si no que el beneficio económico es un medio para lograr la consolidación de la familia en su faceta más humana: la manutención de los miembros de la familia, la educación de los hijos, sentar las bases para nuevas familias, …

El problema ético de cambio de dirección estratégico en las grandes corporaciones desaparece en el caso de la Empresa Familiar, pues se corresponde con el impulso del emprendedor basado en el instinto. Instinto que a su vez se basa en un profundo conocimiento del entorno y en una cultura de valores propia que se integra en la forma de ser de las personas y que no es fácil de modificar.

Por otro lado, el mercado valora positivamente la capacidad de respuesta ética de la pequeña y mediana empresa, ya que a medida que los años pasen y la empresa muestre su capacidad para acometer los pagos a proveedores y responder a las necesidades de sus clientes, incluso en circunstancias excepcionales, el “capital confianza” de la empresa aumentará considerablemente.

El mayor riesgo ético en el marco de la Empresa Familiar se refiere a los posibles traspasos de conflictos entre las dos instituciones que se superponen en la Empresa Familiar: empresa y familia.

a)    El trasvase de conflictos de la empresa a la familia es habitual, ya que los problemas del gerente son también las preocupaciones del cabeza de familia, y se puede correr el riesgo moral de influir en la vida familiar afectando negativamente a los miembros de la familia, o trasladando una visión de la vida exclusivamente materialista.

b)   También los conflictos familiares pueden acabar trasladándose a la empresa y producir efectos negativos, sobre todo si se desencadena una lucha por el liderazgo o el control de la propiedad.

A medida que pasan las generaciones y el capital se dispersa, las empresas familiares empiezan a parecerse cada vez más a una empresa de carácter no familiar desde un punto de vista ético, pues muchos accionistas pasivos desearán vender sus participaciones y solo se preocuparán por la faceta económica de sus participaciones. Aún así, el sentimiento de pertenencia seguirá forzando la pregunta de qué se debe hacer en memoria del fundador de la empresa, cuyo recuerdo permanece y cuya cultura forma parte de sus descendientes.

En un mercado globalizado en el que las grandes corporaciones son máquinas cuyo único objetivo es maximizar el valor de la acción y el reparto de dividendos, la dimensión ética es causa de perdida de valor. La Empresa Familiar se revela como la alternativa más humana y, por tanto ética, que aun compartiendo escenario con las empresas de carácter no familiar, representa una historia completamente distinta.

En el caso de la Empresa Familiar, la empresa es un vehículo que permite mejorar el desenvolvimiento de la familia, cuyo objetivo es el de educar a sus miembros y fomentar su desarrollo en el más pleno sentido de la palabra.

La ética, como ya comentamos, recae en el individuo, y es por ello, por lo que la institución que mejor se prestará para extender la dimensión ética a todos sus niveles es la Empresa Familiar de pequeña y mediana dimensión, pues el espíritu del gerente impregna toda la organización. Ahora bien, dependerá de la calidad humana y del grado de compromiso de éste, el nivel de implantación que ésta tenga en la realidad.

 

 


[1] A.L. Casrud, «Meanderings of a resurrected psycological, or lessons learned in creating a familiy bussiness program,» Entrepreneurship: Theory and Practice 19, no. 1 (1991).

[2] M.A. Gallo and Sveen, «Internationalizing the Family Bussiness: Facilitating and restraining factors,» Family Bussiness Review (Wiley) 4, no. 2 (1991): 181-190.

[3] F Neuebauer, La Empresa Familiar:¿cómo dirigirla para que perdure? (Bilbao: Deusto, 1999).

[4] P. Davis and Stern, «Adaptations, Survival, and Growth of the Family Business: An Integrated Systems Perspective,» Family Bussiness Review (Wiley) 1, no. 1 (1988): 69-85.

[5] María Rodríguez Fernández and Salvador Rus Rufino, «¿Qué es una Empresa Familiar?,» en Manual de la Empresa Familiar, ed. Juan Corona, 21-40 (Bilbao: Deusto, 2005).

[6] RAE, «Diccionario Real Academia Española,» edición vigésimo segunda, 20 de Julio de 2009,                          http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=emprendedor.

[7] Carmen Galve Górriz, «Propiedad y gobierno: la Empresa Familiar,» Ekonomiaz (Departamento de Economía y Administración Pública) 50, no. 2 (Feb. 2002): 158-181.

[8] M. Schanker and J. Astrachan, «Myths ans Realities: Family Business Contribution to the U.S. Economy: A Framework for Assesing Family Business Statistics,» Family Bussines Review (Wiley), 1996: 107-124.

[9] M.A. Gallo, La Empresa Familiar, Folio (Barcelona: Biblioteca IESE de Gestión de Empresas, 1997), 100.

[10] J.V. Cuesta, «Mecanismos Jurídicos para Garantizar la Continuidad de la Empresa Familiar,» in I Congreso Nacional de Investigación sobre la Empresa Familiar (Valencia: Organismo Público Valenciano de Investigación, 2000), pp. 229-242.

[11] K. Cabrera-Suárez and J. García-Falcón, «Planteamiento Multinivel para el estudio del Proceso de Sucesión en la Empresa Familiar,» Cuadernos de economía y dirección de la empresa, 2000: pp.187-212.

[12] J. Chua, J. Chrisman and Sharma P., «Defining the Family Business by Behavior,» Entreprenuer Theory and Practice (Baylor University) 33, no. 4 (1999): pp.19-39.

[13] W. Handler, «The Succession Experience of the Next Generation,» Family Bussiness Review (Wiley) 7, no. 2 (1992).

[14] P. Westhead, M. Cowlin, Storey D. and C. Horworth, «The Scale and Nature of Family Business,» in Understanding the Small Family Business, pp-19-31 (London and New York: Routledge, 2002).

[15] R. Litz, «The Family Business: Toward Definitional Clarity,» Family Bussiness Review (Wiley) 8, no. 2 (1995): pp.71-81.

[16] Chua J., Chrisman J. y Sharma P. (1999)

[17] Astrachan J., Klein S. y Smyrnios K. (2002): “The F-PEC Scale of Family Influence: A J. Astrachan, S. Klein and K. Smyrnios, «The F-PEC Scale of Family Influence: A Proposal for Solving The Family Business Definition Problem,» Family Bussiness Review (Wiley) 15, no. 1 (2002): pp. 45-58.

[18] A. Colli, The History of Family Bussiness 1850-2000 (Cambridge: University Press, 2003).

Economía Simbiótica. Introducción

simbio

Estracto del trabajo de investigación: Economía Simbiótica.
Consecuencias Macroeconómicas de los agentes económicos en el bienestar social.El caso particular de la Empresa Familiar.

21/07/2009

Autor: Francisco Rabadán Pérez

DEA Universidad San Pablo CEU

1.   Introducción

1.1. Objeto de estudio

Los primeros años del siglo XXI están resultando algo turbulentos al igual que ocurrió al comienzo del siglo XX. Una profunda crisis se cierne sobre nuestra sociedad globalizada inundando todos los aspectos humanos de la sociedad: en el ámbito económico, la caída de Lehman Brothers fue el disparo de salida de una carrera de adquisiciones, fusiones, bancarrotas que aún a día de hoy no ha finalizado y que ha sido causada en última instancia por las prácticas poco ortodoxas de un sistema financiero cuyo único objetivo ha sido el maximizar el beneficio a corto plazo para repartir dividendos a sus accionistas.

Las similitudes con la crisis de 1929 han impulsado a los Estados tradicionalmente más liberales, como es el caso de Estados Unidos, a tomar medidas de carácter proteccionista asumiendo parte del control de los Consejos de Administración de algunas entidades, y adquiriendo “activos tóxicos” a costa del endeudamiento de las arcas del Estado, que en última instancia acabará siendo pagado por todos los ciudadanos.

La crisis no es sólo una crisis económica, es una crisis profundamente humana en la que todo lo que dábamos por establecido se tambalea, en la que vivimos las consecuencias de un siglo XX dónde las ideologías tecnocráticas han acabado por transferir principios a los valores del individuo, y el individuo ha actuado no como ser humano, sino como pieza de una engranaje gobernado por una reglas inhumanas.

Las preguntas que trata de responder el presente trabajo de investigación son: ¿Por qué hemos llegado a la situación actual?, ¿Cómo es posible que el ser humano haya llegado a extremos tan absurdos como para hacer tambalear la estabilidad económica mundial apostando en el mercado de opciones y futuros, planes de pensiones y recursos indispensables para la economía real?

La respuesta no se haya solamente en un modelo matemático, ni en una práctica aislada de un individuo. Tal vez, sí en un modelo de teoría de juegos donde el hombre carece de toda dimensión ética y de todo altruismo, y donde las expectativas racionales no contemplan otro beneficio que no sea el propio en términos exclusivamente fiduciarios.

Aunque se usan como sinónimos los términos fiduciario y económico, ambas realidades no son semejantes. Lo fiduciario forma parte de lo económico. Lo económico alberga todas las negociaciones que aspiran a cerrar una transacción entre seres humanos para resolver los fines que cada individuo pretende alcanzar. Lo económico no es siempre algo recíproco, y en ocasiones, la economía resuelve las necesidades de los individuos de forma gratuita, o accesoria a otras transacciones recíprocas.

Muchos son los economistas que desde finales del siglo pasado vienen advirtiendo que el hombre no es un mero “homo economicus” que actúa por el  propio beneficio y que busca desesperadamente maximizar su utilidad marginal cuando consume. El hombre es mucho más y tiene en cuenta no sólo unas pocas variables elegidas para poder explicar un comportamiento en términos matemáticos. El hombre es un ente con la capacidad suficiente para controlar multitud de variables intangibles que no tienen por qué respetar el principio de racionalidad. El hombre puede valorar su entorno y las consecuencias de todos sus actos sobre sus semejantes. Hasta no hace mucho, el hombre estaba gobernado por la ética, percibía de forma positiva las buenas prácticas económicas, sociales y políticas, condenaba los abusos de poder y los comportamientos no acordes con el Derecho Natural. Sin embargo, en la sociedad actual, la mera afirmación de una verdad universal parece una locura a los ojos de todos. Todo es opinable, y lo opinático parece restar validez a lo que la Metafísica o la Ética lleva descubriéndonos a lo largo de la Historia.

El Positivismo, el Liberalismo, el Comunismo… y toda utopía tecnócrata que no respeta un fundamento ulterior de la persona humana acaba convirtiendo al ser humano en una pieza de un mecanismo que no tiene sentido, pues construido por hombres no sirve a ninguno de ellos, y buscando un bien común, perjudica a todas  y cada una de las instituciones sociales que han permitido el verdadero desarrollo de la humanidad.

El individualismo nihilista de nuestra sociedad ha transmutado el espíritu de la democracia clásica en una democracia de consumo, en la que el individuo expresa su identidad en la sociedad a través de la compraventa de bienes y servicios. Instituciones como la familia se ven gravemente amenazadas. La tasas de natalidad caen en picado por debajo de la tasa de reemplazo poblacional, y el drama de los masivos movimientos migratorios hacen que los pueblos pierdan su identidad y queden desarraigados en un mundo que, aunque es global, mantiene a los individuos desconectados de su identidad como seres humanos.

Vivimos en la sociedad del corto plazo. La Política y el Derecho contemplan cada vez menos las necesidades lógicas de una sociedad que aspira a desarrollarse más allá de un horizonte temporal de seis meses, basándose en la información de sondeos estadísticos y en una ley de los grandes números aplicada sin demasiado criterio ni recursos económicos suficientes para garantizar su representatividad.

La crisis es global y exige un replanteamiento drástico de lo que entendemos por economía. Debemos comprender que aunque hemos maximizado beneficios fiduciarios, hay un objetivo superior y más importante que no hemos cubierto y que hoy echamos en falta: la felicidad de los hombres y su libertad ontológica.

Existen multitud de activos, denominados en muchas ocasiones inmateriales, que nunca han formado parte de un modelo ARIMA, y otros muchos que fluyen de forma gratuita y que han resultado invisibles porque no se han valorado en términos monetarios.

La economía del siglo XXI debe ser la economía de la responsabilidad de una humanidad capaz de equiparar espiritualmente su gran desarrollo tecnológico. Los economistas no deben valorar las transacciones únicamente en términos monetarios, si no que deben aspirar a abarcar la gran riqueza de las relaciones humanas que generan valor, aunque este valor no sea cuantificable en términos fiduciarios.

Conceptos clásicos como el de oferta, demanda, mercado, libre competencia, … que se han desarrollado fundamentalmente en el siglo XVIII y XIX, bajo premisas simplistas y condiciones “ceteris paribus» para poder abarcar su análisis desde un punto de vista teórico, han de ser reformulados contemplando todas aquellas variables y circunstancias que en su día no se incluyeron. Esto es hoy posible, gracias a las enormes posibilidades de la tecnología, y en especial del desarrollo que los medios de computación nos brindan en la actualidad. No está exento sin embargo de dificultades este proceso. Es necesario el desarrollo de nuevas técnicas prospectivas que sean capaces de describir sin prejuicios lo que ocurre en el mundo real.

La economía, más que nunca, ha de ser ciencia y superar toda premisa “a priori” sobre lo que debe ser la realidad. Más bien debe contemplarla y aprender de ella, para no acabar modificándola según lo que se supone que debe ser “lógico” o “racional”. Si los técnicos presuponen que el hombre es un ser egoísta, acabarán ofreciendo soluciones egoístas a los hombres, aun cuando la solución lógica no contemple el objetivo de maximizar los beneficios.

No es ético presuponer absolutamente nada de los agentes económicos que interactúan en el mercado, ni simplificar sus expectativas para facilitar el análisis, porque disponemos de las herramientas que los economistas clásicos no tuvieron, y que sin lugar a dudas hubieran usado de haber podido.

Siguiendo a Buchanan, diremos que el mercado es el escenario en el que los agentes económicos se desenvuelven, y no por una única razón, sino por múltiples razones, y no se relacionan de una forma única, si no de múltiples formas. El mercado es un escenario y debemos identificar los agentes reales para conocer sus intenciones, respetar su naturaleza y determinar como influyen en la felicidad de las sociedades y en su desarrollo.

Amartya Sen, advierte que el concepto de “Bienestar Social” limita el desarrollo de las sociedades, pues está orientado a cubrir mínimos, y sobre todo a cubrir necesidades materiales, cuando el desarrollo del ser humano va más allá.

Humildemente, y conscientes de la gran dificultad que supone asumir esta nueva concepción de la economía, proponemos revisar la dialéctica económica histórica que nos ha llevado a nuestro modelo económico actual, para descubrir alguna de las limitaciones que la ciencia económica se ha impuesto a sí misma.  Tendemos a pensar que el primer gran diseño sobre los intercambios económicos y los problemas que de ello se derivan se debe a Adam Smith, pero el pensamiento económico viene de mucho más antiguo, sobre todo del pensamiento ético sobre la economía, campo espléndidamente desarrollado por la Filosofía Clásica, el Estoicismo y especialmente la Escolástica.

Nuestra crisis es una crisis ética, y una economía formulada al margen de la ética ha demostrado carecer de sentido para una humanidad que aspira al desarrollo cierto.

Trataremos en el presente trabajo de identificar agentes en el mercado real a partir de la encuesta CAPI 2005 de familias que elabora el Banco de España. Si bien en este encuesta no están las entidades anónimas, si están la personas que participan en ellas y que finalmente toman las decisiones que se transforman en negociaciones y relaciones mercantiles.

Nuestro objetivo último es sentar las bases de una metodología que se aplicará de forma mucho más extensa en la tesis doctoral del autor de este trabajo de investigación. Una vez identificados los perfiles de los agentes, habrá que aplicar técnicas de Estadística Cualitativa para descubrir las motivaciones que impulsan a éstos a establecer relaciones económicas.

Más importante que el cuanto, es el cómo, cuando nos alejamos del Marginalismo hacia la Simbiótica.


1.2. Descripción de los capítulos.

En el capítulo 2 exponemos que la visión intrahistórica de la realidad económica impide ver que la Economía es consecuencia de las actuaciones de los individuos, y en último extremo, de su forma de concebir la realidad. Multitud de prejuicios nublan nuestra creatividad y debemos recurrir al pasado para comprobar que las negociaciones y transacciones no tienen por qué ser entendidas como lo son en la actualidad.

Recurrir al pasado remoto, nos permite corroborar esta afirmación, así encontramos que maximizar el beneficio no fue siempre la prioridad de los agentes económicos, puesto que esta característica económica del individuo se veía enriquecida con una dimensión mucho más humana basada en el respeto y en la búsqueda de la satisfacción mutua.

El Análisis Económico, en los términos iniciados por A. Smith, se ha ido desvirtuando y alejando de la realidad paulatinamente a medida que la aplicación de modelos matemáticos exigía la fijación de presupuestos de partida. La propia realidad se ha ido alimentando de esta forma de concebir la Economía hasta el punto de que el “homo economicus” definido en la teoría ha acabado influyendo en el hombre económico real y su forma de negociación.

En la competencia perfecta, no hay competencia, pues en esta influyen multitud de variables, muchas de ellas cualitativas que la simplicidad de los modelos “a priori” no puede contemplar.

Incluso contando con los instrumentos de cambio actuales es imposible lograr la igualdad de oportunidades en el acceso a los mercados, generándose diferencias abismales entre el precio y el valor intrínseco de las mercancías y servicios. Sólo la Ética parece garantizar la competencia perfecta al poner a los agentes en un plano de igualdad en la negociación.

La Economía no surge del encuentro de oferta y demanda, si no que es un complejo sistema en el que se establecen relaciones más parecidas a la simbiótica que a la intersección de dos funciones que dependen de dos magnitudes: cantidad y precio.

Este nuevo enfoque precisa de una visión integral que considere tanto la dimensión microeconómica de los agentes autodefinidos por sus características propias, como una dimensión macroeconómica que contemple las consecuencias de sus formas de establecer relaciones con otros agentes y negociar en la Economía Global, en la que cada acción del agente tiene consecuencias sobre terceros que no participan en la negociación.

En el capítulo 3 exponemos que para que pueda haber competencia perfecta en los mercados es necesario que los agentes concurran en igualdad de condiciones a la negociación, y esta igualdad de condiciones debe basarse en el respeto del valor de los objetos comerciados. El dinero otorga mayor poder de negociación a los que lo poseen. Por tanto, la ética es el único mecanismo capaz de poner a los agentes en igualdad de condiciones.

El problema esencial de la Ética es definir el fundamento de carácter moral de la toma de decisiones. Si existe un basamento transcendente, el hombre se perfeccionará con la Ética y responderá a unos cánones de actuación definidos por el Derecho Natural. Si no existe este basamento, no existe el comportamiento ético, y el hombre tenderá a construirse según el interés personal mientras el Derecho Positivo únicamente busca el equilibrio del sistema sin aspirar a un bien mayor.

Sin Ética, no es posible la igualdad de oportunidades, puesto que los agentes no valorarán las circunstancias de la contraparte más allá de las consecuencias que estas puedan tener para con su propio beneficio.

Las organizaciones de carácter anónimo que se rigen por la ley de la oferta y la demanda intentan ser coherentes con la Justicia Social, pero en multitud de ocasiones no lo consiguen, debido precisamente a su naturaleza anónima y a competir en mercados en que sólo se tiene en cuenta el beneficio unilateral de las organizaciones.

La Doctrina Social de la Iglesia se fundamenta en la existencia de un Dios que nos muestra un conjunto de normas inherentes al ser humano que permiten que éste se perfeccione como ser trascendente. La Doctrina Social de la Iglesia es expresión de la Ética propia de nuestra herencia greco-latina y ha de ser tenida en cuenta a la hora de valorar la calidad moral de las actuaciones de los individuos.

En el capítulo 4 nos referimos a la familia como unidad básica de la Economía. Las familias interactúan, generan empresas de carácter anónimo y soportan los fondos de la Economía Financiera. Hay una amplía tipología de agentes, y hemos elegido uno de ellos profusamente estudiado en los últimos años: la Empresa Familiar.

El motivo de esta decisión es por su doble vertiente mercantil y humana.

La Empresa Familiar se caracteriza porque el control de la empresa recae en el seno de la familia y la toma de decisiones, expresada por su forma de gobierno, establece un comportamiento que podemos calificar desde la perspectiva de la Ética.

Existen múltiples definiciones “a priori” sobre lo que es una Empresa Familiar. Dependiendo de la definición que utilicemos, los análisis estadísticos nos dirigirán a las conclusiones más dispares.

En este estudio, proponemos una definición de Empresa Familiar concebida desde una perspectiva simbiótica e íntimamente relacionada con la competitividad de este tipo de organizaciones.

En el capítulo 5 analizamos la empresa familiar desde una perspectiva macroeconómica que de forma generalmente aceptada constituye una realidad evidente en todas las economías nacionales a lo largo de la Historia, por este motivo los gobiernos y los organismos supranacionales tienen interés en proporcionar recomendaciones sobre la definición de PYMES y microempresas. Si bien es verdad que no todas las PYMES son empresas familiares, si lo son un elevado porcentaje de ellas, colectivo al que debemos añadir las empresas familiares de gran dimensión.

En este tema hemos especificado cifras de la presencia de las empresas familiares en la estructura económica mundial y particularmente en el marco español.

En el capítulo 6 analizaremos la dinámica interna de la Empresa Familiar, constituida por individuos que se relacionan en base a relaciones de consanguinidad, familiaridad y/o contractuales. Estas relaciones determinarán las peculiaridades de la familia empresaria, y dotarán al negocio familiar de capacidad de supervivencia y competitividad.

Las relaciones internas generan una forma concreta de conectarse con el entorno, y establecen el grado de esfuerzo colectivo para que la reputación de la familia sirva como garante de las negociaciones con terceros.

Nos referiremos al gobierno de la Empresa Familiar donde las relaciones de carácter informal acaban plasmándose en los organismos y en las formas de gobierno variando substancialmente el grado de compromiso a medida que la empresa aumenta su dimensión.

En muchas ocasiones la Empresa Familiar parece abocada a convertirse en una entidad anónima, pudiendo en muchas ocasiones perder los matices que la dotaban de una especial competitividad.

En el capítulo 7 recurriremos al análisis multivariante que ofrece las herramientas necesarias para establecer grupos y descubrir variables sombra que van a ayudarnos a comprender mejor la realidad. Lo hemos utilizado para encontrar grupos de agentes homogéneos que se han definido a sí mismos por sus características comunes, y se han manifestado como actores de la Economía Simbiótica.

La búsqueda de factores que nos permitan reducir la multitud de variables y aumentar la precisión de los atributos que definen a cada familia, los obtendremos a partir del análisis factorial.

Gracias a un análisis de cluster jerárquico obtendremos  los grupos de familias que se revelan como familias empresarias. Es necesario identificar a los agente reales y valorar las consecuencias de sus valores y actuaciones sobre la Economía Real, para fomentar los que son beneficiosos e identificar las imperfecciones que la búsqueda del mero beneficio tienen en la Economía de las diferentes naciones.

 

En el capítulo 8 realizaremos una síntesis de lo expuesto en el presente trabajo de investigación y añadiremos nuestras conclusiones.


1.3. Agradecimientos.

En primer lugar, es de obligado cumplimiento, el expresar mi más ferviente agradecimiento y admiración por mi Director de Tesis, Profesor Doctor y Catedrático Don Antonio Franco Rodríguez de Lázaro, al que me une una inmensa amistad, que ha guiado mis pasos desde que era un simple alumno en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad San Pablo CEU.

Muchos han sido los momentos de desánimo, de dudas, y siempre he encontrado en su persona un buen consejo, una palabra de aliento. Una de las razones por las que soy economista, es sin duda por su apoyo incondicional.

No he conocido a ninguna persona de más calidad humana y más categoría moral el profesor Franco, sin el cual este trabajo de investigación hubiera sido imposible, y sin lugar a dudas infinitamente más pobre.

Atento siempre a ofrecerme bibliografía, artículos y lo más importante, la riqueza de su reflexión, ha conseguido transmitirme el espíritu de una economía cuantitativa que aspira a medir lo no cuantificable, y que la metodología matemática debe ser útil, práctica y eminentemente real.

A Raquel Ibar, muy especialmente, por ayudarme a recodificar y seleccionar las variables, así como diseñar las técnicas de análisis multivariante junto a mi Director de Tesis. A Pilar Ordás por supervisar este trabajo de investigación. Ambas son grandes profesionales de la enseñanza y de la técnica estadística y sin ellas no podría haber realizado este estudio. Me siento profundamente afortunado de contar con su consejo y su cariño.

A Justo Sotelo Navalpotro, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad San Pablo CEU por dedicar su tiempo a supervisar el presente trabajo y aconsejarme sobre futuras líneas de investigación que lo complementen.

A Don José Rodríguez de Diego, al que le debo largas horas de conversación sobre la Doctrina Social de la Iglesia que gobierna los principios morales de este trabajo de investigación, y la visión más amplia de un excelente economista, que además de abogado, ha ejercido ambas profesiones con dedicación y esmero.

A Marisa Herranz por ayudarme en la pesada labor de revisión del texto, notas al pié, … sus apuntes sobre el borrador de este trabajo lo han dotado de mayor consistencia, coherencia y claridad.

A don Andrés Gutierrez Catedrático de Matemáticas de la Universidad CEU San Pablo por su ánimo constante y su visión de lo que es la vida universitaria auténtica, y al resto de mis compañeros de departamento a los que me siento tan unido.

Como no, a mis padres, que asumieron los costes de mis estudios y me pusieron en contacto con la realidad de la Empresa Familiar, y por extensión, con el resto de agentes económicos con lo que ha interactuado nuestra empresa.

Finalmente, he de agradecer varios cambios de timón en la formulación de este trabajo a dos Papas: el primero, Juan Pablo II, del que aprendí que las instituciones no son ni buenas ni malas, en sí mismas, ya que la característica ética recae sobre el individuo que es el que actúa bien o mal.  Esto tuvo una especial repercusión en el verano del año 2007 en que empecé a redactar este trabajo, pues todas las consideraciones sobre la bondad de las organizaciones para con la sociedad tomaron una dirección completamente nueva para mí.

Por otro lado, a nuestro actual Papa, Benedicto XVI, quien en su última encíclica “Caritas in Veritate” me ha transmitido la tranquilidad de que lo que aquí se dice no es un mero capricho innovador de la técnica económica, si no una demanda de la humanidad entera que busca recobrar su centro. El concepto de desarrollo en las líneas que siguen está alumbrado por esta encíclica.

Para todos ellos mi más sincero y profundo reconocimiento.

Necrósis y cíclica económica

Fuente: http://www.elojodeltuerto.com/tag/ciclos-economicos/
Fuente: http://www.elojodeltuerto.com/tag/ciclos-economicos/

La Sociedad se desenvuelve en dos ámbitos fundamentales, Derecho y Economía. En este momento Derecho y Economía son igualmente importantes, pero si concebimos la Economía como el conjunto todas las relaciones que mantenemos con nuestros semejantes y con nuestro entorno, la disciplina económica toma una nueva dimensión; siendo necesario plantear como activos fundamentales intangibles como la confianza, el bienestar, la satisfacción personal y social, el compromiso, la verdad y muchos otros términos que hasta ahora han tenido más que ver con la Psicología, la Sociología, la Religión y la Ética.

Estos activos aunque invisibles no dejan de ser reales y con un gran valor para el Hombre a lo largo de toda la Historia. La miopía de la Economía actual es un hecho evidente que todos los economistas tienen claro. Así por ejemplo, todos los servicios que son gratuitos nunca serán recogidos en las cuentas macroeconómicas. Actualmente solo se considera objeto de la Economía todo aquello que es convertible en dinero, o comparable con una transacción que de forma similar se hubiera producido en una economía de mercado.

El acto de vivir es un acto económico gobernado por relaciones y recursos, siendo las transacciones únicamente un tipo de relación económica, pero la Economía no es solo comercio también es gratuidad, comensalismo, necrosis y depredación.

La Economía prospera cuando se produce creación de valor, lo que dista mucho de los beneficios financieros y las actividades especulativas. El valor  de los productos y servicios no solo es fundamental para la actividad económica, sino también para el bienestar de los pueblos y sus ciudadanos.

La verdadera creación de valor se produce cuando los seres humanos se comunican e interaccionan, pero no todas las formas de comunicación e interacción generan valor. Lo mas habitual es que el valor se traslade de unas manos a otras causando casi siempre una perdida de valor a terceros, la destrucción colateral de recursos y el deterioro del sistema económico en su conjunto.

Las ramas clásicas de la Política Económica, Liberalismo y Keynesianismo se enfrentan a  una realidad económica que parece no responder a sus teorías. El “paradigma de las interacciones” planteado por Josep Burcet analiza las crisis cíclicas de la economía de una manera diferente. Propone una nueva perspectiva para superar la sociedad post-industrial.

La evolución de las relaciones simbióticas a lo largo de la Historia.

El hombre primigenio era cazador-recolector, siendo la caza una actividad depredadora  y la recolección una actividad parasitaria o comensalista. Habrá que esperar al Neolítico para que el ser humano comience a crear valor con la agricultura y la ganadería, actividad que transforma el entorno haciéndolo más productivo a través de relaciones simbióticas (del tipo ganar-ganar) con las especies animales y vegetales con las que cohabitaba.

Con la agricultura comienza la acumulación de riqueza y con ella la aparición de estructuras piramidales que concentraban el poder en muy pocos a través de la guerra y el sometimiento. Para enriquecerse en la Antigüedad era necesario disponer del poder suficiente para conquistar y mantener los territorios, capturar esclavos, someter vasallos y apropiarse de los recursos de la tierra. Este comportamiento era imitado por las personas con menor poder que recurrían a la picaresca y al pillaje para sobrevivir o medrar.

El hombre aparece a medio camino entre el depredador y el parásito, para más tarde afirmarse como simbionte. No es de extrañar que la depredación, la conquista, el robo y el parasitismo sean prácticas aceptadas por nuestro subconsciente colectivo para satisfacer ambiciones y necesidades. Resulta paradójico que la agricultura, primera revolución simbiótica, haya sido generada por aquellos que históricamente han ocupado la posición social más baja y con menos poder.

La siguiente gran revolución simbiótica es la aparición de la manufactura, pero en este caso la simbiosis se produce entre los propios seres humanos, comerciantes y artesanos, que transforman los recursos naturales para crear elementos nuevos de mayor valor y utilidad. Aparece el arte y la enseñanza, primeros activos intangibles. La transmisión de la sabiduría permitía que el conocimiento de los profesionales perdurara y mejorara de generación en generación. El desarrollo de la cultura otorgó a los hombres la posibilidad de ir alejándose poco a poco de su condición de depredadores.

Habrá que esperara a los gremios artesanos y más tarde a la revolución industrial para que el comercio se expanda territorialmente y aumente el volumen de transacciones de forma drástica, creando una riqueza que antes no existía. La industrialización no acabó con la depredación y la apropiación ilícita de los recursos, pero se incrementaron levemente las interacciones simbióticas que son las que generan valor añadido.

La madurez de las economías industriales mejoró las condiciones de trabajo, y por tanto el bienestar general, mientras el producto interior bruto iba creciendo de forma aparentemente sostenible. En definitiva, la proporción de interacciones «gana-gana» empezó a aumentar lentamente a la vez que se reducían las interacciones depredadoras («gana-pierde» en las que la ganancia de una parte se produce a costa de la pérdida de la otra) y las de carácter necrótico (del tipo «pierde-pierde» en las que se produce la destrucción de valor para las partes).

Cuanto mayor es la proporción de simbiosis en el conjunto de todas las relaciones económicas mayor es la formación de valor del sistema. En las sociedades post-industriales aun perdura una proporción importante de actividades necróticas y depredadoras que afectan negativamente a la eficiencia de todo el sistema y que además desencadenan crisis económicas periódicamente.

A las economías industriales les sucedieron las actuales economías del bienestar que buscan precisamente el bienestar de sus individuos, garantizando con mayor o menor éxito la calidad de vida de sus ciudadanos. El asentamiento de la democracia, el comunismo, el socialismo utópico, la doctrina social de la Iglesia… transforman el subconsciente colectivo haciendo que la Sociedad vea como necesario cubrir las necesidades de los menos favorecidos y proteger a los trabajadores frente a las enfermedades y ante la vejez cuando ya no pueden desarrollar su actividad. Sin embargo, estas sociedades privilegiadas siguen caracterizándose por ciclos económicos en los que se alternan períodos de expansión y recesión.

Las crisis se caracterizan siempre por una intensificación de la depredación, de la necrosis, y del número de personas que las practican. Los recursos financieros destinados a este tipo de actividades crece desorbitadamente, lo que suele conducir a la aparición de burbujas económicas en las que el aumento del precio supera el incremento del valor real de los bienes y servicios. Cuando estalla la burbuja todos los afectados sufren la necrosis (interacciones «pierde-pierde») con el consecuente perjuicio para el sistema global. Finalmente, la recuperación se logra porque la parte del sistema económico que genera valor acaba pagando las consecuencias, normalmente en condiciones penosas de escasez de recursos, hasta que el sistema se recobra.

Ciclos Económicos.

La historia reciente muestra que las recesiones se producen periódicamente de forma errática en cuanto a magnitud y duración. Sin embargo los periodos de recuperación y prosperidad son más largos que los periodos de crisis y los niveles de máximo desempleo se alcanzan justo inmediatamente después de finalizar cada recesión.

Las crisis financieras y las burbujas que preceden a las crisis económicas son causadas por las viejas prácticas de los depredadores que buscan enriquecerse sin crear valor. Esta actitud cortoplacista es precisamente la que desencadena el inflado de la burbuja a costa del empobrecimiento posterior de los participantes. En estas etapas especulativas proliferan los agentes económicos especializados en ganar dinero alentando una conciencia común en los participantes de que todo va a salir bien. En la especulación no hay generación de valor sino pura y dura inflación alimentada por los oportunistas con poder sobre el mercado.

La burbuja no está causada por actividades delictivas en la mayoría de los casos sino por una ambición institucionalizada. Proliferan los actos ilícitos e ilegales, tales como, falsificación o maquillaje de documentación contable, productos de ingeniería financiera de dudoso valor y alta volatilidad o practicas de respaldo de valor con activos materiales cuyo precio se ha inflado de forma artificial (activos tóxicos). En el ámbito de la legalidad se produce depredación y abuso de poder.

Sirvan como ejemplo:

  • la oferta pública de acciones de una sociedad saludable a la que se le ha restringido el crédito o se la ha perjudicado de forma dirigida para hacer que el valor de sus acciones baje de forma artificial;
  • la publicidad engañosa y la ingeniería social que permite mantener el consumo en niveles innecesarios que agotan los recursos de los que goza el sistema;
  • la aplicación concertada de tarifas excesivas;
  • los servicios públicos de carácter clientelista que buscan reducir la tasa de paro de forma coyuntural y generar clientela política que depende de los salarios y las subvenciones del estado, pero que no generan valor añadido;
  • la letra pequeña de los contratos y los compromisos de permanencia turbios que pueden suponer algún tipo de abuso de los clientes y la conservación del consumidor contra su voluntad en vez de su fidelización. La lista no tiene fin.

Todo este tipo de prácticas son llevadas a cabo por oportunistas o “free-riders” que escudriñan las grietas de la legalidad para sacar ventaja de forma injusta y depredar a la menor oportunidad sin generar nada de valor por el camino.

En las últimas décadas, muchas economías post-industriales han mantenido unas tasas bajas de crecimiento y por esa razón las multinacionales y la banca fomentan el desarrollo de economías emergentes en las que las recetas de la industrialización y el bienestar siguen generando tasas de crecimiento considerable a la vez que les permite depredar sobre los recursos naturales y el factor trabajo.

El modelo de sociedad post-industrial está completamente agotado. La solución no pasa por reformar las doctrinas liberales, ni relanzar el marxismo. Es imperativo reducir la depredación que genera la necrosis afincada hace tiempo en estas economías y que tiene claros síntomas de haberse establecido como un estamento inamovible de la economía mundial.

Debemos distinguir la depredación inter-pares, esto es entre empresas o profesionales que gozan de la misma capacidad de negociación y una dimensión similar, de la depredación en la que uno de los competidores puede abusar de su posición de fuerza y perjudicar a los más débiles. La primera aumenta la competitividad del grupo, la segunda destruye riqueza y no genera valor para el sistema.

Es necesario que las sociedades que sucedan al estado del bienestar reduzcan la necrosis y la depredación oportunista para que un número significativo de personas y organizaciones dediquen lo mejor de sí mismas a la creación de valor a través de fórmulas de simbiosis de alto rendimiento.

Según J. Burcet ,“Estas sociedades deberían producir tasas de crecimiento substancialmente mayores a lo que ahora conocemos en las economías occidentales, tal vez en torno al 10 % o más, y podrían hacerlo de una manera sostenida y sin sufrir ningún recalentamiento”.

En los periodos de crisis las economías del bienestar aplican un procedimiento clásico que consta de dos etapas, rescate y regulación, que permiten solucionar la crisis pero no el problema de fondo que la genera de forma sistémica.

El rescate es una inyección de recursos a costa del endeudamiento de los Estados y en consecuencia aumenta la deuda de todos los agentes, tanto los que generaron la burbuja como los que se mantuvieron al margen. Este rescate supone hipotecar gran parte del beneficio futuro del sistema económico.

La regulación se traduce en un incremento de la normativa y la burocracia, lo que hace que las sociedades sean cada vez más rígidas y menos eficientes, pero garantiza una calma momentánea para que no se repitan los procesos que generaron la burbuja. No impedirá sin embargo que los “free-riders” sigan buscando oportunidades de depredación en vacíos legales o que generen nuevos productos para escapar a la regulación.

Esta formula es insuficiente para prevenir un nuevo brote y esto se ha demostrado cada vez que ha acontecido alguna catástrofe económica en las últimas décadas o ante la aparición de alguna burbuja. En muchos casos el exceso de normativa desplaza la dinámica económica a países en que existen regulaciones mas laxas para acabar abasteciendo las mismas sociedades que han dictado estas normativas.

La formula rescate-regulación no nos pondrá a salvo de la dinámica de ciclos recesión-prosperidad.

Sin embargo, la sociedad sigue evolucionando y las sociedades más maduras muestran una clara reducción de las actividades necróticas en los últimos setenta años, desde el fin de la segunda guerra mundial, y esta tendencia es cada vez mayor.

Aunque la mentalidad común no ha alcanzado aun la altura moral necesaria para impedir la formación de burbujas y se sigue viendo con admiración al oportunista-depredador, si podemos afirmar que se ha producido un cambio cultural que también valora las actividades de carácter simbiótico: voluntariado, investigación y colaboración para lograr la mejora del sistema .

Este cambio cultural creciente y constante será más efectivo en el futuro que la expansión reguladora pues la única forma de reducir la depredación es cambiar la mentalidad económica sobre lo que es lícito e ilícito, y sobre el umbral de corrupción moral que el individuo es capaz de soportar. El control social de carácter informal y grupal no regulado es la herramienta fundamental para contener la depredación del oportunista.

Actualmente, la política monetaria se basa en el control de la liquidez financiera mediante la variación de los tipos de interés y no establece diferencia entre agentes económicos creadores de valor y especuladores. Por tanto, cuando el dinero es abundante y barato para los simbiontes también lo es para los depredadores y mientras sea así el relanzamiento económico será también un relanzamiento de la depredación.

Sin embargo los simbiontes creadores de valor son los que asumen las consecuencias de la crisis: la factura del rescate, la presión del incremento de la regulación, el aumento de la burocratización y la caída del nivel de calidad de vida de la población.

Ineficacia de las medidas liberales y keynesianas.

La doctrina económica keynesiana se suele aplicar en periodos de contracción económica. Las medidas de política monetaria consisten en controlar el volumen de créditos a través del  aumento del tipo de interés, lo que reduce la circulación del dinero y pretende controlar la inflación. La consecuencia inmediata es que el dinero resulta más escaso, inaccesible y caro.

El 8 de noviembre del 2007, antes de la caída de Lehman Brothers las tensiones inflacionistas en la Europa del euro hubieran aconsejado según el keynesianismo la subida del Euribor para reducir la velocidad de circulación del dinero, sin embargo, el Banco Central Europeo no se atrevió y mantuvo los tipos en el 4% aunque endureció significativamente el tono de su discurso. En síntesis, en el comunicado posterior a la reunión vino a decir que la situación de la inflación (desbocada al 2,6%) exigiría una subida contundente de tipos, pero que las incertidumbres sobre el ciclo económico aconsejan esperar otro mes. En Diciembre del 2007 el Euribor se situaría en el 4,79%.

1

Tabla de datos del euribor[1]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sept. Octubre Nov. Dic.

4,064

4,094

4,106

4,253

4,373

4,505

4,564

4,666

4,725

4,647

4,607

4,793

 

El 16 de Septiembre del 2008 se produce la caída del gigante financiero, a lo que le sigue una caída en picado del Euribor que se situaría en el 3,45% en Diciembre del 2008.

2

Tabla de datos del euribor[2]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

4,498

4,349

4,590

4,820

4,994

5,361

5,393

5,323

5,384

5,248

4,350

3,452

 

La caída continua a lo largo del 2009 alcanzando mínimos históricos en Diciembre del 2009, sólo un 1,24%.

3

Tabla de datos del euribor[3]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

2,622

2,135

1,909

1,771

1,644

1,610

1,412

1,334

1,261

1,243

1,231

1,242

 

A lo largo del 2010, se mantiene prácticamente estable alcanzado el valor máximo en diciembre con un 1,56%

4

Tabla de datos del euribor[4]:

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

1,232

1,225

1,215

1,225

1,249

1,281

1,373

1,421

1,420

1,495

1,541

1,526

 

En el 2011 el Euribor sigue una tímida tendencia al alza alcanzando en marzo el 1,856%.

La caída de Lehman Brothers supuso toda una declaración del nivel de propagación de los activos tóxicos inmobiliarios. Supuso en sí misma una restricción del volumen de la masa monetaria, pues de forma simultanea el valor de estos activos cayó casi de forma inmediata y significó el empobrecimiento de todos los implicados en la burbuja. La consecuencia en Europa fue la reducción drástica de los tipos de interés para amortiguar la caída de liquidez en los mercados.

Es importante destacar que en los márgenes inferiores al 2% del tipo Euribor dejan a la autoridad monetaria con un margen casi inexistente para controlar la evolución de la inflación y el nivel de temperatura de la economía. Además la necrosis financiera toma el control de la política monetaria siguiendo el principio de las medidas razonables que ha de tomar la autoridad monetaria beneficiando a aquellos que barajaban esta expectativa y que conocían la situación real del mercado.

La política industrial y tecnológica del keynesianismo propone “abrir y tapar zanjas” para aumentar el volumen de salarios y expandir la inflación como un mal menor para reactivar el consumo. El problema de este planteamiento es que es el estado el encargado de endeudarse para financiar esta expansión artificial, y que el objetivo no es la creación de valor añadido, aunque pueda crearse de forma colateral, sino la expansión del consumo. Si a esto le añadimos la visión de corto plazo de los gestores las consecuencias son catastróficas a largo plazo.

Esto beneficia la subvención y desarrollo de proyectos inútiles sin ninguna intención de crear valor. Podemos incluso contemplar políticas recaudatorias que subcontratan a empresas para la realización de actividades carentes de creación de valor añadido y que reducen la renta disponible de los ciudadanos lo que repercute negativamente en el consumo y genera clientelismo político.

Proliferan las normativas que dejan obsoletas equipos y tecnologías con el fin de expandir el consumo empresarial en equipos nuevos y así mantener la producción industrial, lo que perjudica a las pequeñas empresas con pocos recursos financieros y apalancan financieramente sus estructuras contables lo que las hace más débiles y dependientes de la disponibilidad de créditos. Este tipo de normas legislativas rara vez suponen un aumento de la capacidad de crear valor y generan “chatarra” lo que supone todo un problema pues aumentan los residuos y perjudican al medioambiente.

El despilfarro de recursos con esta dinámica ficticia de obsolescencia perjudica también al tercer mundo, pues muchos dispositivos que son caros de reciclar acaban en vertederos de estos países, generando un problema ecológico de proporciones mundiales.

Por otro lado, los postulados liberales inciden en políticas de demanda expansivas, política de ofertas basada en la “productividad” de los recursos de producción y eliminación de restricciones al comercio.

La Políticas de demandan intentan excitar al consumidor para que consuma lo máximo posible, incluso por encima de sus posibilidades a costa de su endeudamiento. Esto es una perversión del acto de consumir, ya que se equiparan deseo y necesidad, y generan modelos adictivos de consumo de productos cuyo valor es muy inferior al valor real en términos biológicos. Tiene consecuencias nefastas en el largo plazo pues las sociedades se acomodan en el apalancamiento financiero y se debilitan para afrontar épocas de crisis.

Las políticas de oferta basadas en la competitividad global de los factores de producción, encierra en sí otra perversión relacionada muy especialmente con la explotación del factor trabajo y la depredación de recursos naturales. El pago del factor trabajo local se hace comparándolo a través de “la mano invisible” con el precio del factor trabajo global, que siempre será inferior pues en algún lugar se producirá más barato. Sin embargo, el precio exigido siempre será el local y no el global. La consecuencia es una caída sostenida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, y por tanto, una caída en el demanda que las políticas comerciales de la empresas en relación con ele sistema financiero, pretenden activar.

Para lograr una economía sostenible es necesario que la capacidad adquisitiva de los agentes económicos sea directamente proporcional y suficiente a sus necesidades, lo que logrará por otro lado una demanda sostenida. La oferta de igualar lo máximo posible a la capacidad de demanda, y exceder en el estockaje suficiente para el abastecimiento, para evitar la caída de precios.

Nos hemos acostumbrado a vivir en etapas de crecimiento, pero ahora hemos de aprender a vivir una continuidad lineal solamente interrumpida por la aparición de nuevas innovaciones que generen riqueza nueva.

Parece que el hombre de nuestra época ha perdido la capacidad de entender el valor real de los productos y servicios y solo entiende las variaciones de valor en términos financieros.

Según J. Burcet el ciclo de las crisis sigue el siguiente proceso:

  1. Desbocamiento de las interacciones «gana_pierde», lo que suele materializarse en la burbuja debido a que suben los precios pero no el valor, beneficiando el enriquecimiento de los especuladores.
  2. Incremento de la inflación.
  3. La autoridad monetaria para combatir la subida de precios aumenta los tipos de interés.
  4. Se reduce la liquidez y el crédito y la burbuja estalla cuando se intenta recurrir a la liquidez de los activos tóxicos de forma agregada significativa. Se produce la necrosis con pérdidas importantes ajustando el valor de mercado al valor real.
  5. Se inicia la recuperación del sistema y los agentes más sanos de la economía pagan las consecuencias en un ambiente monetario muy adverso y enrarecido, a la vez que asumen una legislación restrictiva que limita su capacidad de actuación.
  6. Cuando se ha superado la necrosis se vuelve a expandir el crédito a través de la bajada de los tipos de interés.
  7. La búsqueda del beneficio a corto plazo alimenta principalmente las actividades depredadoras de carácter especulativo

Los ciclos económicos a los que estamos acostumbrados de expansión-necrosis castigan el tejido económico sano basado en relaciones simbióticas y que es el único capaz de crea valor. Y este tejido se ve perjudicado tanto en épocas de expansión como en épocas de crisis.

Cuando el dinero abunda su capacidad de inversión ve seriamente limitada porque los recursos financieros son atraídos por «negocios» que parecen más atractivos con ganancias fáciles y rápidas a corto plazo. Y cuando el dinero es mas escaso y caro se les obliga a participar en las medidas de rescate y tapar los agujeros, en un clima económico muy adverso y en condiciones legislativas más severas.

Para potenciar el crecimiento real hemos de beneficiar a los agentes que basan su actividad económica en relaciones simbióticas que son las que sustentan nuestro bienestar, lograr que sean menos perjudicadas por la depredación y que disfruten de condiciones optimas para crecer y crear riqueza a largo plazo.

Superar el modelo postindustrial pasa por atemperar los ciclos económicos y reducir la necrosis y la aparición de burbujas, a la vez que se fija el bienestar y la capacidad de generar riqueza como un problema de largo plazo. Teniendo en cuenta que hemos alcanzado el techo de este modelo hace tiempo, el cambio es absolutamente necesario, pues sino asistiremos a una migración masiva de los recursos económicos del primer mundo a países emergentes donde el modelo postindustrial aun funciona, en vez de lograr un crecimiento sostenible y uniforme de la economía global. Si no cambiamos el modelo económico asistiremos a la migración de la riqueza a nivel internacional pero no a un desarrollo real de la economía mundial.


[1] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2007

[2] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2008

[3] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2009

[4] http://www.hipotecasyeuribor.com/euriborano.php?ano=2010